En la jugueteria

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En un día muy complicado

los juguetes entusiasmados,

salieron de sus cajas

a ver al hombre de paja.

Las bailarinas danzaban si cesar,

y la música sonaba si parar.

Los monitos aplaudían muy contentos

al ver a los juguetes en movimiento.

Los autos y sus bocinazos

despertaron hasta el Mago Tazo

y Pincocho y la Sirenita

observaban por las ventanitas.

El hombre de paja vio tanto alboroto

que se escondió detrás de una moto,

pero el payaso les dijo a todos

que reine la calma; ¡es el único modo!

cada cual en su lugar se quedó

 y desde allí, cada uno curioseo,

el hombre de paja se animó

estiró sus brazos, piernas y salió.

Con un gran aplauso lo recibieron

y hasta una poesía le escribieron.

Él estaba tan entusiasmado

que agradeció muy emocionado.

Pero a la bruja "Pititarla"

se olvidaron de invitarla;

muy enojada sentenció

y en piedra los convirtió

Los soldaditos grises y oscuros

se quedaron muy cerca del muro,

los instrumetos ya no tocaban

y sus melodías nadie escuchaba.

La bruja los había hechizado

y los juguetes acongojados 

esperaban que alguien llegara

y los salvara de esa encruzijada.

Al ver lo que ocurría

en esa rara juguetería,

el Hada Madrina apareció,

y el hechizo rompió.

Al volver el movimiento

se pusieron muy contentos

y la brujita reconoció 

que su enojono sirvió.

Las cajitas de música sonaban

y las bailarinas contentas danzaban.

Las muñecas muy emperifolladas

se abrazaban y cantaban.

El hombre de paja sintió

y al ver los juguetes se convenció

que en esa hermosa juqgueteria

ya reinaba por fin la alegría.

Y así termina esta historia

para guardarla en la memoria 

de muñecos, bruja sy cantos

para no perder nunca el encanto

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2013 ⏰

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