Poison

22.

| Para el mejor entendimiento de la historia, es necesario volver a leer desde un inicio (o desde el capitulo anterior). Todos los capítulos están editados. |

*

Despertó gracias a los gritos de su madre avisándole que saldría por un rato, porque despertar con la luz del sol filtrándose por la ventana sería imposible ya que su persiana estaba cerrada e impedía tal acto.

Por primera vez desde hace semanas logró dormir plácidamente sin que nada pudiera levantarla. Se había quedado hasta tarde analizando las diez razones por las que Anne se había enamorado de ella hasta que el sueño la venció.

Su cabeza se asomó entre las sabanas y buscó su celular en la cama.

"Mierda" musitó al levantar su teléfono y ver quince llamadas pérdidas. Diez de Leah, tres de su mejor amiga y dos de un número desconocido.

Se levantó de la cama sin ánimo alguno y comenzó a caminar por la habitación pensando en que hacer antes de meterse a la regadera y darse una ducha fría.

Decidió devolverle la llamada a Leah.

Espero dos tonos antes de escuchar su voz, casi gritando "Tengo que contarte algo importante. Nos vemos en el Beardo dentro de una hora."

"Buenos días para ti Leah, también estoy bien. Gracias por preguntar" bromeó soltando un bostezo.

"Zoey, es la una de la tarde" colgó.

***

"Ayer Vance llegó a mi casa con un ramo de flores y su sonrisa"

"¿Y luego?" Emma mostró interés "Danos detalles" movió sus cejas y su boca se curvó haciendo una cara graciosa.

Todos a excepción de Leah rieron.

"Estábamos sentados en la sala hablando de cosas de la vida, cuando me vio directamente a los ojos, sonrió y me besó" Leah hablaba con el ceño fruncido acerca de los hechos ocurridos ayer en su casa "Después me pidió que fuera su novia y le dije que no."

"¿Qué?" preguntaron Damon y Emma al unísono al notar el extraño final que había tomado la historia.

Lizbeth aplaudió.

Zoey sonrió satisfactoriamente pero en el interior sintió una pizca de arrepentimiento con sólo pensar en lo que Vance habrá sentido en ese momento.

"Yo sólo lo veo a él como un amigo. Y no me siento atraída por nadie"

De los presentes en la mesa solamente Zoey pudo percibir la mirada que Leah le brindaba.

¿Podía ser que...? No, no.

"¡SIEMPRE TE QUEJAS DE QUE TE VAS A QUEDAR SOLA EN LA VIDA Y CUANDO LLEGA UN TIPO QUE QUIERE ALGO LINDO CONTIGO LO DESPRECIAS!" gritó Emma.

"A mí me parece bien que lo haya rechazado" comentó Damon "No sería justo que haya aceptado sólo por lástima y que Vance haya sufrido más. Además, él va a estar bien. Los corazones rotos no duran por siempre."

"El de Anne siempre va a estar roto" pensó Zoey en voz alta.

Leah rodó los ojos ante su mención. "¿Podrían dejar de hablar de ella por un momento?"

"¿Tanto te molesta su existencia, Le?"

Nuevamente las cosas se estaban calentando en la mesa del Beardo y vaya que a los encargados de ese lugar disfrutaban de ver como el grupo de amigos discutían sobre el mismo tema por semanas.

"Creo que ya me voy..." mencionó Emma levantándose de la mesa.

"No, no, quedate. Esto apenas va a comenzar" Damon sonrió. El chico de ojos almendrados amaba las peleas.

"No me molesta, es sólo que ya no me importa de la misma manera en la que me importaba antes. Se podría decir que me está empezando a dar igual"

"¿Y Leanne?" Lizbeth sacó el tema a la luz.

"Es pura mierda" mencionó Leah con cierto rencor "Y lo que Anne dice tener hacia ti, no es amor ¡es una puta obsesión con el pasado!"

"¿Y tú qué sabes del amor? Nunca has tenido una relación."

La pelea se estaba poniendo intensa. No era parecido a algo que se había discutido anteriormente, ahora estaban metiendo temas que no tenían nada que ver con lo principal.

La sonrisa de Damon se borró del rostro, Emma y Lizbeth querían salir de ahí en cuanto antes.

Tarde o temprano explotarían.

Leah abrió la boca para decir algo mas pero se vio interrumpida por una voz sumamente familiar.

"¿Pura mierda? ¿Puta obsesión con el pasado? De haber sabido todas las cosas que pensabas de mi hubiera abandonado la ciudad desde hace bastante tiempo, wifey"

Todos los presentes levantaron la mirada para encontrarse con una sonrisa arrogante en el rostro de Anne.

Tres de las cinco bocas se abrieron sorprendidas.

"¿Me extrañaron?"