-Dime que no- los ojos se le llenaron de lágrimas y empezó a lloriquear. Menuda llorica esta hecha.
-Lo se, pero no te preocupes. Te llamaré siempre que pueda- abracé a mi querida amiga, mientras escuchaba como empezaba a sollozar un poco.- Venga tonta, que no me he ido todavía. Vamos Emma, sino no nos dará tiempo a ver la película- tiré de ella y nos encaminamos a mi casa.
Hola,me presento. Me llamo Leyna, pero mis amigos me llaman Ley, y no soy la típica chica con la que te encuentras por la calle. Mis padres están muertos, murieron cuando tenía 7 años en un accidente de avión. Mi única familia son mi hermano Jaime, mi hermana Meghan y mi tio Augustus. Todo este tiempo mi hermana y yo hemos estado viviendo con una familia de acogida, ya que Jam (como lo llamo yo) y Taugus (como le llamaba de pequeña) viven en otro país juntos, ya que mi tío solo podía quedarse con uno. Mi familia de acogida son los Tanner, una familia maravillosa. Mi hermano Jam y yo somos gemelos, y desde siempre estuvimos muy unidos. Mi hermana pequeña, Meghan, es aveces un poco repelente, pero es muy inteligente. Hace poco mi tío consiguió un contrato en una empresa financiera, y pidió la justodia de las dos. Y se la concedieron, así que mi hermana y yo nos vamos con mi tío Taugus (Augustus) y con Jam (Jaime).
-No me puedo creer que os vayáis a vivir con tu tío y con Jaime.
-Yo tampoco. A pasado mucho desde la última vez que pasamos más de una semana juntos- mire hacia la casa que tenía enfrente y vi a Thiago Tanner observandonos desde el filo de la ventana, intentando no ser visto con poco resultado. Entonces mire de reojo a Emma, que estaba con una mano en la frente en signo de indignación. ¡Aja! Ya se lo que traman. No me puedo creer que me tragara el lloriqueo de Emma.- Oye Emma, ¿sabes por casualidad la película que vamos a ver?- miró extrañada y no pude evitar sonreír levemente.
-Ni idea. Es tu casa, no lo mía.
-Cierto......Y claramente tú no sabrías nada que ocurra en esta casa a menos que yo te lo cuente privadamente, ¿llevo razón?- levante la ceja suavemente y ella miró hacia la casa disimuladamente, pero no lo suficiente como para que no me diera cuenta.
-Sí, claro. ¿Cómo si no me iba a enterar de lo que ocurre en tu casa?- resopló interiormente, pero para su desgracia yo me doy cuenta de todo. No miramos.
- ¿Thiago?
- Fiona.
-Elemental, querida Emma. Fiona siempre planea todo lo que ocurre en su casa, como la dueña que es de ella. Pero las dos sabemos a que no me refiero a eso- volvió a resoplar, esta vez fuerte.
-Las estaba repartiendo en la salida, cuando tenías ese examen de Biología tan difícil- sacó una invitación de su bolsillo y me la entregó - Se las cogí nada más verle pero ya habían cogido la mitad.
-M..........Eso es lo que es una gran M- resoplo indignada, a lo que me paro delante de mi casa. No pude ni llamar, ya que Meghan me abrió rápidamente.
-Bienvenidaaaaa.......-me dice con su voz aguda mientras sonríe forzada.
-¿Dónde está la fiesta?-no me ando con rodeos se que ella sabía que me daría cuenta.
-Detrás- veo que tú tampoco te andas con rodeos renacuaja- y no me llames renacuaja Ley.
- No lo hice- o al menos no en voz alta.
-Pero lo pensaste, como siempre- la imitó mientras se dirige a la cocina y voy hacia mi cuarto, que también es el de ella.
-Ley, tienes que ir al jardín. Se han esmerado mucho en hacerte esta fiesta.
-Sólo voy a dejar la bolsa- me giro al final de la escalera y le guiño un ojo antes de entrar a mi dormitorio que está enfrente.
Todo es perfecto, como siempre. Sólo han venido 20 personas de mi instituto, además de amigos del vecindario, que incluyen a los chicos de la esquina que siempre están jugando con una pelota y que a veces les acompaño en el juego.
-Ley, te vamos a hechas de menos- que mona esta hoy la pequeña diablillo.
-Gracias Scarlett, pero tus padres no te escuchan así que di lo que piensas en realidad d-i-a-b-l-i-l-l-o -digo lo último con timbre y mientras le estrujo los mofletes.
-Me encanta la idea de que te vayas, tú y tu hermanita. Creí que ella era peor que tú pero me equivoque. Sois tal para cual- se coge las dos manos y las deposita en un lado de su cara haciendo que parezca un angelito.
-Maldita niñata, menos que no soy de tu familia que sino te cortaba tu hermosa melena rubia al 0 y te metía una que no olvidarias en tu vida.
-Pero no eres de mi familia, ni siquiera podrías serlo ni en mil años- me disponía a arrancarle la cabeza de cuajo cuando mi amigo Andrew se acerco retrasando la futura muerte de aquella odiosa niña.
-Hola, Andrew- dijo felizmente Scarlett.
-Eso ya no funciona. Vete de aquí antes de que les diga a tus padres quien se comió todo el suministro de chocolate el otro día- puso su típica cara enfurullaña, se dio media vuelta, y se fue feliz con sus padres.- Vi que si no venía, desaparecería misteriosamente y se la encontrarían torturada mañana temprano.
-No podria- Andrew me mira asombrado y me veo obligada a especificar- No podría hacérselo a sus padres, ellos siempre fueron buenos conmigo y sufrirían mucho si su hija acaba muerta, y sobretodo si es porque la han torturado.
-Ah.....Cierto. Se me olvidaba que tienes corazón.
- Andrew, ya no se como explicartelo
-METÁFORA, LEY. SE LLAMA METÁFORA.
-SENTIMIENTOS ANDREW. SE LLAMAN SENTIMIENTOS.
-Pero no todos los sentimientos abarcan compasión, bondad y cariño.
-Elemental, querido Andrew- rodea los ojos y no puedo evitar reírme.
- ¿Cuánto queda para que se acabe la apuesta?- miro mi reloj de muñeca y respondo sonriente.
-10 minutos- abre los ojos como platos y me coje por los brazos.
*Flashback*
-Me aburro muchooooo-dijo Andrew desesperado.
-Veamos que sois capaces de hacer- añadí muy sonriente.
-La última vez perdí, y sinceramente me gustó. No pienso hacer lo que me digáis y menos sabiendo lo locos que estáis.
-Yo me apunto.
- Bien pues empecemos........ Algo fácil: sal a la calle y pídele a la primera chica que veas el teléfono sin camiseta- Emma abre los ojos y me mira con cara de complicidad. Hacia un rato recibimos un mensaje de Cayla, la chica que le gustaba a Andrew, que nos decía que iba a pasar por aquí y que nos vendría a saludar.
- Me parce bien. Acepto.
- Pues vamos- entonces se quita la camiseta y Emma y yo nos asombrados. ¿Andrew tiene tableta? Las dos nos quedamos con la boca abierta.- ¿Qué pasa? Os habéis quedado pasmadas- empieza a reírse y al final nos unimos a él.
- Bueno, vamos a la calle- salimos de la habitación
-POR FIN. ALABADO SEA EL SEÑOR.
-AMÉN, HERMANO. AMÉN.
Sin darnos cuentas estábamos con las manos y cabeza hacia el cielo, y lo habíamos dicho tan alto que eclipsamos la música que acababan de poner. Todos nos miraban como si se tratará de dos personas salidas del manicomio. Bajamos los brazos, nos miramos e intentamos aguantar la risa. Pero lo único que conseguimos fue escupirnos en la cara, lo que hizo que nos rieramos aún más. Emma viene hacia nosotros y nos mira divertida. Nos da una servilletas limpias y, aún divertidos, nos limpiamos la cara llena de saliva.
-¿Bailamos?- me dice después de limpiarse.
-Me encantaría- le cojo la mano y vamos hacia donde esta la pista de baile.
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¿Sueñas conmigo?
Teen Fiction-No aguantaré más-dijo llorando mientras se alejaba poco a poco de él. -Lo solucionaremos juntos. Te lo prometo- extendió la mano para que la cogiera. -No lo entiendes, esto me supera. Nunca pude pensar que llegaría a esto. -Esas palabras no procede...