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Fue hasta después de su cumpleaños número dieciocho que una pizca de esperanza le fue mostrada por los dioses de allá arriba.

Estaba en su habitación masturbándose con la imagen de su padre de la vez en que caminó por el pasillo del baño viendo su trasero desnudo luego de bañarse.

Su padre no parecía haberlo notado por lo que retrocedió y se puso en cuclillas. Se inclinó y miró el trasero balanceándose mientras cantaba en la ducha. Contempló con avidez las nalgas que rebotaban en cada notorio movimiento. Izquierda, derecha, izquierda, derecha.

Gimió cuando su padre dejó caer la barra de jabón sobre los pisos de baldosas frías, sonriendo maniáticamente cuando lo vio inclinarse hacia abajo para recogerlo, nalgas ligeramente separadas dejándole ver un adelanto de lo que quisiera profanar. La pequeña, rosa y perfecta entrada de su padre era sin duda, atractiva. Por lo menos se podría decir que se puso duro de nuevo.

Gimoteó cuando su padre volvió a bailar y tararear. Caderas balanceándose seductoramente como si supiera que tiene audiencia. Gracias a Dios, su padrastro era joven, es decir, estaba familiarizado con las tendencias musicales de los adolescentes porque en este momento hasta parecía hacer twerking. ¡Sí! Parecía moverse al ritmo del Twerking. La manera en que agitaba su trasero, era jodidamente caliente y Sehun no se había dado cuenta que ya estaba masturbando su pene hinchado.

"Padre." Gemía en susurros cuando Chanyeol comenzaba a bajar su trasero y Sehun no podía dejar de imaginarlo dejándose caer sobre su pene y esas gotas de agua que corren por esa piel tan deliciosa así como su sudor, con su pequeño agujero absorbiendolo todo. Deja escapar un gemido un poco demasiado alto, lo que le costó un Chanyeol cauteloso deteniendo su baile y girando a mirar a la puerta.

"¿Quién está ahí?" Pregunta, su voz gruesa haciendo eco a través de los azulejos.

"¿P-papá?" Trató de hacer su voz lo más calmada posible al tiempo que abría la puerta con la esperanza de tener una vista a la apariencia frontal de aquel cuerpo.

"Oh. Eres tú, ¿Sucede algo? ¿Fuiste tú el que gimoteó?" Su padre le preguntaba mientras tomaba una toalla y la envolvía alrededor de su cintura.

Mierda.

Aunque fue decepcionante, sacó provecho al momento. Miró lascivamente el estómago de su padre donde había un esbozo de abdominales y por lo que pudo ver hace instantes, tenía las piernas y muslos más perfectos porque; demonios, Sehun haría cualquier cosa porque su pene estuviera en medio de esos blancos muslos.

"S-sí, acabo de rasgar algo. ¿Hay curitas aquí?" Pregunta pasando al cuarto de baño.

"Oh, hay algunos en los cajones del fregadero. Ten cuidado la próxima vez, Sehunnie." Le regaña y este solo sonríe y asiente.

Llevándose un pedazo de bandita, inmediatamente vuelve a su habitación y termina sus asuntos, rápidamente sentado en una silla saca su pene duro como una roca y comienza a bombearlo con furia imaginando a su padre y a él desnudos bajo la ducha. Su padre de rodillas chupándosela en seco mientras él lo toma sus caderas, introduciendo su pene en su caverna húmeda, amordazándolo, golpeando la parte posterior de su garganta. Con su imagen rebotando en su polla, desmoronándose. Por segunda vez.

Definitivamente se estaba volviendo más necesitado con el paso de los sucesos.

daddy daddy - sechanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora