Narra Andrea*
Jeff me llevó a una casa en la cima del bosque, era muy linda. El camino había sido muy incómodo ya que ninguno hablaba, sin duda pasaba algo malo.
-Pasa Andrea.- Me dijo Jeff.
-¿Para que vinimos aquí?.- Le dije muy confundida.
-¡Sólo entra de una vez!... adentro te explico.- me dijo
-Esta bien.- le dije muy nerviosa.Entré yo primero, contemple el diseño de la casa, de repente Jeff tomó una botella y la rompió en mi cabeza, me desmaye y vi borrosamente a Jeff frente a mi...con esa sonrisa tan siniestra.
Desperté en un cuarto, Jeff estaba al borde de mi cama afilando su cuchillo, él se dio cuenta que desperté.
- Al fin despiertas.- dijo Jeff
-¿Que me pasó?.- Le dije
-A sólo te golpee la cabeza.- me dijo Jeff.
-¿Por que carajo lo hiciste? ¿Estas bien?.- le dije algo confundida.
-Oh estoy mejor que nunca, justo por esto te traje aquí. Por favor Andrea ¿No creiste que de verdad te amaba o si?. SOY JEFF THE KILLER, un asesino a sangre fría, sin remordimientos. Sólo te traje aquí para que seas mi juguete, actualmente e estado teniendo fuertes deseos de matar pero la policia vigila mucho este lugar y no me puedo arriesgar a que me atrapen, así que tu serás la persona en quien desquite mi ira.-No puedo creer que fui tan tonta..- Le dije.
-Jajaja fuiste presa fácil, jamás me enamoraria de ti.-me dijo con voz burlona.Las lágrimas cayeron de mi rostro, él tiene razón, es un asesino y pues fui una idiota al creerle. Me sentía tan mierda.
-Y que hay de los demás? De tus amigos.- le dije.
-Ellos no saben de esto, al parecer ellos si te tomaron cariño, que idiotas.-me dijo Jeff.-Y ahora que me harás?.- le dije preocupada y nerviosa.
-Oh, sólo te torturare, no te mataré.- me dijo Jeff.
-No puedo creer que confíe en ti.-le dije llorando.
- Yo tampoco puedo creerlo, eres tan tonta, una niña inmadura y tonta. Mañana empezará la diversión, así que esta será la primera y última vez que dormirás tranquila.- me dijo Jeff.
*Me quedé callada*
-Tu cuarto es el último del pasillo, ahí hay ropa.- me dijo.
Fui a "mi cuarto" y me recoste sobre la cama, no paraba de llorar, jamás había estado así por alguien, sin duda tenía que salir de ahí pero hoy no, no tengo fuerzas...me siento devastada.