Hasta la Muerte

En Londres, una de las ciudades más antiguas del mundo, vivía una joven de treinta y dos años llamada Laura con su pareja Juan de cuarenta años.  Estuvieron casados diez años, en los cuales solo hubo sufrimiento. Laura sentía que durante toda su vida le habían fallado y engañado. Su marido Juan le había sido infiel en muchas ocasiones, su familia la había abandonado porque se casó con un hombre que no tenía dinero. Por mucho que le advirtieron que era malo, ella no hizo caso omiso de sus palabras. Y para rematar, no tenía amigos.

Por eso momento ella tomó aquella decisión, esos eran los pensamientos de la adolorida que sostenía un cuchillo lleno de sangre mientras observaba fijamente del cadáver de su marido. Había desatado toda su rabia, celos, frustración y depresión sobre el mal nacido de su esposo.

-¡Pensabas engañarme... pero... no te dejaré hacerlo. Ni en el infierno... podrás deshacerte de mí!.- Decía como loca ahogada en sus lágrimas.

 La mujer colocó la punta del arma en su corazón y la empujó con todas sus fuerzas, en segundos dio su último suspiro. Mientras tanto, una joven de limpieza del hotel marchaba hacia las habitaciones para hacer el trabajo que le correspondía. Al ver que en una de ellas había dos cuerpo cubiertos de sangre, uno en la cama y el otro en el suelo con un cuchillo en su pecho, se llevó una gran sorpresa. Por lo que decidió llamar a uno de sus compañeros para que la ayudara con la situación. Ambos llegaron al acuerdo de llamar a emergencias. La ambulancia y la policía tardaron, por lo menos, treinta minutos en llegar. Los agentes observaban ambos cuerpo sin comprender lo que había sucedido ahí. Uno de los agentes los pudo reconocer, era su hermana menor Laura y el imbécil de su cuñado Juan. Dentro de su sorpresa exclamó una oración:

-Como dice el padre: "marido y mujer hasta que la muerte los separe".