➳Academia de elementos

Epílogo

24 de diciembre de 2050

—¡Mami pami! ¡Ya son las doce! ¡Es navidad! —grito Diego despertándonos a todos. 

—Te puedes callar estúpido intento dormir— grito desde su habitación Diana

—¡Si, porfavor! Mañana ya abrirás tus regalos, duerme. —grito Daniela desde la sala 

—¡Callense ustedes dos! Vuelven a gritarle a su hermano y los voy a castigar, el es un niño, tiene derecho a estar feliz por navidad. Ustedes que son ya unas viejas de 15 y 16 años que ya no les hace feliz. El tiene apenas 5 años, respetenlo. 

—Si, si, perdón.—dijeron las dos al mismo tiempo ya juntas en la sala.

—¡Papi papi cuentanos como conociste a mamá! ¡Y como te pidió matrimonio!.

—Bueno todo empezó cuando yo quise pedirle matrimonio, teníamos 9 años de novios ya íbamos para el 10 y ya era hora de casarnos. Fui a su casa cuando ella estaba durmiendo y hablé con el papá, me dijo que estaba completamente de acuerdo con que nos casaramos y eso me puso más feliz. 

*Dos días después ya tenía todo planeado, fue un 6 de abril, tuve dos días pensando que hacerle a mi hermosa novia y futura esposa, tenía todo listo, las palabras, el momento, y hasta sabía como se vistiria ella. Todo paso en una reunión de su familia a la que obviamente yo iba. Ella ese día me notaba muy nerviosa, pero dije las palabras más discretas del mundo para que no sospechara. 

*Cuando terminamos de comer, ya todos sabían lo que venía, menos ella. En un momento todos se quedaron callados y Cat se incomodó pues todos estabamos hablando. De pronto yo me paro y ella me mira, me pregunta que pasa y yo pues la ignoro. Agarré un micrófono y dije las palabras más bellas que pudieron salir de mi boca. 

*Me acuerdo perfectamente que dije. Mi princesa, esa que siempre ha estado conmigo, a esa a que siempre he amado y cada día la he amado más, esa que siempre paso buenos momentos, cuando estoy triste ella es la primera que está conmigo aconsejandome y abrazandome. Que esos momentos felices se hagan eternos. Estuve dos días pensando cómo diría esto. 9 años de novios y ya pienso que deberíamos subir otro escalon más. ¿Quieres ser mi esposa y nunca separarte de mi?. 

*Recuerdo que ella no podía hablar. Se paro y me beso, después grito ¡SI! Y todos aplaudieron y yo la abracé más fuerte que nunca. Una semana después fue nuestra boda y desde ese momento estamos felizmente casados y ahora con hermosos hijos de los que nunca me arrepentiré de tener. 

Mis hijos empezaron a aplaudir. Daniel nos abrazó a ambos mientras Daniela y Diana se secaban las lagrimas. 

—¡Fue la mejor historia de amor que haya escuchado! Pues por que las mayoría las he leído... Pero bueno, los amo mucho.—dijo Diana y nos abrazó. 

—Igual que yo, los amo muchisimo—dijo Daniela y se unió al abrazo. 

—¡Bueno esperen aquí, les tengo una sorpresa! —dije y me fui a la cocina. Saque de mi nevera, por que habían dos, la de todos y la que era mía, metía mis cosas que nadie, absolutamente nadie ni mi esposo podían agarrar. Tenía una torta de chocolate decorada con nuestras iniciales C S D D D. Lo puse en la nevera y saque cinco curachas para cada uno. 

—¡Para nosotros!—dije saliendo de la cocina, todos aplaudieron mientras lo ponía en nuestra mesa. Entregue cada cuchara y dije—Bueno, Diana ¿Tienes algo que contarnos? 

—Bueno—dijo mientras agarraba una cucharada de torta—me gusta alguien.. es de mi escuela, nosotros hablamos pero como amigos. No sé si le gusto, creo que no.