23. En tus sueños (final)

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Luego de aquello, el mundo sigue en catástrofe, pero esa organización fue derrocada. Todo lo que se arruinó en un día, sería arreglado en muchos años.

¿Y el corazón de Rafael?

Al pasar el tiempo, sus heridas emocionales mejoraron, volvió a trabajar, perdió el contacto con Rina luego de aquello y siguió disfrutando de su vida, tranquilo pero ayudando.

―Bueno, ya me voy ―saluda a su amigo y se retira de la comisaria como todos los días.

Se encuentra distraído, así que sin darse cuenta, se choca con una persona. Al levantar la vista, sonríe.

―Reina ―bromea.

―Prefiero Rina ―lo corrige―. Y dime oficial ¿Tienes el día libre?

―Para ti, siempre ¿Has venido a buscarme?

―Te extrañé. ―Se acerca a su rostro sensualmente.

―Creí que no querías verme, te fuiste y... ―Queda pensativo.

―Yo también necesitaba aclarar mis emociones. ―Lo besa.

Él la acepta y ambos tienen una escena romántica.

―¡¡¡Sí!!! ―Se escucha a su amigo Emit desde la puerta de la comisaria―. Al fin vas a dejar tu abstinencia.

―¡Cállate! ―le grita Rafael.

La doctora se ríe.

―¿Abstinencia?

―El hombre no tiene relaciones hace mil años, arréglalo, preciosa. ―Le guiña.

Ella sonríe.

―Claro, yo lo arreglo. ―Lo agarra de la chaqueta y se lo lleva de allí.

―Yuju ¡Al fin! ―grita Emit y entra adentro saltando feliz.

Es el momento de la acción, ambos se demuestran sus sentimientos en una noche apasionada y llena de amor. Al terminar e irse a dormir acurrucados en la misma cama, Rafael la abraza y le pregunta.

―Oye mi reina, ¿puedo entrar en tus sueños?

―Siempre.

El fin.

En tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora