Anoche escribí este pqueño drabble, se puede decir, no sé si lo voy a seguir, o no. Estaba tratando de sacar capítulo de la de Always y escuchaba november rain y salió esto. Si pueden leerlo con la canción de fondo, tal vez sientan algo XD
November Rain.
El sonido inconfundible de la máquina tatuadora se escuchaba en aquel lugar y la mano enguantada limpiaba la sangre que iba saliendo. Era un hermoso dibujo el que había creado para su cliente. Por eso la buscaban por ser una gran tatuadora. El rock que se podría considerar como de antaño resonaba en su local. En su espalda una hermosa serpiente florida resaltaba por el corte de su playera. El último toque al tatuaje dió por terminado aquel trabajo.
-Puedes verte en el espejo..- ella le sonrió para que el hombretón se levantará y diera un silbido al ver aquella obra de arte en su piel.- ¿Te ha gustado?
-Eres la mejor, ¡esta increíble!- le termino de aplicar la solución para limpiar cualquier rastro de sangre y desinfectar el área. Lo cubrió con una tela especial y le dió las recomendaciones de siempre, que no se asoleará mucho entre otras precauciones. El cliente pagó muy bien por su trabajo. Empezó a limpiar su área de trabajo y los otros tatuadores también para irse despidiendo, ella era la dueña de aquel lugar. Fue terminando de recoger lo que se pudo quedar sin guardar. La música la bajó un poco y fue hasta la puerta donde puso el letrero de "CERRADO" apagando el anuncio que brillaba. Con rapidez sacó lo ganado de ese día y meterlo en una caja de seguridad que tenía en la oficina de la tienda. No había sido un mal día. El sonido de alguien tocando en la puerta de cristal la asustó un poco, afuera llovía, la típica lluvia de noviembre.
-¿Puedo hablar contigo?- otra vez él con aquella expresión algo infantil a pesar de su físico y corpulencia amén de su enorme estatura. Dió un suspiro para destrabar la puerta y dejarlo entrar.Sus ropas estaban empapadas y tiritaba de frío.- Gracias.
-No sé que haces aquí. Te hacía al otro lado del mundo.- Jason se acercó hasta el radiador que aún estaba encendido para sacarse la chaqueta y ponerla a secar un poco. Ella intentaba no verlo mucho, ni ponerse en evidencia que estaba muriendo por abrazarlo, besarlo como la última vez.
-Me di una escapada. La última vez que nos vimos las cosas no terminaron bien.- Santos se encamino hasta una barra donde tenía una máquina de hacer café y té. Le preparó un té verde como sabía que le gustaba y se lo tendió para ella beber del suyo.
-Fui clara contigo Jason. Terminamos porque era necesario, tu con tu familia y yo por mi lado.- eso le gustaba de ella, que era directa y no se andaba con niñerías. - Ahora no le veo el caso que hayas vuelto.- se sentó frente a él en aquel cómodo puf.
-Me porté mal contigo, te prometí tantas cosas y no las cumplí. Todo este tiempo me he sentido un miserable.- Santos sintió el corazón encogerse, lo conocía bien y no estaba mintiendo, pero no podía darse el lujo de caer otra vez. De dejarse llevar por la pasión salvaje que los uniera.
-Ya no importa, ahora me doy cuenta que no era amor. Sólo deseo, pasión, nos divertíamos y ya. Eso nos llevó a estar juntos pero nada más. Al paso de este tiempo me he dado cuenta que lo mejor fue separarnos, tu tienes tu familia, tu mujer, tus hijos. Yo mi libertad, y creo merecer un amor para mi sola. No te lo voy a negar, lloré mucho, maldije tu nombre. Creí que moriría pero mírame. Aquí estoy, tengo mi negocio, me va bien. Y conocí a alguien..
Cuando escuchó aquello para Jason fue como un golpe en la cabeza. Santos, su querida Santos tenía un nuevo amor. Lo había olvidado.
-Creo entonces que no tengo nada que hacer aquí.- ella asintió- fue muy iluso de mi parte el pensar que siempre me esperarías. ¿Cómo se llama?- Santos esbozo una sonrisa que iluminó todo su rostro.
-Daniel...se llama Daniel..- sólo dijo eso. -Y desde que llegó a mi vida me ha hecho la mujer más feliz de todo este mundo. Mi corazón se volvió a ocupar por un amor tan grande que no se compara con el de nadie, te lo puedo asegurar.
-Entonces es mejor que me vaya..- se levantó del sillón para tomar su chaqueta. Santos tomó la taza vacía que Jason le entregará. - sigue lloviendo...
-Si, la lluvia de noviembre...- Jason la abrazo antes de marcharse, Santos cerró la puerta con fuerza para tomar su propia chaqueta y encender las alarmas de su tienda de tatuajes y subir al departamento que quedaba sobre su local.
Cuando abrió la puerta de su casa la sonrisa de él la saludo. Lo abrazo con fuerza para esconder la cara en el hueco de su cuello.
-Mira lo que te hice..- le mostró un dibujo donde estaban juntos-¿Te gusta?
-Si Daniel, es precioso- el volvió a sonreír para besar su mejilla, Santos observó aquellos ojos que le recordaban otros.
-¿Porqué lloras mamá?- cuestionó el pequeño de 10 años. Ella se limpió las lágrimas para sonreír.
-Los días de lluvia siempre me hacen llorar..- el niño la volvió a abrazar para los dos sentarse a cenar algo. Jason no sabría los resultados de aquella pasión, de esa locura que los unió. Cuando al fin Daniel se durmió ella encendió su computador se colocó los auriculares para escuchar música mientras ingresaba las ventas de ese día en la tienda. Abrió una de sus redes sociales para subir las fotos de sus trabajos hechos en la página de su tienda y en la bandeja de entrada de mensajes privados halló uno de @PrideofGypsies y supo que era Jason.
"Supongo que no tiene caso enviar esto pero no pude evitarlo, intenté ver en tu perfil pero lo tienes en privado. Me siento como un idiota al escribirte, no tengo derecho alguno en pedirte cuentas, han pasado muchos años luego de nuestra última vez juntos. Creí que el amor siempre sería eterno pero no es así, alguna vez se tenía que terminar. Todos necesitamos a alguien, lo sé bien. Fui bastante egoísta al pensar que estarías ahí para mi cuando lo deseará. Porque nada dura para siempre.Me dejaste solo caminando en esta fría lluvia de noviembre. Jason"
Ella se quedó en silencio mirando la computadora pero las lágrimas le hacían borrosa la visión, al tiempo que la voz rasposa de Axl coreaba...
"Y no importa la oscuridad, juntos encontraremos el camino, porque nada dura para siempre... Incluso la fría lluvia de noviembre..."
