Five Senses

1.

La vida te trae cosas buenas y malas, Todo depende en que ángulo decidas verlo.

YiXing ama a su madre, siempre la admiró y la apreció por todo lo que hacía por él.

Su padre murió cuando YiXing era apenas un bebé, por lo tanto no lo recuerda, pero quiere suponer que fue un buen hombre.

Le encantaba ver el cielo nocturno manchado de innumerables estrellas que tenían una historia que contar, al igual que la luna. Una vez su madre lo llevó al campo donde pudo ver luciérnagas, los seres más hermosos que había visto, brillaban por si mismos y aquél color amarillento en su brillo le hacía sentir calidez. También sacó una conclusión: el amarillo se parecía al numero siete. ¡Vaya sorpresa!

No le agrada mentir, porque en su paladar y lengua sentía un feo sabor amargo, casi parecido al aceite de bacalao. Mucho menos decir malas palabras o ser mal educado y grosero, porque entonces sentía un sabor tan agrio que le provocaba disgusto.

En cambio, amaba ser cortés, respetuoso y amable al hablar, pues le gustaba la sensación dulzona que le producía el sabor más exquisito del universo, incomparable con cualquier otro dulce. Por lo tanto fue un niño bastante bueno, que siempre sonreía mostrando un hoyuelo adorable y era feliz.

Empezó a amar el ballet, gracias a su hermano adoptivo. Si, su madre se había casado con un señor muy divertido y bueno el cuál tenía un lindo hijo, un año menor que YiXing.

Su hermano escuchaba esa música a todo volumen, entonces YiXing podía oirla desde su habitación, y le encantaba los colores que producía esa melodía, colores calmados, tonos
que tal vez no han sido descubiertos por el hombre, pero que YiXing había visto, lo cual le maravillaba.

Aquél hermano, de nombre JongIn, sintió curiosidad e interés por YiXing desde que lo escuchó hablar con su ahora madrastra.

»JongIn escucha música muy hermosa mamá, ¿Viste que bonitos colores hay en aquella música? son los más preciosos que nunca en mi vida había visto. Quiero tener un disco igual. ¿Podria ser posible...comprar uno para mi, mamá? Quiero que la música llene de colores toda mi habitación«

JongIn nunca había escuchado a alguien refiriéndose a la música de una manera tan especial, fue como si YiXing hubiera escuchado esa música un millón de veces y la amara con toda su alma, para describirla de esa manera.

JongIn comenzaba a ser cercano a su hermano poco a poco, y éste no se negaba al chico moreno. Ambos escuchaban ballet en la habitación que después de un año siendo demasiado cercanos y casi inseparables, habian decidido compartir. JongIn quien sabía bailar, le había enseñado a YiXing y ahora ambos tenían una pasión infinita por el baile, no sólo de ballet, sino de distintos ritmos que fueron un gran descubrimiento para el chico del hoyuelo.

YiXing le hablaba a JongIn sobre los colores que veía gracias a la música, el sentimiento que le producía ver colores, cada tono le daba una sensación distinta. Y la mejor parte, su infinita amabilidad a cambio de la sensación dulce en sus labios y paladar.

JongIn quedaba perplejo e impresionado por lo que sucedía con YiXing ¿Cómo sentía aquello su hermano? A veces se sentía celoso de ello, pues él aunque decía palabras bonitas hacia las chicas que le gustaban, en lugar de sensación dulce, recibía un tremendo golpe en sus mejillas por parte de aquellas.

Fue un día cuando JongIn supo que era lo que tenía YiXing para ser así de peculiar. Estaban en el hospital, para una revisión de rutina cuando JongIn no pudo evitar callarse y preguntar a uno de los doctores sobre los "síntomas" de YiXing. Este doctor se había sorprendido de esa extraña descripción y le habia dicho a JongIn que era esquizofrenia; supuestamente, todo sucedía sólo en la mente del chico del hoyuelo.