Por la Gracia de Dios.

El perdón.

Hay muchos tipos de perdón.

Está el perdón hacia uno mismo, hacia un amigo, familiar, extraño o enemigo, pero quiero hablar de uno en especial.

El perdón de Dios.

Seguramente más de una vez has escuchado de algún cristiano o creyente el "todos somos pecadores", tal vez estás harto de que te hablen del pecado, tal vez no entiendas qué es o porque se le llama así o las clases de pecado que existen, pero hoy más que decirte "pecador" quiero llamarte al perdón.

Sé que hay algo en tu corazón que diariamente te dice qué es bueno y qué es malo, sé que más de una vez has hecho eso que dijiste que no harías o te has defraudado a ti mismo(a), puede que simplemente tu vida esté LLENA de esas cosas que no debías y no puedes salir y no tienes el valor de pedir ayuda, puede que hay tanto de eso que te acostumbraste y crees que es lo que eres, puede que ya hayas estado cerca de Dios pero te alejaste porque caíste en cosas que sabes que a Él no le agrandan, puede que simplemente necesites un rayito de esperanza.

NO importa en dónde te encuentres, sé que ya lo tienes identificado, NO importa qué tan "pecador" te creas, quiero contarte una historia, de las más famosas de la Biblia.

Se encuentra en Lucas 15:11 y dice así:

«»Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos le dijo a su padre: "Papá, dame lo que me toca de la herencia." Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia. »Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada.

Antes de continuar me gustaría relacionarlo con nuestras vidas, ¿cuántas veces no hemos malgastado todo lo que se nos da?, más allá de dinero, hablo de cosas más importantes, dones, tiempo, esfuerzo, amor, pero entonces cuando ya hemos perdido todo eso, buscamos en lugares donde tampoco encontraremos nada, por miedo al arrepentimiento.

Continuando:
Por fin recapacitó y se dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros." Así que emprendió el viaje y se fue a su padre.

Quiero recalcar el "recapacitó" en otras versiones dice "volvió en sí", porque justamente, es ese punto en el que necesitamos volver al camino y darnos cuenta de lo que estaba fallando, pero sobre todo, reconocerlo y arrepentirnos.

»Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo." Pero el padre ordenó a sus siervos: "¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado." Así que empezaron a hacer fiesta.»

Esa manera, la manera amorosa, la manera de aceptación, esa manera, es la manera en la que Dios te recibe, ya sea que hayas pecado miles de veces, que nunca te hayas acercado a Él o que de alguna manera lo hiciste pero te alejaste, HOY, te invito a que digas "Perdóname Padre, Quiero volver a ti, me arrepiento de la vida que he llevado" y Él, es su amor, en su poder, su misericordia y Gracia, te dará su perdón.

Hoy más allá de escuchar cristianos llamándote pecador, quiero que escuches cristianos llamándote perdonado, justificado y amado. Porque de eso se trata su amor y su Gracia y su Misericordia.

Te invito a orar, es la manera más sencilla que tenemos para conectarnos con Él, te invito a intentarlo.

Con cariño y fuerza, Z.