Capítulo 13

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FIC: Amor Prohibido
Capítulo 13

>>By Amber<<
El avión había despegado ya en Seúl, me sentí impaciente por dentro al costado de Krystal quien sonriente se puso de pie estrechándome su mano, sostuve su mano para también ponerme de pie y ver atrás de Luna, Sulli, Victoria y al mánager.

Salimos del avión ya camufladas, pero aun así el aeropuerto estaba lleno de fans, sonreí ante ello para separarme de Krystal, supuestamente tenía una cita en el hospital, Krystal me creyó sin hacer preguntas.

--- 2 horas después ---

Llegué al lugar citado, un hotel donde ella había ya reservado una habitación, estaba de pie a cabeza camuflada y accedí a la tarjeta de la habitación con la que podría entrar, ya en el piso correcto abrí la puerta para cerrarla detrás de mí, camine por el salón hasta una habitación sin puerta donde había una cama muy grande, la vi de espalda acostada, traía una diminuta toalla y el cabello húmedo, era un hecho de que se había dado un baño.

Me incliné más sobre ella y le robé un beso, ella se agitó, entre abrió los labios pero no dijo nada.

-Ya me excitaste -le susurré-

Sus párpados se movieron un par de veces pero parecía seguir sin querer despertar, no dijo nada, pero de pronto noté como sus lindos labios esbozaban una sonrisa pícara y tentadora.

Inmediatamente me quité los zapatos, me demoré un poco pero pronto me encontré sobre ella comiéndole los labios y recibiéndome como yo le había dicho que me gustaba, su boca se abrió dispuesta, su lengua se me presentó sumisa y a la vez violenta, mordí su labio inferior, succioné el superior, luego introduje mi lengua hasta alcanzar el paladar de su boca, sentí su saliva como mía.

Me perdí en la curva de su cuello, en su mentón y en sus hombros, dejaba besos, lamidas y mordidas en el camino, aun sabiendo que una vez descubriera las marcas me reñiría como nunca, Ah, podía soportar una regañada, pero en ese momento, no podía soportar la idea de detenerme y continúe.

Froté mis manos contra la tela de mi pantalón para calentarlas, luego, como hormigas siguiendo un caminito, las yemas de mis dedos encontraron el camino desde sus caderas hasta sus senos, retiré un poco la toalla para dejarlos ambos al descubierto.
Con la palma los bordeé, deslizándola sutilmente de arriba abajo, sin cubrirlos plenamente, sólo bordeándolos, mientras embelesada, miraba sus claros pezones mientras estos se endurecían, besé generosamente sus labios, para luego concentrarme plenamente en sus pezones, me gustaban sus pezones, pequeños y puntiagudos, con la punta de la lengua los bordeé, dejando humedad allí, por donde ésta pasaba, luego atrapé la punta entre mis labios, ejerciendo un poco de presión, no mucha, sólo la necesaria.
Rápidamente le quité la toalla y la mandé a volar, Quedó tirada en un rincón, no supe ni mi interesaba, mientras mis labios seguían jugueteando con sus pezones, mis dedos comenzaron a hacerlo en su abdomen, así, por encimita, tocando ligeramente, deslizándome más abajo, para terminar acariciando su entrepierna, cerca y lejos a la vez; luego sus muslos, nuevamente su vientre, su bajo vientre, otra vez sus piernas, ella se agitaba, buscaba mis manos, se abría y suspiraba.
Decidí dejar el jugueteo, pronto mis dedos otra vez se encontraron en su bajo vientre, pero esta vez no los desvié a ningún otro lado, siguieron bajando hasta encontrarme con su humedad, una suculenta humedad que tentaba mi lengua. Deslicé los dedos suavemente, sentí su clítoris como si palpitara y lo palpé con cuidado, a una velocidad incitante pero moderada.
Ella se retorció un poco, gimió, me asió por el cuello, pero luego levantó mi rostro a la altura del suyo y me comió la boca, La besaba mientras mis dedos la complacían, sus caderas habían comenzado a moverse, buscando arrancarle más intensidad a mis caricias, me separé un poco y la quedé viendo fijamente, con mucha paciencia comencé a introducir un dedo dentro de ella, mientras lo hacía, ni siquiera me atreví a quitarle la vista de encima, ella me miraba y yo a ella, estaba igual que excitada que yo, podía verlo en sus ojos.
Agobiada por mi paciencia, empujó sus caderas, envolviéndome por completo, le sonreí pícaramente y ella me devolvió la sonrisa, Luego, dejando muchos besos por todas partes, fui descendiendo, hasta que mi lengua probó lo que tanto había estado esperando.
Su cuerpo se tensó una vez más mientras la punta de mi lengua bordeaba pacientemente su clítoris, La movía con movimientos circulares, luego la presionaba intermitentemente, acercando más mis labios para intentar atraparlo entre estos, y chuparlo y succionarlo a mi antojo, pero a veces se me dificultaba, y esa ocasión fue igual, terminé entonces con sus labios mayores entre los labios de mi boca.
Ella volvió a estremecerse.
Aproveché e introduje mi lengua, la moví lo mejor que pude, esperando que mi mejor esfuerzo no la desilusionara, Su cuerpo siguió tensándose, y la vi sujetar las sábanas con fuerzas.
Una vez más me sentí tentada a penetrarla con mis dedos, pero esta vez introduje dos y comencé a explorarla, a llenarla con movimientos circulares, rápidos y lentos, separando mis dedos dentro, intentando meterlos hasta donde ya no pudiera más. Mientras lo hacía ella se reincorporó un poco, se sostenía con sus codos, sus piernas cada vez más abiertas mientras me miraba fijamente, yo le despegué la vista únicamente para seguirla besando ahí donde tanto me gustaba saborearla. Porque me gustaba su sabor. Al inicio no me había terminado de acostumbrar, pero después simplemente me encantó.
Se terminó de reincorporar aplastando mi mano en el proceso, me abrazó y me besó, mis dedos seguían prisioneros en su interior.

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