After Midnight

20/01/16

     La mayoría de los pueblos, tienen siempre una historia, una leyenda desde fantasmas hasta psicópatas, es suerte que sea yo quien pueda contar la del lugar donde vivía. Fue ya hace más de 40 años atrás y aún no he podido olvidarlo.

Nunca había visto un lugar como ese el ambiente me hacía sentir rara, triste o tal vez solo eran mis nervios, un hombre de cabello largo y una barba de meses se paró frente a mí y puso sus manos en mis hombros.

-no mires eso.
 -¿Qué?

Escuche un grito y luego el cuerpo de mi madre caer al piso y un charco de sangre comenzar a formarse a su alrededor.

-cuando ese reloj -señalo el reloj que colgaba en la pared que teníamos al frente- marque las 4:00 pm será tu turno.

Eran a penas las 3:00pm pero en un abrir y cerrar de ojos veía el cuerpo de mi hermano caer al piso y al mismo tiempo al reloj marcar las 4.

Mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a latir más y más rápido y aunque sabía que no arreglaría nada, llore, llore por mi hermano, llore por quererme ir pero quedarme al mismo tiempo.

El hombre de antes sin preguntar me dio un abrazo el que correspondí después de unos minutos me aleje de él.

-la puerta de atrás no está vigilada necesitas un código para abrirla 1290, no lo olvides yo lo distraeré -se acercó a el reloj y atrasó un poco la hora- tienes tiempo.

Voy a agradecer cada instante de mi vida a ese tipo aunque jamás supe si él era un cómplice de aquel asesino ni por qué había decidido ayudarme, jamás lo volví a ver.

Unos 6 años después de aquello un viernes al salir de mi trabajo decidí sentarme en una banca dentro del centro comercial en el que trabajaba donde había varias personas de la tercera edad que parecían hacer fila para algo.

-¿cansada?- me pregunto una de las señoras
-ni se imagina, ¿para qué es la fila?
-esperamos nuestro turno para ver a él oculista.

De un pequeño consultorio salió un hombre con bata, el que tiempo atrás me había arrebatado a la única familia que tenía, me puse de pie y camine lo más rápido que pude a la salida pero antes de que pudiera abrir la puerta alguien me tomo por el brazo, me di la vuelta y quede frente a frente con aquel monstruo.

-¿cuál es tu nombre?
 -Me-Melissa - dije el primero que se me vino a la mente.
-bonito nombre -me soltó- lo siento te confundí con otra persona.

Me dedico una sonrisa y mientras yo salía de ahí lo escuche gritar "siguiente" y me marche molesta conmigo misma por no haber podido ayudar a aquellos pobres viejos que pasaban sin saber , de uno en uno a su muerte.

-Z