Para siempre...Fin.

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— No veo la hora en que nazcas mi princesa, quiero tenerte entre mis brazos— dijo acariciando mi barriga

—Ya no queda nada, en breve tendremos a nuestra princesa en nuestros brazos— Sonreí

—Me siento tan feliz...— dijo Justin

— Mi Amor— dije mientras lo miraba

—¿Qué?— preguntó

—Creo que es hora de que regreses a la música— dije

—Mi amor eso sería pasar mucho tiempo lejos de casa, quiero dedicarme a ustedes, me perdí casi un año de Justin J, ahora quiero disfrutar cada etapa— dijo mirándome

—Sí, lo se... pero la música forma parte de ti, tu eres Justin Bieber y tus fans te esperan— dije

—Hagamos algo, cuando nazca nuestra princesa y pueda viajar haré un tour corto, solo en algunos países y ciudades significativos para poder ir los cuatro y después ya veremos que pasa—

—Está bien— dije ,nos besamos

—Mamá...kiki— dijo Justin J

—Eyy campeón, ¿Quieres ver los dibujos?—dijo Justin caminando hasta nuestro bebé que cada día crecía mas rápido

—¡Sí!— gritó feliz, yo sonreí al verlos, en ese momento sentí una ligero pinchazo en mi abdomen, era una contracción pero no como las de siempre, eran más seguidas y más dolorosas

—Justin...— dije, el me miró— Llama a Dulce— pedí

—¿Que pasa?— preguntó mientras caminaba hasta mi

—Creo que... estoy de parto, auch— de nuevo un pinchazo, me puse de pié —Vas a ser papa de nuevo— dije

—¿Ya?— preguntó nervioso

—Sí, Justin deja el nerviosismo para después y llama a Dulce que esto empieza a doler mucho— pedí

—Sí, sí perdón— dijo mientras marcaba su número

Dulce llegó lo mas rápido que pudo, Justin me llevó al hospital

—Tranquila... Ya casi llegamos— dijo Justin mientras me miraba

—Estoy tranquila pero creo que nuestra hija quiere nacer ya— dije mientras intentaba mantener las respiraciones y controlar el dolor

Justo entrando rompí bolsa, me metieron rápido en el paritorio, Justin estaba conmigo, sujetaba mi mano, lo observé, se veia tan emocionado.

—No da tiempo de poner nada, ya esta aquí... Asi que vamos señorita Bieber usted puede, empuje— pidió el doctor

—¿Qué? ay Dios... — dije nerviosa

—Vamos mi amor, puedes hacerlo—apretó mi mano

Estaba sudando, Dios mio como dolía, por un momento creía que iba a perder el conocimiento pero un empujón más y mi princesa había nacido, estaba bastante cansada, me tomé unos segundos para recuperar el aliento.

—Lo hiciste muy bien nena...— beso mi frente, vi sus ojos empañados

—Felicidades a los papás— Justin la tomó en brazos

—Hola mi princesa— besó su frente, podía morir en ese momento, no podia ser más feliz —Aquí está mamá— la puso sobre mí

—Mi princesa— tomé su pequeña mano

—Mía Bieber Puente— dijo mientras nos miraba

—Me encanta...— Sonreí

Aun no habíamos decidido el nombre hasta ese momento, despues de unos dias volvimos a casa, ahora si habíamos cumplido con la vida. Teníamos la parejita.

—Estoy muy orgulloso de ti, eres la mujer mas fuerte que he conocido, te amo Anahí Bieber— dijo Justin mientras nos observaba a Mía y a mi

—Y yo a ti— ambos sonreímos

Un mes después.

—Colóquense para una foto—pidió Jeremy

Justin cogió a Mía y yo a Justin J, nos sentamos y Jeremy nos sacó la foto

—Realmente hermosos... Creo que voy a llorar—

—¡Papa!— protestó Justin

—Solo estaba bromeando— ambos rieron

—A ver...—mire la foto —Mía cuando seas grande podrás golpear a tu abuelo por insistir en que te pongamos el pijama que era de tú papa— reí

—Es que con Justin J ya no pude, además fíjate esta igualita que Justin cuando bebé—

—Pues si... Mis hijos se parecen a su papa, y a su mama que los cargo 9 meses y los trajo al mundo nada—me cruce de brazos mientras hacía una mueca

—Jajaja no es cierto— dijo Justin —Mi príncipe tiene tus ojos y tu carácter— ambos reímos

—Si...aunque se parece más a ti cuando hace travesuras— dije

—Uy no te ha es una idea de lo que hacía Justin cuando era pequeño, mi nieto es un angelito al lado de su papa—dijo Jeremy cogiendo a Justin J

—¿Que tal un partido de fútbol con el abuelo?— el asintió y empezaron a jugar, yo sonreí

—Goool!—grito Justin J, Jeremy y Justin J se alejaron un poco

—Mi amor...soy tan feliz— lo miré

—Yo también lo soy, gracias por aparecer en mi vida y convertirla en felicidad, amor...miranos, estamos casados, tenemos dos hijos hermosos ¿que más podemos pedir?— dijo Justin

—Nada— Sonreí
—Te amo para siempre...—
—Para siempre— Sonreí y nos besamos

La vida no era perfecta pero tenía momentos que sí lo eran.

Tiempo después.
Justin volvió a los escenarios, estuvimos un año de gira por todo el mundo hasta que tuvimos que regresar por el colegio de Justin J, fue duro ver como nuestro pequeño nos decía adiós con su manita y entraba a su colegio como si nada, lloramos al ver lo rápido que crecía nuestro bebe, sabíamos que sería un gran cantante como su papá, siempre trataba de imitarlo. Mía ya tenía un año, se parecía mucho a mí, había cambiado bastante desde que nació, era bastante más tranquila en comparación a su hermano. En cuanto a Selena fue sentenciada ya que no tenía ningún problema psicológico y bueno Justin y yo cada día nos enamorabamos aún mas.

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.

Asi es, yo había encontrado a mi hilo rojo...a pesar de la distancia a pesar de los problemas a pesar de todo

a pesar de la distancia a pesar de los problemas a pesar de todo

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FIN.

El Hijo De Un FamosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora