Nuestras fiestas no son como el modelo de fiesta que todo el mundo tiene. Nosotras leemos libros que pertenecen a sagas, como Harry Potter o El Señor de los Anillos. Para nosotras la cultura es poder y no el alcohol.
Así que tras pasar dos horas recogiendo mi desastre de habitación, pican al timbre. ¡Que ya han llegado! Voy corriendo a abrir la puerta. Es Enne.
Yo: - ¿Has traído el libro?
Enne: - Pues claro que lo he traído. ¿Dónde dejo el abrigo?
Yo: -En mi habitación.
Tras pasar la puerta de mi cuarto, llaman otra vez a la puerta. No podrían ser menos puntuales, no. Vuelvo a recorrer todo el pasillo para abrir de nuevo la puerta y encontrarme a Lebana detrás, con su libro de Percy Jackson.
Yo: - Antes de que preguntes, la chaqueta en mi habitación.
Lebana: - OK.
Mi habitación es bastante grande, por no decir que ocupa una planta de la casa entera. Está en el tercer y último piso. La puerta es de madera de caoba y el pomo de oro cobrizo. Justo al abrirla, hay una cama de matrimonio a la derecha, con una mesita de noche con tres cajones, dos blancos y uno negro. A unos dos metros a la derecha de la cama, se encuentran los diez armarios, intercalando el blanco y el negro. A la izquierda de la puerta se encuentra el sofá y el puff, los dos de color azul. En la azul pared del fondo se encuentra el escritorio blanco, aunque en estos momentos no se ve el color por la abundante cantidad de papeles, libros y ropa que ocupa todo el espacio.
- ¿Preferís la pizza de barbacoa o de jamón serrano?- les pregunto.
- Barbacoa – responden al unísono.
Impresionante lo bien que nos sincronizamos a veces. Al cabo de 20 minutos llaman a la puerta.
Para ser sincera, el pizzero no era el típico de las películas. En las pelis los pizzeros son guapos, jóvenes y sexis. El que está en mi puerta es calvo, viejo y gordo. Me entrega la pizza, le pago y se la llevo a mis amigas.
- Nunca he entendido que la caja sea cuadrada, la pizza redonda y los trozos triangulados.
Olé esas frases filosóficas de Lebana. Qué buena está dios. La pizza, digo. Queda el último trozo. Y será para mí.
- Que empiecen los septuagésimo séptimos juegos del hambre. – grita Enne.
Todas nos lanzamos hacia la pizza, y a empujones, patadas y manotazos acaba consiguiendo el cacho Enne. No se vale, ella hace karate.
En cuanto se la acaba nos ponemos enseguida a leer Percy Jackson y El mar de los monstruos. El primer libro nos gustó mucho, esperemos que no nos decepcione este, ya que normalmente en las sagas, sobretodo trilogías, el mejor libro suele ser el primero, y a partir de ahí va de mal en peor. Pero siempre hay excepciones. Y espero que esta saga sea una.
Mientras hacemos una revisión rápida de la sinopsis y una avaluación de la portada, suena mi móvil. Es raro, casi nunca recibo mensajes y mucho menos llamadas. Comienza a sonar la melodía de My Girl de The Fooo Conspirancy.
- Cógelo, vamos. Por una vez que te llaman...
Que agradable es Enne a veces.
Pero hay algo en la pantalla de mi teléfono que me deja petrificada. El número no lo conozco, pero por lo que se ve está en mis contactos, ya que lo tengo agregado, aunque no recuerdo haber agregado a nadie que no conozca. Y mucho menos que se llame Muerte. Me está llamando la Muerte. Literalmente.
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Aquí esta nuestro segundo capítulo. Esperamos que os guste y os riais como lo hemos hecho nosotras.
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La jugada de la muerte
Science FictionTres mejores amigas de Inglaterra han decidido hacer una noche de chicas. Pero ocurre algo, algo extraño. Una llamada le llega a una de las chicas diciendo un lugar y una hora en la que tienen que estar para recuperar a su mejor amigo y sus antiguas...