Capitulo 3 - ¿El desenlace? -

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La nota decía: en este lago debes tener cuidado... Ya que hay cocodrilos y pirañas.. Busca una forma de cruzar.

No muy convencido lo primero que se me vino a la cabeza fue revisar que hay alrededor.

- Maderas -dije confundido-. ¿Porque hay maderas aquí?

Levante mi mirada y vi herramientas. Desde un destornillador hasta clavos. Así que pensé en construir un Barquito.

Luego de un buen rato construyendo logre conseguir lo que necesitaba. Pero cuando lo pongo en el lago un cocodrilo salta fuera del agua y se acerca corriendo hacia mi. Me logre subir al barco pero el cocodrilo rompió una madera y comenzó a entrar agua al bote. Y fue ahí que me di cuenta que no tenia remos. Así que con toda mi valentía metí mi mano en el lago y lo hice parecer un remo. No llegue muy lejos pero al llegar a la otra punta saque mi mano justo a tiempo. Una piraña nadaba rápidamente hacia mi mano.

Baje del barquito y la tercera puerta se abrió. Otra nota que decía: ULTIMO DESAFÍO, pero el mas complicado. Se trata de parkour. Suerte.

Entre a la habitación y precisamente encontré lo que decía la nota... ¡¡¡PARKOUR!!!

Subí al primer escalón, al segundo, al tercero, y así hasta llegar al escalón N° 18 donde el espacio entre escalón y escalón era mucho mas amplia. Así que tome la mayor carrera que pude y salte. Raramente creía que me caía, pero algo hizo que yo siguiera en el aire hasta llegar al escalón. Seguí así y llegue al ultimo escalón donde no sabia donde ir. No había salida. Encontré una nota pegada al costado del escalón anterior y la agarre. La nota decía: Prueba superada. Si lees esto grita tu nombre y apellido, y salta... SALTA a la nada. Lograras llegar a donde realmente deberías estar. Yo hice caso. Así que grite con todas mis fuerzas mi nombre y salte, ¡¡¡SALTE A LA NADA!!! Me dirigía a una luz blanca, tan blanca como un vestido de novia. Empecé a escuchar voces que decían mi nombre. 

Todo se hizo claro, un techo blanco, una cortina verde marino. Me había despertado, todo este tiempo había estado en un sueño. Ahí fue cuando lo recordé todo: Yo no soy un niño normal, soy paraplejico Alcance a ver a una persona alta, morocha y viejita. Era mi madre. Ella vino corriendo hacia mi lado y me abrazo muy fuerte. Logre soltar unas pocas palabras pero no bastaron. Mi mama me explico que habían pasado 20 años desde que quede en coma y estaban a punto de desconectarme. Mi padre murió hace unos meses y solo quedaba mi madre. Yo solté una lagrima.

La vida normal que quieren todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora