Las visiones de Leigh.

Capítulo 1

Era primavera, y como todos los años, se formaba un nido de golondrinas junto a mi ventana.
Me encantaba el hecho de que llegasen estas fechas, porque adoraba cuidar y observar a las golondrinas que aprovechaban la repisa de mi ventana para anidar. Todos los años, nunca fallaban.
El macho y la hembra iban y venían trayendo ramas, más grandes y más pequeñas, para entrelazarlas entre sí y darle, poco a poco, forma al nido.
A veces, cuando los dos salían a buscar ramas, yo intentaba moldear lo que llevaban construido, para darle un poco de forma.

La tranquilidad se acabó en cuanto mi móvil vibró violentamente, notificándome de un nuevo mensaje.
Era Ciara, otra vez pidiéndome, mejor dicho, suplicándome la asistencia al salvaje viaje que íbamos a realizar mi grupo de amigos y yo. Se suponía que íbamos a asistir, junto a los demás alumnos de nuestro curso, al viaje de fin de estudios ya planificado por la administración del instituto; pero, en cambio, en mi grupo tuvieron la fantástica idea de realizar un viaje por nuestra cuenta a Benidorm.
Hasta aquí, todo normal, pero sólo en el caso de que mis amigos estuviesen tan cuerdos como yo.
Yo visitaría los monumentos, los centros comerciales o la playa; ellos irían de fiesta todas las noches y dormirían por el día. Genial.
Pero lo mejor de todo esto es que el viaje empezaría y terminaría a la vez que el viaje oficial que se realiza en el instituto, y que nuestros padres creen que asistimos a éste último.
Lo tenemos todo bajo control... Qué va, es ironía.