Joven y Hermosa

1.4K 170 51
                                    

N/A: Pequeño one-shot que se me ocurrió escribiendo mis otras historias. Basada en la canción de Lana Del Rey, mundo y personajes de J.K Rowling.

Obra original 2016
Reedición Diciembre de 2019

N/E: Este relato contará con un short-fic precuela que narra como Draco y Hermione terminaron juntos en esta realidad. Aunque este one-shot fue escrito antes, es posterior.

* * *

Hermione continuó mirando su reflejo en el espejo unos segundos más, para después apartar la mirada, algo triste.

Hacía por lo menos dos semanas en la que estaba subiendo de peso de manera rápida. Si bien Hermione nunca había sido precisamente un saco de huesos, era bastante delgada, y ver como de un día para el otro comenzaban a salir grasitas donde antes no las había, la hacia sentir un poco... ¿Insegura?

Aunque más bien, le daba miedo que él ya no la quisiera. Draco siempre había salido con mujeres de cuerpos preciosos — aunque le gustaría ver como estaba ahora Tracey Davis —, y no la ayudaba pensar que estaban a mediados de Diciembre y pronto comenzarían las fiestas navideñas, y seguramente tendría que atiborrarse a comida. Oh, dulce Navidad...

Hizo una mueca mientras apoyaba su cabeza en el espejo y cerraba los ojos. Qué frustración. ¡A ella antes no le importaba todo esto! Era capaz de valerse solo por su personalidad e inteligencia. Bueno, lo continuaba haciendo, pero la inseguridad le picaba. De repente, escuchó el ruido de la puerta cerrarse y unas llaves chocar unas contra otras.

— ¡Ya estoy en casa, pequeño arbusto!

¿Por qué la llamaba así? ¿Acaso insinuaba que su pelo era... feo?

La voz masculina sonaba animada y alegre. Indudablemente era Draco Malfoy, su novio desde hacía dos años. Vale, tal vez estáis algo confundidos y chillando mentalmente « ¿¡Malfoy!? ¿El mismo Malfoy que te molestó durante seis años consecutivos? ». Ron y Harry habían reaccionado de la misma manera al enterarse, viéndola entrar de la mano del rubio en la fiesta de Año Nuevo 1999 de la familia Weasley.

Para hacer la historia corta: Uno de los castigos que Draco había tenido que cumplir tras la guerra, había sido nada más y nada menos que trabajo comunitario muggle en un comedor, junto a un grupo de ex-convictos por delitos menores, y cómo fanática de la unión entre magos y muggles (y fanática de participar en todo también), Hermione era la líder voluntaria de ese grupo. Una cosa había llevado a la otra y... bueno.

Hermione salió del baño con aire compungido y se dirigió a la cocina, donde se encontraba el rubio sacando las cosas que había comprado en el supermercado muggle. Le apetecía comer helado. Ah, sí, la textura y sabor dulzón del helado de chocolate y caramelo la hacía babear...

— ¿Qué te ocurre, Hermione? — Draco se apoyó en la encimera casualmente, mordiendo una manzana roja que había sacado entre las bolsas. Tenía las mejillas sonrosadas, seguramente por el viento frío de fuera y aunque se había quitado el abrigo, conservaba un gracioso gorrito color azul cían. Parecía hasta tierno.

Se movió por la habitación y se acercó a ella, envolviéndola por detrás con sus largos brazos. Hermione se estremeció y no pudo evitar sonreír al sentir esa calidez que le producía Draco al abrazarla, como estaba haciendo justo ahora. La hizo dar media vuelta sobre si misma y dejó un beso en su cuello, otro en su nariz.

Joven y HermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora