Y entonces fingí que estaba bien, todos me creyeron, menos yo, sabía que todo lo que sentía dentro de mí me dolía, me parte el alma saber que no tengo a nadie que me quiera de verdad a su alrededor,no entiendo,¿ En que momento me toco tener esta vida?,soy el tipo de persona que de un minuto a otro puede caer en la más profunda depresión.
Y me senté ahí, en la esquina de mi habitación, las lágrimas comenzaron a caer, y entendí que, nada tenía sentido, había caído de vuelta en esa amarga depresión,esas ganas de llorar que dan de repente, de querer estar solo y al mismo tiempo necesitar un abrazo,pero no un abrazo de cualquier persona,si no de esa persona que sin importar quien eras lo entrego todo por ti sin importar los que pasara,claro que eso ya no importa,porque ya no puedo evitar jugar conmigo mismo.