Cap. #1

315 18 5
                                    

New York, 2016.

El día ha llegado, hoy voy a saber si estoy embarazada. Estoy en una clínica privada de fertilidad. Hace seis meses que me la recomendaron y decidí que ya era tiempo de tener un hijo. 

El doctor Williams me aseguró que al hacerme una inseminación artificial tendría al bebé que tanto ansiaba y lo mejor de todo: jamás conocería al padre de mi hijo.

En este momento me encuentro en su oficina esperando los resultados de las pruebas de sangre que me hicieron para saber si estoy embarazada.

Han pasado más de seis años desde aquél fatídico día en el que descubrí la verdad y pude alejarme de todo aquello que me hizo daño. Seis años en que no he podido olvidar la maravillosa noche de pasión que pasé con Ryan, y también lo que conllevó ese error que cometí: la humillación y burla a la que me sometieron.  Pero finalmente pude escapar, huir de es maldita pesadilla.

Viajé a Londres con mis abuelos y me establecí ahí consiguiendo llevar una vida normal, un perfil bajo. Toda mi vida cambió por completo, estudié Administración de empresas y Marketing, comencé a preocuparme más  por mi apariencia y me convertí en una mujer más segura de sí misma y madura emocionalmente.

Mi abuelo falleció hace poco más de un año y me dejó una cuantiosa fortuna que me permitirá vivir cómoda y lujosamente por el resto de mi vida. Pero el único defecto afectivo que tengo, es que no confío en los hombres. Al parecer, según mi terapeuta es que al haberse burlado de mí la persona más importante de mi vida en la escuela, hizo que no llegara a tener una relación íntima y afectiva con cualquier persona del sexo opuesto. Ésa es la razón por la que tomé la decisión de ser madre.  Porque no creo que llegue el día en que desee iniciar una relación con alguien.

La puerta chirrío al abrirse dejando entrar a un hombre de ojos del color de la plata y el cabello negro azabache. Me imaginaba cómo habría sido en sus años de juventud. Muy atractivo por supuesto. Se sentó en su escritorio mientras abría un sobre. Había sido de gran ayuda para mí todo este tiempo. Lo veía como a un padre.

—¡Lena, felicitaciones! Estás embarazada — el doctor  Williams me dirigió una mirada llena de dicha y felicidad. Emocionada coloqué mis manos en mi vientre tratando de sentir al nuevo ser que crecía en mi interior.

—No sabe cuánto he esperado este momento — las lágrimas no tardaron en salir mientras el doctor me daba las indicaciones sobre cómo llevar mi embarazo y qué es lo que debería comer y que no para proteger a mi bebé.

Finalmente me despedí de él y salí de la clínica.

Al llegar al estacionamiento desactivé la alarma de mi BMW gris y abrí la puerta.

Las llaves cayeron de mis manos junto con mi bolso al sentir un pañuelo con un olor fuerte en mi nariz que amenazaba con dejarme inconsciente. Pataleé y luché contra el olor, intenté defenderme pero fue inútil... caí desmayada.



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 17, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Matrimonio por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora