El príncipe

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Un día, sólo un día me queda para tener que ir a la oficina de Sra. King y manifestar mi decisión, la cual todavía no he tomado, qué bien.

Durante la semana ha ido llegando más gente a la universidad, aunque hasta ahora las únicas personas que he conocido y me han caído realmente bien han sido Winnie, la encargada de mi residencia y Phillip. Supongo que cuando empiecen las clases haré más amigos, pero la verdad es que me está costando, algo que nunca antes me había pasado. Las chicas de mi residencia son o demasiado tímidas para hablar conmigo o unas perras pijas-barra-presuntuosas, más de lo segundo. 

Durante mi corta estancia aquí he aprendido bastante sobre los de mi clase gracias a Phillip, quien no ha parado de contarme historias del del trabajo de su padre como agente de la organización. Dichas historias me han maravillado, Drake Woodward (el padre de Phillip), era un gran agente de campo o lo que es lo mismo, un espía. Hoy en día trabaja únicamente en la sección de investigación y tecnología de la *OGEO, pero cuando era más joven él trabajó de incógnito haciéndose pasar por varias personas en distintos países. Su trabajo, al igual que el del cualquier agente guardián, era el de proteger a los humanos de los sobrenaturales e interceder en los problemas que tengan entre las especies mágicas. Todo lo que Phillip me había contado había sido lo que me hizo inclinarme más a quedarme aquí y dedicar mi vida a hacer justicia de una forma que nunca me planteé, ejerciendo mi papel de guardiana. No obstante, finalmente, una de las razones que más peso tuvo para convencerme fue el poder "cargarme a los malos" sin tener que seguir todo el protocolo que siguen los humanos -lo cierto es que nunca me había agradado mucho seguir las normas-, o al menos eso era lo que me había comentado el Sr. Woodward.

Hoy, por fin llegaba mi compañera de cuarto, tampoco es que esperara llevarme muy bien con ella, que digamos, ya que al ser sobrina de su tía Georgia la fría, seguramente se parezca en algo a la directora King. Aunque bueno, nunca se sabe, y ciertamente yo no me considero nadie para juzgarla sin haberla conocido. Llegaría dentro de media hora, por lo que me he puesto a organizar el cuarto que había dejado tan desordenado durante esta semana. Esta noche casi seguro que ya habrán llegado todos los alumnos, pues según nos había contado Winnie a Phillip y a mí, hoy los alumnos realizaban la famosa fiesta secreta -sí, lo de "famosa y secreta" en una misma frase no tiene ningún sentido- que hacen todos las años un día antes de las clases. Porque aunque éstas no sean algo para celebrar, cualquier excusa es buena para una fiesta. Cada año se realiza en una residencia diferente y éste se va a hacer en la residencia masculina de a los que Winnie llama "los guays", verás. He de reconocer que llevo esperando dicha celebración todos estos días, amo las fiestas, con toda mi vida, pero a la misma vez no quiero que venga, porque donde yo vivía casi todos los adolescentes les gustan tanto las fiestas como a mí y aquí estuve hablando con algunas chicas de la residencia que me empezaron a mirarme mal por preguntar que si traían alcohol -remilgaaadas-. Qué pasa, me gusta beber, sí y qué, al menos yo lo admito. 

La puerta de mi habitación se abre interrumpiendo mi gran momento de indignación, de ella, sale una chica bastante alta, delgada y pálida, pero a la vez muy guapa. En mi opinión diría que se parece a una muñequita, con sus mejillas sonrojadas, sus grandes ojos azules y su largo pelo color azabache.

- Ah hola, soy Elizabeth Wells tu compañera de cuarto -dice con una sonrisa mientras deja su maleta al lado de su cama.

-Encantada, yo soy...

La puerta se abre de nuevo, entran cantando en español a la habitación unas gemelas rellenitas las dos, pelirrojas con mechas cada una diferente color, muy maquilladas y con ropas extravagantes. 

-"Una mano arriba tomando tequila, una mano arriba tomando tequila, con limón y sal"-aplauden y yo siguiéndoles el rollo y porque me sé la canción aplaudo con ellas- "Con limón y sal".

Lady Dangerous (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora