Podéis pensar que esta es la historia del chico que tiene que mudarse de ciudad por el trabajo de sus padres y hacer nuevos amigos... etc
En este caso, no es así. Soy yo el que debe tomar la decisión de irme.
Soy Peter Johsen y mi futuro no esta e...
Eso que muchos deseamos porque estamos esperando o también tememos por que temamos a lo que pueda traernos con él.
Miles de jóvenes temen al futuro. Es normal. ¿Qué será de nosotros? ¿Conseguiremos el trabajo que queremos? ¿Nuestros sueños?
Llega una etapa de la vida del estudiante adolescente que prácticamente se centra en el futuro. Elegir universidad, nuevos institutos, profesiones, miles de exámenes.
Bien, ahora llega el momento en que ya sabes que hacer y a donde dirigirte. Mi problema es que mi universidad esta en New York, con lo cual toca decir adiós a mi vida aquí.
Sé que he dicho que es un problema, pero ¿por qué debería serlo? Es cierto que tengo que dejar atrás a muchas personas pero no es un adiós para siempre. Nadie dijo que seguir un sueño fuera fácil.
Narrador.
Mes de agosto, hacia muchísima calor y era hora de enfrentarse a el futuro.
Peter Johsen salía de su casa para verse otro día más con sus amigos Dylan y Lily.
Dylan y Lily eran amigos de Peter desde muy pequeños y habían estudiado en el mismo instituto. Hace unos meses se graduaron en él y hablaron de lo que tenían pensado hacer después del instituto.
Dylan era vecino de Peter, todos los días iban juntos a casa de Lily para recogerla e ir juntos al instituto. Era un chico alto, de ojos marrones y con el cabello rubio.
El camino a casa de Lily se hacía eterno para Peter. Quería llegar ya y tirarse a la piscina.
Al llegar a casa de Lily, entro por el patio trasero encontrandose con una chica castaña clara tomando el sol.
-¡Hola! Saludó Peter efusivo.
Lily se sobresaltó, parecía haberse asustado. -Peter, ¡me asustaste! Rió la chica abriendo los ojos dejando ver el color marrón de ellos.
-¿Y Dylan? Preguntó Peter aún entre risas.
-Ahora vendrá. Supongo.
Más tarde, llegó a la casa Dylan y pasaron la tarde como otra cualquiera de verano. En la piscina, jugando a la pelota, riéndose, hablando...
Se lo estaban pasando tan bien que anocheció de repente y Peter decidió que era hora de decirle a sus amigos lo que tenía pensado.
-Chicos... tenemos que hablar.
-¿Qué te ocurre? Preguntó Lily.
-No es nada malo, no os preocupéis. Contestó Peter algo nervioso.
-¿Preocuparnos por ti? ¡Cómo si nos importarás! Bromeó Dylan haciendo que Lily se riera.
Los dos amigos dejaron de reírse al ver que su amigo parecía que tenía que contar algo importante pues no se rió demasiado.
-Venga, dilo... Añadió Dylan tras un silencio.
-Ya sabéis el tema que os comente... De la universidad-internado de New York...
-Si... continúa. Añadió Dylan.
-Pues... esta mañana ha llegado la carta para saber si me habían admitido, ya sabéis que es muy exigente y...
-¡¿Entraste?! Exclamó Lily haciendo que Dylan y Peter la miraran sorprendidos.
-Pues...¡Sí! Si entre. Sonrió Peter.
-¡Ah! Gritó Lily de la felicidad. -¡Eso es genial! Exclamó mientras se levantaba para abrazar a su amigo.
-Me alegro mucho Peter. Sonrió Dylan esperando a abrazar también a su amigo.
-¿Por qué estabas tan preocupado? Preguntó Lily sin dejar de sonreír.
-Pues ya sabéis que es mi sueño y mi futuro, pero no es fácil. Es un gran paso irme a vivir yo solo, y despedirme de mi vida aquí.
-Bueno ya... Lo sabemos, lo comentaste antes de la graduación pero podrás volver en Navidad o antes ¿no?
-Ese es el problema que os tenía que decir...
Dylan y Lily se miraron preocupados.
-Ya sabéis que esa universidad es muy cara y mis padres no pueden estar pagándome vuelos cada tres meses... Por tanto he decidido que no podré volver hasta acabar el primer año. Es decir hasta el verano que viene.
-¡¿Qué?! Se sorprendió Dylan.
-¿Estás diciendo que no vamos a verte hasta dentro de un año entero? Preguntó Lily bastante preocupada.
-Lo siento chicos... pero no puedo hacer otra cosa... Pensé en trabajar allí y conseguir dinero pero no creo que pueda llevarlo todo a la vez...
-Si te entendemos pero...
-Habla por ti, yo no lo entiendo. Interrumpió Dylan a Lily mientras salía del jardín de la casa para irse.
-¿Qué? ¡Dylan! ¡¿A dónde vas? Gritó Peter tras él.
-Ni me sigas. Le contestó Dylan.
Peter miró a Lily triste.
-Sabía que no os lo ibais a tomar demasiado bien, ¿pero llegar a esto? ¿qué le pasa? Preguntó Peter sentándose al lado de Lily.
-Es díficil para nosotros Peter y más para Dylan que lleva siendo tu amigo desde mucho antes que yo...
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-Lo sé... Pero es la decisión que he tomado. El próximo mes me marcho a New York.
