Mis juguetes

23 8 1
                                    


-Cuántas veces te tengo que decir que no me quites mis juguetes? - exclama la más pequeña.
-No son sólo tuyos, o no te acuerdas de lo que dijo nuestra madre? - la hermana grande siempre prueba de engañar a la pequeña, pero cada vez le es más difícil.
-Que todo es de todos - contesta la pequeña con una pequeño sonsonete.
-Sí, exacto.
-Pero es que... siempre te quedas las más guapas... - dice la menor, mientras se toca la ropa, blanca y brillante.
-Pero que dices... Si siempre me quedo las que ya no utilizas, o las más viejas. - la más grande cambia el tono de voz, ahora es más humilde.
-Mentirosa! A veces te llevas las más nuevas. - se incordia la del vestido blanco
-Sí... pero es que no sería justo que tú te quedaras siempre las más bonitas... o las mejores - la mayor limpia una pizca brillante que ha saltado del vestido de su hermana al suyo, negro como la noche.
-Ya... pero es que... no se les gustas...
-Eso no es verdad, a veces me llaman porque lo pasan mal contigo.
-Pero no tantas veces como dices, muchos veces me tomas el pelo... - protesta la del vestido brillante, frunciendo el ceño.
-La mayoría de veces lo pasan tan bien contigo, que incluso me tienen miedo, y ya
no quieren ni verme. - intenta justificar la de las ropas oscuras.
-Normal, tú las dejas solas en tu habitación, y en cambio, yo las cuido con todo el amor del universo: las mimo, las visto... ¿¡Pero que se supone que estas haciendo estás haciendo!?
-Nada, sólo le peino el cabello.
-No te acuerdas de la última vez que "peinaste" a un juguete MÍO?
-Sí... - responde suspirando.
-¿Ahora que haré?
-No te preocupes, yo me encargaré de ella.
-Sí... será lo mejor...
-¿Ves? A veces el hecho de que yo me las quede es lo mejor - afirma la siniestra de las dos con un tono orgulloso.
-Vaya, no lo había mirado desde este punto de vista... - contesta dudando la hermana.
-¡Pues ya era hora de que lo reconocieras! - exclama la grande haciéndose la superior.
-Sí, pero algo de esto no me cuadra.
-Y se puede saber qué?
-Tienes razón en que a veces hace falta que te las lleves - y la grande asiente orgullosa - pero...
-Pero que?! - su hermana empieza a estar harta de su tono.
-Pero siempre que te las tienes que llevar es porque se los has hecho daño antes, ¡mentirosa! - la pequeña, se da cuenta de que la grande ha estado a punto de engañarla, pero no lo ha conseguido.
-Bueno... No siempre me las llevo porque les hago daño - intenta esquivar el comentario de su esperanzada hermana.
-Que haces? Has vuelto a tocar una muñeca! - la pequeña no es consciente de la nueva "táctica" de su hermana.
-Basta - interviene una voz grave y masculina.
-Pero papa, ahora que pasa? - añade la pequeña con un tono de voz inocente.
-Pues que siempre estáis peleándoos para ver a quién de vosotras pertenece cada juguete.
-Esto no pasaría si no se quedara ella las mejores-replica la grande, mientras la pequeña responde en forma de mueca.
-Ya sabes como van las cosas, tu hermana las estrena y tú te las quedas por siempre jamás cuando ella no las quiere, es injusto, pero es así - dice el padre de golpe, y la del vestido negro, con todas sus fuerzas coge una muñeca y la guarda entre sus brazos.
-¿¡Pero que haces!? ¡Todavía no he jugado con ella! - exclama la pequeña desesperada.
-Chicas, porfavor... - pide el padre con un tono paciente y tranquilo.
-¿A que se debe de este alboroto? - interviene una voz femenina.
-Ya sabes, lo que pasa siempre, la vida y la muerte, que se vuelven a pelear para ver quién se queda los juguetes - aclara el padre.
-¿Todo este escándalo por los humanos? Hijas, otro vez no porfavor, y ahora a comer.
-Si mama... - expresan las dos hermanas.

-Fin-  

Espero que este dialogo les haya gustado :) 

Por cierto, lo ice con mi compañera/amiga sarahsalau_22.

 Mis juguetes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora