Introducción

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Sus labios permanecen sellados, mientras mantiene los ojos fuertemente cerrados. Un par de lágrimas cristalinas recorren sus níveas mejillas, y mueren al caer por su barbilla delicada y fina. Se abraza a sus piernas, en la esquina de una enorme habitación. 

¿Qué hizo para merecer esto? 

Cierto, haber nacido. 

Le gritan, y su corazón ansía dejar de latir en ese preciso instante. Una tijera asoma por detrás de su oreja, y corta. 

Corta con odio. Corta con violencia. Y los mechones blancos de cabello caen al suelo y quedan olvidados allí. 

No quiere abrir los ojos, no, no quiere ver eso. No quiere ver cómo aquella mujer que tanto lo odia disfruta de hacerlo sufrir. No quiere ver su cabello. No quiere ver su imagen en el espejo. 

¿Quién no odiaría a su persona? 

Pero por alguna razón, su padre tiene cierta preferencia. Sí, su padre lo prefiere a él antes que a su madre. 

En un principio las visitas nocturnas que le hacía eran terribles, insoportables. Pero poco a poco, como su padre se lo había dicho, fue acostumbrándose. Ya no sentía nada. Era parte de su rutina. 

Por la mañana desayunaba gritos. En el mediodía almorzaba golpes y bofetadas. Por la tarde merendaba la humillación y luego, al final, cenaba con ese hombre. 

Fue la noche más fría del mundo la vez que escapó de su casa. Tenía sólo 11 años y una angustia enorme sobre sus hombros. Recogió algunos sueños que aun no estaban rotos, unas pocas ilusiones y algo de ropa, los guardó todos en su mochila y huyó. Huyó en medio de la tormenta, mientras su padre permanecía cegado por los relámpagos de alcohol, mientras su madre se inyectaba en las venas la anestesia para sus sentidos. 

Tal vez, pensó esa noche, tal vez huir no era la mejor decisión, pero debía tomar el riesgo. No quería seguir así. 

Y al final, fue acogido por un matrimonio que le dio todo lo que le habían privado durante tanto tiempo. 

Ya no era Misha Gowland. 

Ahora se llamaba Misha Lavrov. Hijo de Frederick Lavrov y Louise Binet. 

MishaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora