" Al final, sin darme cuenta, sin ser capaz de cambiarlo, mi vida se ha basado en intentar hacerles creer a todos que estoy bien, que nada me hace daño, que no siento nada, que soy feliz. Pero no es así, con el tiempo te das cuenta de que realmente no sabes diferenciar en qué momento estás bien y en qué momento no lo estás, no sabes diferenciar en qué momento acaba tu mentira, no sabes diferenciar cuando eres feliz y cuando no lo eres. Llega un momento en el que en eso se basan tus respuestas, tus emociones, tu día a día, en que tus 'estoy bien' no son más que simples mentiras, y es que a nadie le importa, nadie se va a tomar la molestia de ayudarte si le dices una respuesta distinta, a nadie le va a preocupar tu insomnio, tus miedos, tus lágrimas, tu tristeza. Y es que, al fin y al cabo, eso es lo que tengo que hacer, sonreír, seguir adelante, pensar que todo pasará, que estaré bien, que algún día volveré a saber lo que son los sentimientos. "