Diario de un pequeño secreto: *Larry*

1K 32 4
                                    

Luego de sufrir varios maltratos tanto físicos como emocionales, mi autoestima vuelve a crecer Cuando me entere que nos mudábamos a Bristol, un pequeño lugar muy acogedor en el cual vivo solo con mi padre y mi hermano mayor, luego de la muerte de mi madre en ese trágico accidente en la ruta, quedamos solo 3 hombres en la casa, me la estoy arreglando para poder sobrevivir con este pequeño secreto que tan perturbado me tiene, no es fácil lidiar contra la sociedad, contra la opinión, contra el amor… que todos me juzguen por mis gustos, todo el mundo, esas caras que me matan, y en ese colegio anterior al que iba en el cual sufría varios acosos, si hubiera sabido que esto pasaría si les contaba a mis amigos mis gustos a la hora de amar, nunca lo hubiera dicho, pasé de ser el típico chico conocido, siempre alegre, que todos querían estar con él, a estar solo , y siempre que podían me miraban con asco, me golpeaban o hacían comentarios a los cuales yo no respondía, ya estaba destruido por dentro, mi dignidad había sido manchada y ya no me interesaba defender mis derechos, ya pronto mi vida iba a acabar. Estaba decidido de lo que iba a hacer, de lo que iba ser de mí, no aguantaba más esa presión y ese tipo de maltrato. Muchos le llaman "bullying" y la mayoría hacen campañas, pero cuando esas personas de la campaña me veían no hacían nada para ayudarme. No le importaba a nadie, directamente era un cero a la izquierda entre la sociedad.
Por suerte a mi hermano mayor se le dio la oportunidad de un mejor trabajo allí en Bristol, eso implica nuevo colegio, para mí es mucho más que eso, es una vida nueva, es borrar 2 años de tristeza de mi vida, pero no del todo, no voy a cometer el mismo error 2 veces.
Llegue el primer día muy nervioso, faltaba muy poco para mis 16 y quería hacer amigos rápidamente para poder volver a sentir lo que es un cumpleaños feliz, llegué y tomé asiento en un pupitre no muy lejano del centro, varias chicas me observaban y yo solamente sonreía y ellas largaban esa pequeña risa pícara, igual no me movía en lo más mínimo por dentro, no me importaba, empezaron a llegar más personas, tenían un rostro agradable, varios chicos se me acercaron y socializaron conmigo, eran muy simpáticos y buenos, esa por lo menos fue la impresión que me dieron, pero lo que más me llamo la atención fue un chico que estaba sentado en una esquina, nadie se le acerco, me pareció muy raro, era un chico prácticamente bello, se notaba que era teñido, pero el morocho le sentía muy bien, la mirada siempre baja, no pude ver el color de sus ojos, era muy extraño, podía ser tranquilamente el chico más popular de la clase y sin embargo estaba ahí solo, y tal vez su amigo había faltado a clases o era de otro curso y lo pasaron este año a este, no sabía, pero me llamaba mucho la atención.
La clase paso muy lento, tome apuntes necesarios para adaptarme al ritmo y en los recesos estuve con 3 chicos muy simpáticos los cuales me invitaron después del colegio a ir a una casa de videojuegos y luego a un bar cercano, yo no soy de tomar pero creo que no sería mala idea divertirme un poco. Sin embargo en esos recesos, ese chico estaba sentado leyendo unas revistas o mirando la pantalla de su celular. 
Pasaron semanas y esos 3 chicos a los cuales conocí el primer día de clase se habían convertido en mis mejores amigos, todos los días íbamos a la casa de uno de ellos o a la mía a hacer las tareas y luego salíamos, se me habían hecho muy cercanos, tomé mucha confianza con uno de ellos en especial, su nombre era Liam, un día los otros chicos tenían castigo y solo me reuní con el, y me atreví a preguntarle por ese tal “chico” que me llamo la atención su actitud desde el principio, Liam tomo fuerzas y me contó todo de cero. Ese chico nunca en su vida tubo un amigo ene se colegio, me dijo que si se le acercan contestaba frío o directamente ni dirigía la mirada, había entrado hace 3 años al colegio y paso por los 2 cursos por la sicopedagoga para ver si socializaba con alguien, pero no hubo caso. Nunca quiso hablar con nadie, se me ocurrió decirle a Li si yo podría intentarlo, el me respondió afirmativamente pero que era obvio que no iba a tener sentido alguno. 
Al siguiente día me acerqué a él en el 2°do receso, pero él tuvo razón, no obtuve respuesta alguna de su parte, pero eso no significa que no seguiría intentándolo, Dos días después me senté a su lado y le pregunte que estaba leyendo, no conseguí respuestas, hasta que se me ocurrió preguntarle qué le pasa y si quería ser mi amigo, él se paró y alejándose solo dijo “no necesito de tu lástima” y desapareció de aquella banca. 
Fue en un momento repentino, no me dio tiempo a reaccionar, no le di más importancia al tema, logre olvidarlo y seguí mi “nueva” y normal vida, seguí con mis amigos haciendo rutinariamente lo de siempre, pero cada día era especial, siempre pasaba cosas o contábamos anécdotas con chicas (cosa que yo solamente escuchaba y no hablaba) e íbamos a bares cercanos y tomábamos un rato, pero no llegábamos a estar completamente borrachos, al menos los días de semana.
Un día tuve un pequeño problema con una profesora de química, tuve que quedarme media hora extra escribiendo unos trabajos disciplinarios, salí exactamente a las 3:40 de la tarde, el cielo estaba gris literalmente, el frío golpeaba mi cara y la llovizna suave y la niebla me hacían entrecerrar los ojos, tanto que no me di cuenta que me estaban siguiendo, al darme vuelta entré en pánico al ver a 2 chicos de pinta callejera con un palo en la mano, ahí fue cuando por dentro de dije: “mierda!, olvidé quitarme el reloj!” si, mi reloj llamaba mucho la atención al ser dorado, aunque sea falso y no de oro, empecé a correr, la lluvia se largó con todo encima de la ciudad, yo le temía, corrí tan rápido que no llegué a ver unos adoquines levantados de la calle e impacté contra la acera tan fuerte, que solo vi a esos hombres rodearme y luego todo negro. Me desperté 15 minutos después, la lluvia no cesaba por lo que pude notar, me reincorporé sentándome en el piso y me sostuve la cabeza, tenía sangre, me di vuelta para ver si se habían ido esos hombres, pero solo vi un chico parado de espaldas con un teléfono en la mano pidiendo una ambulancia, se dio vuelta y ni pude creer quien era, le dije un leve “hey!” y se dio rápidamente vuelta y cortó el teléfono y se arrodillo delante de mí, me ofreció llevarme a casa pero me habían robado las llaves así que me hospedo en su casa, y me curó la herida de la frente, le di las gracias y me dijo que me podía quedar allí esa noche, igual era de viernes y no teníamos clases al siguiente día, asentí y le avise a mi hermano a través de su teléfono celular, ya que el mío me lo habían quitado también, descubrí que era una persona muy sociable y simpática, se llama Harry, me atreví a preguntarle porque no quería hablarme en el colegio, y no me especificó bien la respuesta, solo me dijo que ya no confiaba en la mayoría de las personas, me enteré que tiene 17 así que está adelantado un año y que vive solo hace unos meses, le dije que podía confiar en mí y que podía intentar estar conmigo en los recesos, me agradeció y decidimos mirar una película de esos canales altos, era de terror, no sé si fue inconscientemente, o de verdad quería pero le tomé la mano en un sobresalto, y nos miramos y reímos, toda la película sentí pequeños roces no sé si eran sin intención o no, pero no de disgustaba.
Nos dormimos apenas termino la película, y al día siguiente fuimos al parque, Harry era un chico divertido y no parecía tan desconfiado como él se describía, era muy parecido a mí, no físicamente, sino en la forma de pensar y de ver la vida cuando entras en confianza.
Seguimos viéndonos con él, y cada vez más, pero igual yo también seguía viéndome con mis amigos de siempre, pero de vez en cuando salía con él y nos divertíamos mucho. Llegamos a confiarnos muchas cosas, me confesó que estaba conociendo a una chica, cuando me lo dijo sentí como un leve golpe en el corazón, pero no le di importancia, lo admito, ese chico era muy atractivo, pero lo conozco hace solamente 3 semanas…
Poco a poco se fue convirtiendo en mi mejor amigo, los otros chicos lo empezaron a ver con otra cara y estábamos todos juntos, ahora éramos 5, pero con Harry era distinto, salíamos, y nos auto-invitábamos a dormir a nuestras casas y mirábamos películas por horas.
La cosa empezó a cambiar cuando empezó a salir formalmente con la chica de la que me había hablado, ya no nos veíamos tanto, y la que se quedaba a dormir a su casa era ella, no yo, me hacía mal eso, tanto que un día llegue a expulsar una lágrima, me di cuenta de que estaba enamorado, estaba solo en mi cuarto, pero no completamente solo, mi padre justo apareció por la puerta, el me conocía demasiado y se lo tuve que confesar todo, esperaba el mayor de los rechazos que jamás me dieron, estaba llorando de una manera en la que no había llorado nunca, pero el solo me acaricio el cabello y me dijo: “El amor es la forma más hermosa y triste de darte cuenta quien eres realmente, adelante”, se retiró sin más y le di las gracias pero él me alentó a seguir adelante, dejándome solo en la habitación nuevamente.
He llorado semanas, hasta podría decir meses por ese amor no correspondido, como me gustaría ser yo en lugar de ella, yo nunca creí en el amor a primera vista, pero desde el primer día que lo vi solitario me llamo la atención y poco a poco me fui enamorando, está de más decir que es hermoso, pero también su personalidad me enamoró. Era frágil y no confiaba en la mayoría de las personas, pero cuando entra en ese punto de confianza es una persona alegre y sencilla, no es lo que aparenta, me atrajo al instante.. y a quien no?
Terminé mi último corte, solté un leve gemido al sentir el contacto del líquido con mi herida, bueno, con mis varias heridas; me dolía un poco, pero nada que un pañuelo de tela no remedie, me envolví el brazo hasta el codo y me puse mi sudadera encima y revisé mi teléfono, era él, tenía 2 llamadas perdidas y 5 mensajes de texto, estaba tan ocupado lastimándome que no me preocupe por el teléfono, lo llamé inmediatamente pero mi padre me llamo a los gritos y baje corriendo, y obviamente, asustado, baje corriendo, pero solté un leve suspiro al notar que solo me llamaba porque me estaban buscando en la puerta, Harry con cara no muy buena, ese no era mi Hazz, lo hice pasar rápidamente y subió a mi habitación, me senté en mi cama y él se me sentó a lado, digamos que.. muy al lado, sus lágrimas no tardaron en llegar cuando me contó que su novia lo engañaba con el capitán del equipo de béisbol del colegio, se recostó en mi hombro y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, lo abrace y le dije que no iba a permitir que nadie más lo lastimara, él llegó a susurrar unas cosas que yo no logré entender bien, pero le resté importancia, luego ofrecí hacer algo para levantarle en ánimo, y rápidamente le dije que me espere allí y baje a buscar helado y una película que compre ayer. 
Corrí hacia arriba y prendí el reproductor de DVD mientras preparaba todo solo, me senté a su lado y empezamos a ver la película, era muy aburrida, hasta que sentí que me tomaban la mano, mira hacia un costado y él estaba sosteniéndomela fuertemente mientras no sacaba los ojos de la pantalla, recordé que esa era el brazo que me había cortado hace poco, y de la presión empezaba a dolerme tanto que lo solté de golpe y le miro extrañado, le dije que me picaba el brazo, pff.. Que idea más estúpida, no me creyó, y me volvió a tomar la mano nuevamente, restándole importancia, yo le intenté quitar mi bazo y el me miro aún más extrañado, y se dio cuenta de todo.. me miró extrañado, según el yo era una persona alegre y se culpó a si mismo por no darse cuenta, en realidad sin darse cuenta y sin que el supiera si tenía la culpa, pero no porque el haya hecho algo, sino por algo que yo sentía en mi corazón y me tenía atormentado, mis lágrimas no tardaron en llegar cuando el se agarraba la cabeza diciéndose a sí mismo que era un idiota y que era su culpa por no haberlo notado, me dijo que no llorara y que le cuente el motivo por el cual hacía esto y ahí fue cuando me quedé mudo, solo lo miraba a los ojos, eran color esmeralda, eran perfectos, necesitaba besarlo, pero no podía… no quería perder su amistad, era demasiado importante, él largo un suspiro y se paró y miro hacia mi ventana y señalo una de las estrellas y la miro asombrado, cerró los ojos y cruzó sus dedos, todo esto paso en solo 5 segundos, pero no pensó que lo estaba viendo. Vino hacia donde estaba y me acarició el cabello, alborotado y despeinado, me miró a los ojos, sentía que mis ojos azules lo reflejaban, se me acerco lentamente hasta que choco su nariz con la mía y de un segundo a otro también chocaron nuestros labios, yo estaba atónito, tanto que no respondí al beso y a los 10 segundo se separó de mí y miro al suelo, sentí como dijo por lo bajo: soy un idiota. Se sujetó la cabeza con las manos apoyando sus codos en sus rodillas sin dejar de mirar al suelo, pero antes de que sus lágrimas salieran le tomé el rostro y fui yo el que empezó otro beso, el respondió rápidamente tanto que quedó encima de mí con sus manos enredadas en mi cabello y las piernas entrelazadas. Empecé a llorar de felicidad, me sentía bien de nuevo. Mi alma se tornó de colores y de esperanza de nuevo. 
Pero también sentía que iba a empezar otro conflicto, pero esta vez no estaba solo, estaba con la persona que amaba y la que hizo que pueda cumplir mi sueño, de volver a tener una sonrisa sincera frente a alguien, la persona en la que le confié todo lo que me hicieron durante años, y él me confesó que en su colegio anterior le hacían lo mismo, ambos desde que nos habíamos hecho amigos teníamos la misma pasión por la escritura y la literatura, sin mencionar los gustos musicales que compartíamos desde el principio. Empezamos a reunirnos en la biblioteca del barrio luego de estar con nuestros amigos en el bar de siempre. Pasaron 2 semanas, me reuní con Liam para terminar un trabajo de Biología que nos traía locos hace rato y teníamos pendiente, él me dijo que me veía con cara rara estos días, hubo unos minutos de silencio que invadieron su habitación, solo mire al suelo y no tarde en largar esa confesión de mi boca, Liam solo se echó a reír: "aparte de eso.. Qué es lo que te sucede?" lo mire con cara de asombro y agregó: " eso era obvio, se notaba la cara de bobo enamorado con la que lo miras, todos lo sospechamos hace tiempo Louis.."
Me puse pálido al instante mis ojos se abrieron del tamaño de un plato y sentí que empecé a sudar, él me preguntó si me sentía bien, y mi más dura y oscura confesión sobre mi triste pasado lleno de burlas y maltrato salió de mi boca nuevamente, Li se quedó asombrado, me dijo que eso no pasaría aquí, ya que él ya había tenido aventuras con algunos compañeros de clase, que era lo más normal, una sonrisa salió de lo más profundo de mi y le agradecí revolviendo su anaranjado cabello natural, nos decidimos a terminar de una vez el maldito trabajo mientras seguíamos hablando del tema y nos contábamos experiencias.
Los años pasaron, seguíamos juntos, sintiendo esa extraña conexión que nos mantenía unidos pase lo que pase, ya sean huracanes o tempestades, nos veíamos en el café en el que trabajaba, venia discretamente a pedir batidos que no le gustaban con tal de vigilarme todo el día.
A nuestros 23 y 22 nos fuimos a vivir solos a un departamento que heredó Hazz de su tío que había fallecido, ese era nuestro pequeño nido de amor, pero también pasión. 
Llegue más temprano del café esperándome a ese pequeño con mis pantuflas viendo televisión en el living con un gran chocolate en la mano y su cabello enrulado alborotado, pero no, empecé a llamarlo por toda la casa, luego me percaté de que no era tan grande como para que se escondiese, llame a la casa de su madre, de su amigo de su padrastro, sin contar su teléfono celular al cual me había olvidado, llame y me di cuenta que sonaba en la habitación, se había ido sin agarrarlo.
Tome mi abrigo y salí afuera, caminé sin éxito, decidí tomar el auto y luego de varias calles llegué al café, tal vez estaba ahí esperándome.
Nada.
A la vuelta me topé con una calle que no estaba habilitada, yo venía muy apurado y vivía a 2 calles, decidí estacionar y atravesarla a pie, vallas amarillas, coches de policía, una extraña sensación de escalofrío me recorrió el cuerpo, debajo un charco de sangre, mucha sangre, y una melena café sobresalía de una bolsa negra, y unas pantuflas.. unas pantuflas rosa, tal y cual como eran las mías.. me acerqué lentamente a la escena con las manos sudadas y los músculos petrificados tres policías intentaron detenerme, pero uno de ellos tomo conciencia y los paró para que me dejaran avanzar hacia ese cuerpo, corrí la bolsa como si hubiera algo espeluznante allí dentro, pero solo me encontré a la razón por la cual yo seguía con vida, a la luz de mis ojos, pero apagada, un tono palidezco y los ojos verde-grisáceos bien abiertos, un charco de sangre seguía manchando la bolsa.. lágrimas empezaron a caer por mis ojos y sentí que me desvanecía completamente a su lado, lo sujete con fuerza, no quería que me dejara, me llene de sangre, pero no me importaba. No sé cómo describir ese momento con palabras textuales.
Tres días después encontraba en su funeral, no había mucha gente, el solo tenía a su madre, su amigo y a mí... mientras que yo solo lo tenía a él. Me enteré que la causante de su muerte fue quedar en medio de un accidente de tránsito entre una moto que cruzó en rojo y un automóvil. Me tocó acercarme hacia él, no pude decir ni una palabra, él sabía todo lo que sentía, se lo decía cada mañana, antes de salir al trabajo, cuando venía a espiarme y le dejaba notas en la mesa porque no podía estar hablando mucho tiempo allí, cuando hacíamos el amor, todas las veces que le besaba la frente y se dormía en mis brazos, todavía recuerdo el día que nos juramos amor eterno, él me dijo que siempre estaría para mí. Todavía se debería mantener ese juramento. 
Lo extrañaba demasiado, cada noche soñaba con que él venía y me daba un fuerte abrazo, pero siempre venía con mis pantuflas y una mancha de sangre en su playera. No dejé de usar su ropa desde que me dejó solo, siempre hacía comida para dos, y me sentaba enfrente a otro plato lleno de comida, necesitaba su presencia. Miraba los videos que grabamos en la playa cantando en la fogata de noche, y las bromas telefónicas que le jugábamos a la vecina del quinto piso, cuando intentamos hacer un cover de “Wonderwall” de Oasis, que subimos a YouTube, no tuvo más que 3 visitas, y 1 “No Me Gusta”. Lloraba en el trabajo, hice que me cambiaran de sector para evitar esa mesa a la que siempre ibas, pero terminé renunciando. Mis amigos? Ya casi no los veía, casi no salía de mi casa, me la pasaba en la cama leyendo y haciendo reflexiones sobre los libros que leíamos en la biblioteca hace años, o si no acostado mirando el lado izquierdo, justo donde dormías, esperando a que reaparecieras y me digas: “todo esto es un maldito sueño, aquí estoy para siempre” pero no.
No llegaron ni a pasar 2 meses, la suave llovizna, mejor dicho rocío chocaba con mi rostro, la arena estaba helada, un escalofrío recorría mi piel al sentir su tacto con las yemas de mis dedos, me paré y miré el mar detenidamente, pude ver tu figura posada en la línea del horizonte, no sabía si estaba delirando o era un mensaje subliminal de que debía irme contigo. Tomé la segunda opción, caminé hacia el muelle que estaba hacia unos metros, mientras veía como toda mi vida pasaba frente a mis ojos, mi asquerosa vida, hasta que él llego, pero se había ido, para dejarme al borde de la deriva, solo sin un guía que me llevara por el buen camino por el que me estaba llevando. Pero se fue.
Me paré en el borde del descuidado y gastado muelle, las olas eran violentas y salvajes, rompían sobre la costa rocosa provocando el ruido de un trueno, el viento era fuerte, extendí mis brazos y cerré los ojos, me perdí en mis pensamientos, allí estabas, tomándome la mano y guiándome hasta un túnel de una luz brillante y blanca pero abrí los ojos y no estabas, solo había agua que me llevaba como si fuera una pluma. Hasta qué sentí mi impacto contra algo duro y negro, supongo que era una roca, y ahí te vi de nuevo, depositándome un suave beso y llevándome fuera de ese túnel oscuro, atravesando esa capa de luz con nuestras manos entrelazadas, y cumpliendo nuestra eterna promesa.

Diario de un pequeño secreto: *Larry*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora