Inferno. [YoonJin]

Cap.3

Me levanto para hacer mi rutina diaria; me ducho, visto y salgo. Como siempre llego a la cafetería más temprano de la que realmente es mi hora de llegada.

Cuando mi uniforme está en su lugar, cambio el letrero de "cerrado" a "abierto".

Tan pronto como camino hacia detrás del mostrador, las personas comienzan a entrar. Namjoon ya esta a la par mío, atendiendo a un par de parejas, mientras que yo atiendo a otras. Mi trabajo es realizado con eficiencia y rapidez así que me siento en uno de los taburetes a esperar por si alguien necesita algo.

La puerta suena al ser abierta y mi atención se dirige al hombre que viene entrando; y más aún cuando ese hombre es, sí, Kim SeokJin.

Su porte es elegante, trae un abrigo largo que le queda jodidamente bien, unos lentes redondos que lo hacen ver misterioso e inteligente y su atención está puesta en el móvil; esa sonrisa es la que más me agrada.

Se sienta en una de las mesas cerca de la ventana y yo camino hacia él para tomar su pedido.

- Buenos días.

No se inmuta. Su vista jamás se despega de su móvil.

- Un café.

Ruedo los ojos porque a pesar de verse elegante con esa facha su actitud deja mucho que desear. Doy media vuelta sin nada más que decir y no tardo en llevar su café.

Ni las gracias, nada de nada.

Así que me devuelvo a mi lugar y comienzo a ordenar las cosas, sea pasteles y dulces. Voy a hacer uno que otro pedido más y al rato descanso.

SeokJin levanta su mirada y echa un vistazo a su alrededor, buscando a lo que creo un trabajador de este lugar; NamJoon llega a mi lado y me dice que vaya a ayudarlo.

Lo hago.

En el camino mis piernas quieren dejarme en ridículo y hago lo posible por manejarlas a mi gusto; lo logro a duras penas.

- ¿En qué lo ayudo?

Lapicero y libreta en mano, le pregunto. SeokJin me mira examinandome, cosa que me pone demasiado nervioso, sonríe con superioridad y diversión; mi mano actúa pero no hace más que apretar con fuerza la pequeña libreta que estoy sosteniendo.

- Traeme la cuenta, por favor.

¿Acaso he escuchado bien? ¿por favor? Me sorprendo y mis ganas de reír son muchas, ¿amable, él?.

- Enseguida.

Camino a paso rápido al mostrador con la mirada de SeokJin quemando mi espalda. De la misma forma vuelvo y le entrego el pequeño papel con la cuenta; la del café.

- De casualidad, ¿eres el chico del bar?

Trago saliva, todavía tenía esperanzas de que no me reconociera.

- El mismo.

- Ya veo; ¿cuál es tu nombre?

Como mi respuesta no fue inmediata, sus ojos se achicaron tratando de visualizar algo, me imagino.

- Min...Yoongi, lindo nombre.

Esperen, ¿cómo fue que lo adivinó?.

- La piocha, en el lado izquierdo de tu uniforme.

Debió haber visto mi cara de desconcierto y sí, había olvidado por completo ese detalle. Medio sonreí, medio no. SeokJin paga y se levanta de su mesa, hace su camino por entre la gente y sale del local, no sin antes mirarme por última vez.

Agacho la cabeza y me abofeteo mentalmente para aclarar mis ideas, no era posible que yo me fijara en alguien como él, simplemente no.

Mi horario laboral termina y camino a mi casa a paso rápido, deseaba tomar una pequeña siesta para después ir al bar, donde comenzaba mi segunda jornada laboral.

Mi madre ha mejorado en estos días y a mis hermanos les ha ido excelente en la escuela. Me hacen sentir realmente muy orgulloso, yo nunca fui bueno en la escuela y además tuve que salir antes para poder ayudar a mamá en los gastos del hogar. Con un padre violento y una madre ama de casa no había mucho que se pudiera hacer.

Doblo en la esquina y un auto blindado se coloca a mi lado, yendo a mi ritmo. No miro y comienzo a caminar un poco más rápido para llegar lo más pronto posible a mi casa, que estaba a un par mi cuadras más allá.

- Yoongi~.

Me detengo en seco y ahora sí, miro al conductor; Kim SeokJin.

No soy capaz de realizar una oración y mi cerebro no quiere cooperar en esta misión, así que opto por el silencio, mi mejor amigo.

- ¿Quieres un aventón? Puedo llevarte donde quieras.

Esto es raro, en serio. El hombre que conocí en el bar no es el mismo que se está ofreciendo a llevarme en su auto; de lujo por cierto.

- Gracias, pero no, donde voy es por aquí cerca. Nuevamente gracias por tu oferta, pero debo declinar.

Me doy fuerzas para decir todo eso agradeciendo que mi lengua no se haya trabado y así no quedar como idiota.

SeokJin baja de su auto, cerrando y asegurandolo por completo.

- Está bien, si es por aquí cerca, te acompaño a pie.

- De verdad que no es necesario, no te conozco ni tú a mí. Si es por ser cortes, no te preocupes.

- Quiero conocerte. De igual forma voy a caminar a tu lado.

Que tipo más duro joder, que se vaya y ya. No puede ser que cada que hable mi cuerpo reaccione de esa manera, por dios. No puede ser que mi corazón se acelere de esa forma.

No lo conozco ni una pizca.

- Está bien.

Sonríe victorioso y aparto la mirada de él, no quiero mirarlo más o mis mejillas arderan.

- ¿Qué edad tienes?

- 21

- Wow, ¿en serio?

- ¿Por qué mentiría?

- Yoongi, no estés a la defensiva. No muerdo...por ahora.

¡Que se detenga ya!

Pasados unos minutos y con un silencio abrumador de compañía, llegamos a mi casa. Me detengo y lo miro.

- Bien, hasta aquí llego.

- ¿Aquí es donde vives?

SeokJin miro todo el lugar, a lo mejor no acostumbrado a ver una casa pequeña de madera y antigua. Debe estar más que acostumbrado al lujo.

- Sí.

No digo nada más, no tengo de que avergonzarme, es de donde vengo y que chupe un huevo si no le gusta.

- ¿Podrías darme tu número telefónico?

Suelto una carcajada llena de sarcasmo.

- ¿Qué te hace pensar siquiera que tengo uno? no puedo darme lujos, sabes.

- Oh.

Su expresión cambia de segura a incómoda.

- Entonces, nos vemos.

- Ajá, claro.

Me adentro en la casa y respiro aliviado, fue duro, muy.

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KGKSKFKD OOOH LOCO, VOLVÍ VOLVÍ VOLVÍ AMENME MIS CIELASSSS😏

CAPÍTULO NUEVO JÉ.

CORTO PERO ES NUEVO, AL FIN!!! XDDD

NOS LEEMOS, SABEN QUE LAS AMO♡.