Soy mi propio libro. Me reescribo, me subrayo, me agrego páginas, me arranco otras que duelen, y dejo en blanco una última hoja, siempre.
Cuarenta y Ocho
Soy mi propio libro. Me reescribo, me subrayo, me agrego páginas, me arranco otras que duelen, y dejo en blanco una última hoja, siempre.