Capítulo 28

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Narra Sara

Hay decisiones que aveces no queremos tomar, otras, simplemente son obligadas a realizarse, también hay momentos en los que te reusas a decidir y simplemente lo dejas a la mitad, sin saber el desenlace o la solución, las decisiones las tomamos diarias, como si comemos, dormimos o tomamos, es algo que siempre habrá en la vida, la mayoría de personas se sienten presionadas a aceptar las decisiones de las demás, o simplemente a no aceptarlas, pero, nadie nos obliga a solucionar los errores de las decisiones ajenas, nadie nos enseñó cual les serían las consecuencias de nuestros actos en el futuros, nadie se tomó la molestia de explicarnos cuanto dañarian nuestras "malas" decisiones a los demás, siempre pensé que las persona tomaban decisiones como la cosa más simple que pudo existir, sin presiones ni tiempo límite, yo quería decidir sin que nadie sea perjudicado o beneficiado, quería que sea una decicion unilateral,que si me equivoco, ser la única capaz de solucionarlo, justo ahora me doy cuenta que era un mal chiste

En mi caso, las decisiones son algo que, aunque, quiero o no, lastiman a la gente y siempre salgo intactac, las personas que me rodean resiven los golpes, insultos y magulladuras por mi, soy la única persona que decide y nunca sale ni beneficiada ni perjudicada, mis decisiones eran simplemente decisiones inútiles que si comería errores, los que me rodean sufren la caída

Hace 4 semanas mi vida ha estado rodeada de decisiones y las personas que no tienen nada que ver en mi vida son las más perjudicadas, hace 4 meses mis decisiones han lastimado tanto a la gente que trate de dejar de decidir y esperar a que el destino me guíe a el lugar a donde se supone tenía que estar, tarde compredi que, el destino y las deciciones van de mano, juntos desafiando tu ingenio y tu capacidad, justo, después de 15 años y 4 meses comprendí que no hay que esperar al destino, ni tomar decisiones innecesarias, me di cuenta que tenía que hacer entender que ya no dejaré que me utilice ni que juegue conmigo, tengo que luchar por el camino indicado y recompensar a las personas que sufrieron por mis absurdas decisiones, es hora de aceptar la realidad y de mostrar lo que puedo hacer, hora de ser valiente y ponerme adelante para recibir las consecuencias del camino en el cual yo no decidí ir, llegó el momento de desafiar al destino y mostrarle que no puede usarme a su antojo, que ahora, sere yo la que juegue y manipule cada segundo que me de, sere la creadora de mi camino y no dejaré que nadie salga herido, es hora de que cada uno sea merecedor de sus frutos sembrados desde el principio

- Tengo que ver a papá- me dije a mi misma - Tengo que cerciorarme que el esta bien- aún tenía los ojos cerrados y no sabía el porque

- Tranquila, ya todo acabo- sentí como un frío aire recorrio mi cuerpo y abrí mis ojos lentamente

- ¿Quien se supone que eres?- hable mirando aquella mujer sentala al lado mío

- Soy la única a la cual veras en este corto tiempo- frunci el entrecejo

- De que...?- mire alrededor mío -¿Donde se supone que estoy?- sentí mi corazón palpitar ligeramente rápido y dolía - ¿Que me esta pasando?- se sento apoyando ambas manos en mi pecho

Aqueya mujer, cuyo rostro aún no podía identificar colocó sus manos en mi rostro, levantandolo para que pudiera verme, al instante que sentí su frío pero a la misma vez cálido toque, el dolor se disipo y el palpitar de mi corazón dejó de ser anormal, su extraña apariencia y su presencia me transmitio un sentimiento de seguridad y tranquilidad

Al momento de levantar el rostro, ella acerco el suyo, haciendo que puedo observar esos ojos miel oscuros que desde ahora son mis favoritos, su nariz pequeña y su hermosa sonrisa me daban a entender que no debía sentir miedo, es más, sus ojos al estar tan fijos en los míos, me sentí tan descansada, tan satisfecha y ¿querida?

Cambiar, Jamás (En Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora