Hoy no me ha venido la regla. Al contrario, mi ciclo ha vuelto a empezar. Hoy no he teñido mis bragas blancas de rojo, pero he tomado una importante decisión: me voy a comprar la Mooncup, también conocida como copa menstrual.
Hace tiempo que quería hacerlo, pero por una cosa o por otra mi amiga de rojo volvía a casa cada mes y yo sin la mesa puesta. Tras meses de retrasarlo y escuchar solo buenas palabras acerca de la Mooncup decidí llenar mi monedero de 30 euros y salir en su búsqueda.
En Zaragoza -mi ciudad- entre la Plaza del Pilar y el Coso se encuentra un pequeño pero encantador barrio que apuesta por un comercio alternativo y cercano: la Magdalena, y aunque lo "moderno" lo haya invadido todavía no lo han llamado Cupcake o Muffin o cualquier mierda vintagede estas.
Uno de esos comercios es Desmontando a la Pili, una tienda erótica feminista que expone sin miedo vibradores y diferentes juguetes sexuales de todos los tamaños y colores en el escaparate. Me encanta.
Allí fui, directa, ni siquiera me lo pensé ni una vez. Entré, me la explicó, la compré y salí. Solo quince minutos hicieron falta para que invirtiera 30 euros en lo que creo que será una de las mejores decisiones que haya tomado sobre mi cuerpo y es que no hay mayor revolución que conocer y amar libremente el sitio que habitaremos hasta nuestro último día.
Nada más sentarme en la terraza de un bar y pedir una cerveza, abrí la pequeña caja que la contenía. En la tapa había una especie de flor, aquello empezaba bien. Tras sacar las "instrucciones", desaté el lazo verde y abrí la bolsita de tela que la contenía, pero rápidamente la cerré y volví a guardar, temerosa de que algo pudiera ensuciarla o romperla. Era consciente de que eso iba a estar en mi coño mucho tiempo y para mí es un lugar sagrado, hay que cuidarlo.
Me habían hablado de ella y algo había leído, pero ¿qué era la Mooncup? y más importante ¿cómo entraría eso en mi persona? Mis amigas las instrucciones tenían la respuesta.
La Mooncup o copa menstrual es un método -diseñado por y para mujeres- para recibir a la marea roja cada mes. Una copa de silicona hipoalergénica que puede ser reutilizable para cada periodo, por lo tanto es muy pero que muy económica. 30 euros por 10 años de vida útil ( si no la pierdes, quemas o rompes por el camino) es una de las mejores compras que podrías hacer. Y no solo por la salud de tu bolsillo, sino también por la del planeta. Nunca más tendrás que tirar compresas a la basura o tampones al WC que acabaran en nuestros ríos o a nuestra atmósfera una vez incinerados.
El folleto promete un uso cómodo y práctico, con una colocación más abajo que la de un tampón. Como si no llevaras nada y en vez de absorber, recoge hermana. Retiene tres veces más que un Tampax y no desequilibra la salud de nuestras vaginas ni deposita fibra en sus paredes.
Creo que es la primera vez que tengo ganas de que me venga la regla.
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