10/04/2016

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Ni un mes ha pasado desde que me compré la copa y ya ha llegado el día. El día más esperado y tan temido a la vez para una mujer con vagina que mantiene relaciones sexuales; por que no nos engañemos... por mucho que la odiemos, el momento en el que bajas las bragas y las descubres manchadas de sangre... hermana lo que tú sientes se llama calma. "Otro mes que no seré mamá"  es lo primero que a mi me viene a la mente. Y que sea así por muchos años más.

Hoy ha sido un día de esos, un día en los que he reafirmado que no seré mamá (por esta vez) pero esa afirmación hoy ha tardado más de la cuenta. El tiempo pasa más lento cuando estás de resaca o cuando estás esperando a que baje la amiga de rojo, ni primer amor ni hostias. Resaca y regla,  al cuadrado.  Las horas pasaban y la frecuencia con la que me bajaba las bragas para comprobarlo era cada vez mayor. Sí, lo admito; no soy de esas chicas que lo notan, lo sienten. No tengo ese súper poder. 

Las horas pasaban y yo ya empezaba a pensar como se llamaría mi futuro retoño. Libertad me gusta para chica, pero creo que soy la única persona de este planeta al que le gusta. Nombre para arriba, nombre para abajo; he sentido la llamada de la naturaleza y al bajarme las bragas...OH SORPRESA , ESTÁN MANCHADAS. Otras bragas directas a la basura, pero yo más feliz que una perdiz y no solo por el hecho de que ya no sería madre; sino porque por fin iba a poder usar mi "supercompra" del año: la Mooncup.

Yo, poco previsora, pegué un grito que se escuchó hasta en Marte llamando a mi madre o a cualquier ser que habitara mi casa para que me acercara mi bonito saco color beige que escondía mi querida copa menstrual. Estaba guardada en mi cuarto -no en el baño como sería lo lógico- y hubiera estado feo manchar todo el pasillo de sangre, no es una película de terror. Cuando al fin ha tocado mis manos la caja que contenía aquel tesoro, ha venido lo más difícil: leer las instrucciones desnuda de cintura para abajo, chorreando sangre, sentada en el váter y con las piernas haciendo una bonita v de victoria. Una situación realmente cómica, para enamorarse de mi.

Tenían razón, lo peor de la copa menstrual es la primera vez que te la pones y que te la quitas. Te hace pensar que has elegido mal, que eres torpe o que simplemente tu agujero no está hecho para eso, pero una vez superado ese primer trámite poco a poco comienza a entrar como la seda, hasta el punto en el que lo puedes hacer con los ojos cerrados ( nivel extremo)

El proceso es el siguiente:

1. Lavar con agua caliente y jabón neutro tanto la copa como tus manos, además con agua entra mejor. 

2. Cómo ponerse: En la posición natural para cosas tan reales como cagar o parir: en cuclillas todo sale y entra mejor. 

3. Cómo darle la bienvenida: Como se puede observar en la imagen de abajo, hay dos formas de doblar la Mooncup;  a mi la primera me parece la más sencilla aunque si soy sincera, he sido bastante bruta a la hora de darle "el último empujón". 

4. "Una vez doblada, sujete firmemente la Mooncup con el dedo y el pulgar lo más abajo posible por la copa mientras sigue doblada. Con la otra mano ,abra los labios de su vagina y dirija la Mooncup hacia arriba y hacia su espalda" Esto es lo que dicen las instrucciones, pero no es tan fácil como parece o yo soy una torpe, que es otra posibilidad igual o más válida que la anterior. La clave es sentir que hace "ventosa" porque se trata de un método que recoge, no absorbe.

5. Cerciorarse de que el tubito está dentro y no sobre sale ( pero eso es otro capitulo) y listo! 

Media hora después, había entrado en el grupo de la copa menstrual y me sentía contenta a la par que empoderada. Puede sonar friki, pero una no controla como se siente, y yo estaba orgullosa de llevarla y haber conseguido ponérmela en 30 minutos. Ya os dije que era una torpe. Ahora puedo pasarme entre 4 y 8 horas sin preocuparme por cambiarme la compresa, que se mueva y manche, no poder ir a nadar o por ese picorcillo molesto que me producía siempre la compresa. 

Pero como todo en esta vida, lo que sube debe bajar y después de unas seis horas llevándola he decidido quitármela como indicaban las instrucciones

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Pero como todo en esta vida, lo que sube debe bajar y después de unas seis horas llevándola he decidido quitármela como indicaban las instrucciones. Aquí viene la parte "chunga", si meterla ya cuesta pero la puedes doblar ¿cómo sacas algo que esta dentro de ti haciendo ventosa sin que duela? era lo que me preguntaba mientras movía mis dedos por dentro de mi "florecilla".  Hay dos formas para sacar tu copa menstrual. Una de ellas es apretando la base de la copa o introduciendo un dedo a lo largo para abrir el precinto ( la susodicha ventosa) a la vez que se tira ligeramente del tubo. Pero ese no es mi estilo, yo soy más de realizar pequeños empujones con los músculos de la vagina para que el tubito vaya saliendo y así poder estirar suavemente primero hacia un lado y después hacía el otro. Y que la fuerza bruta tampoco falte. No voy a mentir, me dolió pero supongo que la práctica conseguirá que tanto la fuerza bruta como el dolor desaparezca.

Es hora de irse a dormir y pese a que mi madre me ha aconsejado que no lo haga, voy a dormir con la copa. Hoy he dado un paso importante en el control de mi vida y de mi cuerpo, y tengo contárselo al mundo aunque me he abstenido de mandarle una foto de mi copa ensangrentada a mi pareja, hay barreras que no se deben romper, por ahora.

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⏰ Última actualización: May 08, 2016 ⏰

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