Abro la puerta.
Él está del otro lado.
Y me mira.
Penetrante mirada.
Y sonríe.
Hermosa sonrisa.
Él es hermoso.
Me tiende su mano
No miré atrás.
Levanté la mía para alcanzar la suya.
Y...
Entonces
El único sonido... el rechinar de la puerta cerrándose a mis espaldas.