Rabbit

Primer salto

Mia se encontraba con la mirada perdida sentada en el borde de su cama, sus pensamientos se entremezclaban en su cabeza, hasta que unas finas, pero abundantes lagrimas, cruzaron su rostro.
-Por que ? Por que tiene que ser así?
No dejaba de preguntarse eso, mientras apretaba los puños.
Ese inmenso dolor había comenzado unos cinco años antes,  en ese entonces solo era una niña de doce años con esperanzas y sueños como cualquier pequeña de esa edad.
Ella había crecido en una familia amorosa, que estaba conformada por sus abuelos y su mama, su padre era alguien completamente desconocido para ella.
Hasta ese verano , que Mia deseó que nunca hubiera existido.
Ella y su familia habían ido a pasar las vacaciones a la playa, algo que le encantaba debido a que amaba el mar.
Por las noches, toda la familia se reunía en la sala para charlar y comer cosas dulces, mientras miraban algún que otro programa en la televisión.
-Mia, mi amor tenemos que decirte algo. *dijo su mama mientras le acariciaba el pelo*
-Que pasa mami? *respondió Mia un poco sorprendida debido a la cara de preocupación que expresaba la cara de su madre*
-a veces en la vida hay que perdonar... Dejar que alguien que hizo algo mal pueda hacerlo bien
-ma... No te entiendo, paso algo malo?
- No... Hija, tu papá quiere conocerte

Mia ladeo la cabeza, aturdida por tantos recuerdos, que le pesaban tanto que sentía que no podía sostenerse en pie.
Desearía nunca haber escuchado esas palabras, dijo ella con una mirada vacía y agotada.