Liga de Leyendas [ League of Legends fanfic ]

Acto I - Capitulo I "El comienzo"

Mis ojos son penetrados por la luz del sol que atraviesa la ventana de mi habitación, mi cuerpo que estaba caliente a causa de las sabanas empezó a sentir el frío matutino que se avecinó por Demacia desde hace ya 3 semanas.

Me estiro y respiro hondo. El pijama ahora yacía sobre la cama, mi pantalón entro mas fácil que de costumbre y la parte superior de mi uniforme permanece en una bolsa que, escrita con un marcador rojo, mostraba claramente mi nombre "Tsurugi Okami".

Si, teniendo en cuenta que soy demaciano un nombre como este es realmente raro, pero como mis padres son de descendencia freljordiana decidieron mantener al menos eso en mi. Nunca fui objeto de bullying en la escuela, por lo que realmente no me molesta un apellido que traducido signifique "Lobo" según una antigua lengua y mi nombre proviene de un tipo de espada.

Rasco mi cabeza peliblanca, que es de los pocos rasgos que conservo de Freljord y concentro todos mis sentidos en tratar de despertarme por completo, lo que termino el trabajo fue mi despertador, lo miro y me encuentro con que eran las 7 de la mañana.

Hoy es el primer día de clases en la "Escuela de nivel secundario de Capacitación para Campeones de la Liga de Leyendas", básicamente una escuela que entrena a personas con potencial en pelea, magia entre otras cosas, para convertirlos en Campeones de la Liga. Ese fue mi sueño desde pequeño y por fin tendría una oportunidad para llevarlo a cabo, pero no será un buen comienzo si llego tarde.

Generalmente alguien de la Clase media no podría entrar a una escuela como esa, a pesar de ello debido a conexiones familiares lejanas se podría decir que desde chico se me fueron concedidos varios lujos, pero no quiero acostumbrarme a un tipo de vida como la de un vago, quiero ganarme la vida por mi cuenta y dado que el estilo de vida de un Campeón establece una buena relación de trabajo/recompensa y me apasionan las peleas en los Campos de la Justicia decidí dedicarme a ello.

Bajo las escaleras que conducen a la planta baja y encamino hacia la cocina. Saludo a mis padres un poco apurado y devoro mi desayuno en cuestión de medio minuto, despidiéndome de ellos me dirijo hacia la puerta principal de mi casa. Antes de girar el pomo me quedo pensando unos segundos, emocionado, por lo que estoy a punto de vivir, el solo pensar el hecho de asistir a esa escuela me hace emocionar mas.

— ¡Apúrate en ir a la escuela, Tsuru, se te hace tarde! — Grita mi madre desde la cocina.

Volviendo en mi mismo abro finalmente la puerta y dejo que los rayos solares me abracen junto al frío, percatándome de ello agarro una campera mía que estaba colgada en el perchero, ahora cubriendo mi torso y extremidades.

Comienzo a caminar hacia la escuela, recorro las calles con casas de roca blanca y mármol en las cuales no puede faltar una grande bandera con el escudo de Demacia, pierdo la noción del tiempo mirando los alrededores, cuando me di cuenta, ya estaba a 50 metros de la escuela.

La emoción que me causa el estar prácticamente al frente de la escuela me hace olvidar incluso de respirar, empiezo a caminar mas rápido para llegar a la escuela, pero un grupo de personas aparentando 30 y 40 años con aspecto llamativo debido a sus uniformes y sus pasamontañas en su cinturón me detuvo y tuve que ocultarme para escucharlos.

— Bien hecho, ya esta todo listo, ¿revisaron el plan otra vez? — Pregunta el hombre con una cicatriz en su cuello.

— Si, es un plan infalible, la desorganización que tiene la escuela el primer día es increíble debido a su acto de apertura, con esto podremos hacernos con esos objetos fácilmente. — El que le faltaba el ojo izquierdo afirma algo que me deja aturdido unos segundo, pero recupero la compostura cuando los veo ponerse los pasamontañas, entonces, ese grupo de 6 hombres se dirije a la parte trasera de la escuela.