Mundo De Vampiros

Donde estoy

-¿que hago aquí?-

Me encontraba en una habitación oscura, fría, emanaba miedo alrededor. El dolor de mi cabeza no me dejaba tener las ideas claras solo recuerdo esos ojos verdes, esos ojos que mire por última vez, no recuerdo como llegue hasta aquí, no recuerdo quien soy...
Es que acaso estoy muerta siento un mal presentimiento, no tengo la noción del tiempo, me levante muy despacio de la cama en la que me encontraba recostada, alrededor de la habitación solo veía cuadros, objetos con un cierto toque de antigüedad
me asome a una ventana donde entraba el único reflejo de la luz de la luna.
Al exterior se encontraba un inmenso jardín apagado sin ningúna flor,
a lo lejos se notaba la completa oscuridad de un bosque.
Tenía que salir de alguna manera para saber que paso y donde estoy la razón por la que no recuerdo nada.

—Al fin despiertas—Una voz algo ronca e imponente se dirigió a mi, di media vuelta para ver el rostro de la persona que me hablaba, nada menos un chico de una vestimenta muy particular algo siniestro diría yo, no llegue a ver su rostro por la oscuridad del cuarto lo único que hice fue quedarme callada las palabras no salían de mi boca.

—No hay tiempo para explicaciones, toma— me lanzo un vestido a la cara

—¿Donde estoy?—pregunté.

—pronto lo sabrás-— se dio media vuelta para irse, su voz era seca y fria.

—Espera—Quería ver su rostro, tenía que hacerlo.

—No te tardes-— tumbó la puerta al salir.

Esa imponencia, como se atreve a tirarme un vestido a la cara sin darme explicación alguna, tenía curiosidad por ver su rostro me acerque a la puerta trate de abrirla al parecer la cerró con llave.
Temía por mi vida, tenía que hacer tiempo tomé el vestido lo analize detenidamente era de color salmón, extravagante y sensual para mi estilo
¿Y porque qué un vestido? no tenía alternativa tuve que ponérmelo pasaron unos minutos y escuché el sonido de la puerta.

—seňorita buenas noches— una chica muy linda uniformada se acercó a mi —veo que ya está lista—

—espere, dígame donde estoy, ayúdeme a salir de aquí por favor

Ella se acercó para acomodar mi cabello.

—disculpeme no puedo ayudarla, yo soy solamente pertenezco a la servidumbre de la casa—

—Temo por mi vida— estaba al borde de las lágrimas

—le aseguro que aquí esta mejor que afuera se ve muy hermosa, sigame— me lanzo una sonrisa

Tenía confianza en ella por alguna razón extraña, la seguí afuera de la habitación había pasillos enormes bajamos unas gradas donde me encontré con la silueta de un chico será el mismo que vi hace unos minutos atrás.

—Tardaste mucho— esa voz tan familiar era el mismo muchacho

—¿Qué?— el sólo me tomó del brazo derecho con brusquedad llevándome hasta la puerta afuera nos esperaba un coche enorme color negro, me metió al coche se sentía un silencio incomodo lo mire al rostro, tenía unos hermosos ojos grises su rostro era perfecto casi creado como por ángeles ese ceňo fruncido le daba un toque de malo.

—A donde vamos— le pregunte

—Ya lo veras— me contesto con frialdad

—¿Cómo llegue aqui?

—deja de hacer preguntas y quedate callada

—por lo menos dime tu nombre— dije enojada

—mi nombre, porque tendría que decírtelo

—estoy con un desconocido en un maldito auto, y nose a donde nos dirigimos dime te parece justo

—la vida no es justa nena— me sonrió sinicamente

Pero que imbécil, me trata peor que a un animal, que pasara conmigo, debo recordar vamos cerebro funciona recuerda, puse mis manos alrededor de mi cabeza...

—¿pero que haces?

—¡que!— nuestras miradas chocaron fue algo incomodo esos ojos grises me ponen nerviosa.

—Se que no recuerdas nada no lo te esfuerces en hacerlo

—vaya, gracias por tu apoyo— dije con sarcasmo

El coche se detuvo frente a un enorme edificio las casas se veían a lo lejos.

—llegamos muñeca— nuevamente me tomó del brazo llevándome hasta el último piso del edificio, entramos en una oficina

—si quieres seguir respirando no te muevas de aquí— me tomó de los hombros y me hizo sentar en una silla de cuero.

—me dejaras aquí sola— le reproche

—pronto tendrás compañía— solo lo vi alejarse cerrando la puerta

Unos minutos después decidí irme aún con la advertencia que el me hizo tenía que salir, abrí la puerta

—¿adónde pensabas ir?

no puede ser frente a mi se encontraba un chico totalmente diferente

⭐⭐⭐⭐⭐⭐

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Laniela⭐