CAPITULO 1

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Eran épocas difíciles para los Caligner. Bueno en realidad para todos. Alemanes, judíos, austriacos, franceses, rusos, polacos...etc.

Pero ellos, eran especiales. Sven era hijo de Ula, su madre y Varick, su padre. Tenia una hermana menor que amaba. Soneschein, era algo así como la luz de sus ojos. Él, antes, se dedicaba a decir sarta de estupideces, como por ejemplo "cuando Soneschein sea mayor, no la dejare tener novio" o "la cuidare por siempre" . Para Sven, ella era muy importante. Desde que nació, no se aparto de ella, ni un momento. 

También tenia una hermana mayor que se llamaba Senta. Ella quería mucho a sus padres y a sus hermanos menores, pero ya a sus dieciséis años tenía que empezar a ayudar a sus padres en sus revueltas contra Hitler. Aun que sus padres no estaban de acuerdo con su hija, ella ya lo había decidido, y con los tiempos que corrían, no se lo podían negar.

Claro, los pequeños de la familia no estaban enterados de esto, por el simple hecho de que los "mayores" creen que ellos no entienden de estas cosas. 

Pero las cosas cada vez iban a peor. Por eso, Ula y Varick pensaban que la historia de su familia estaba llegando a su fin. Cosa que si estaba en su mano, no iban a permitir. 

Estaban llegando a su nueva casa, por que tuvieron que huir de la antigua. El séquito de Hitler, los perseguía. 

Y los seguirían persiguiendo hasta matarlos. De eso estaban seguros, no solo ellos si no que también estaban seguros de aquello, todos los que participan en las revueltas contra Hitler. 

Ellos eran los líderes. Su familia mandaba. Los Caligner tenían el poder sobre las personas, que secretamente o a sabiendas de las demás personas luchaban contra Adolf Hitler, el causante de la segunda guerra mundial.

"¿Mama queda mucho?" Le pregunto Sven a su madre, que al parecer ya estaba cansado de caminar llevando esa caja tan pesada con una mano y su elefante en la otra. 

"No creo cariño. Pero si dejaras el elefante que no lo necesitas para nada, podrías coger la caja con las dos manos" Le reprocho Ula, al ver que su hijo estaba realmente cansado, y sucio. A ella, le dolía no poder darles otra vida mejor a sus tres preciados hijos, pero ya que, no habían nacido en la época adecuada, Ula estaba decidida de no darles un mal ejemplo a sus hijos, y luchar por darles un mundo mejor a sus hijos. Aun que ella, y su marido Varick sabían perfectamente que lo que estaban haciendo les costaría la vida a ellos, y a sus hijos. Pero lucharían, hoy y para siempre. 

"Sven ¿quieres que te lleve yo el elefante?" Le pregunto Senta. Ella también estaba cansada, y ya se estaba tropezando con todos los escombros que había en el suelo, del pueblo. Ellos vivían originalmente en Rothenburg Ob Der Tauber. Un pueblo estratégico. Estaba cerca de la cuidad, y a la vez estaba cerca del bosque. Los Caligner, aprovechaban que la ciudad estaba a diez kilómetros, para provocar a Hitler. Cosa que sabían hacer muy bien. 

"No, lo quiero llevar yo" Contesto Sven, con un notable cansancio en su voz. A lo lejos, ya comenzaba a verse el bosque. Eso era una buena señal, ya que su casa de repuesto estaba allí. En medio del bosque. Ahora, estarían mas lejos de la ciudad, ya que el bosque estaba en dirección contraria a esta.

Miraron todos esperanzados el bosque. Bueno, todos menos Soneschein, ya que estaba dormida en una de las dos cajas que llevaba Senta. Aun que ya dentro del bosque les quedaría nueve kilómetros hasta llegar a la casa. 

Comenzaron a escuchar disparos no muy lejos de donde ellos estaban. Supusieron- los mayores, claro- que el el séquito de Hitler estaría cerca. Varick, había dicho que pensaba haberlos perdido hacía ya un rato, por eso tanta tranquilidad en su paso. Pero ahora, tenían que acelerar el paso, si no querían morir antes de tiempo.

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⏰ Última actualización: May 21, 2018 ⏰

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