Suspiros Silenciosos |South Park| K2 #CSSP

El viaje

La nieve caía de a poco en el camino. Se veía tan blanco que segaba a cualquiera.

Y en la carretera, un auto pasó casi a toda velocidad.

En la ventana se observaban rizos pelirrojos, y el dueño sonreía observando el paisaje.

-Pareces un perro Kyle.- dijo el novio del chico quien lo miraba divertido.

El judío se enderezó en el asiento y subió la ventana.

-Cállate Kenny.- susurró este subiendo el volumen de la música.

En la radio sonaba una canción que no conocían, pero era genial para el oído.

-La desesperación de no saber el nombre.- dijo McCormick refiriéndose a lo que se oía.

Kyle no respondió, solo miraba los pinos cubiertos de nieve.

-¿Crees que esto sea buena idea?- habló el pelirrojo sin voltear hacia su pareja.

-¿Escapar? Supongo...- hubo un silencio incómodo.

Los dos sabían que ya no habría vuelta atrás.
Gracias a la mamá de Broflovski hicieron esto. Ella aún no aceptaba su relación, odiaba con toda su alma a Kenny, y por eso, los dos decidieron huir de casa con tan solo diecisiete años.

Kyle estaba consciente de que no volvería a ver a su familia, pero podía arriesgar todo con tal de estar al lado de su amado.

-¿Crees que nos busquen?- soltó el judío, por fin miraba los azules de McCormick.

-Tal vez...- susurró el rubio sin despegar la vista del camino.

Y el silencio volvió a reinar.
De seguro las maletas se habían congelado, ya que estaban sujetas con una soga arriba del auto.

Todo iba bien, el hotel pagado (Con los ahorro de Kyle), empleos, juntarían dinero para una casa propia y a los veinte, se casarían. Hasta que la realidad le dio un golpe a nuestro judío en toda la cara y abrió los ojos de par en par.

-¡Llévame a casa Kenny!- el rubio se sorprendió a lo que le gritaba su novio- ¡Ahora!- el pelirrojo lo miró amenazante.

-¡¿Pero que dices?!- exclamó el pobre.

-Llévame a South Park... ¡En este momento McCormick!- y de un movimiento rápido, Kyle tomó el volante, atontando al verdadero conductor.

Luchaban por controlar el auto.
Las llantas se resbalaron rápidamente, los dos chicos miraron al gran pino que estaba en frente de ellos, antes de chocar contra él.

.

.

.

Cuando Kenny abrió los ojos, se segó con la habitación blanca en la que estaba.

Miró hacia su derecha, encontrándose con una enfermera que lo miraba detenidamente.

-Ya despertaste...- sonrió la mujer.

-¿D-donde estoy?- solo esas palabras salieron de los labios del rubio.

-En un hospital- respondió una voz gruesa a su izquierda.

Se giró rápidamente, notando que era un viejo con una bata blanca.

-Hum...- susurró Kenny observando los tubos que tenía en la muñeca, hasta que no sintió la presencia de su acompañante- ¡Kyle! ¡¿Dónde está Kyle?!- gritó asustando un poco a la enfermera.

-Él esta bien... solo que...- el doctor mordió su labio inferior, dejando con la intriga al rubio- tu amigo fue el que sufrió mucho más daño... una de sus costillas fue muy afectada, cuando los encontraron, el asiento estaba aplastando el pecho de Broflovski, y... bueno, el hueso roto de la costilla hizo su trabajo, se clavó en algunos órganos, esta misma tarde lo operaremos.- mientras que el hombre decía tales palabras, una lágrima salió del ojo de McCormick.