CAPITULO 1 "Ya No Hay Vuelta Atras"

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Samuel estaba agotado, pero sabía que podría descansar en cuanto llegara al campamento, pensaba dormir hasta el día siguiente, esta sin dudas, había sido una de la expediciones más largas que había hecho, y aunque no logro recolectar la gran cosa, les bastaría para sobrevivir un poco más de tiempo. Siguió avanzando, hundido en sus pensamientos sobre que sería lo que comería al llegar. Conforme se acercaba al campamento, noto que algo no iba bien, un extraño y asqueroso olor inundo sus fosas nasales, parecía que provenía de la dirección en la que se encontraba el campamento, acelero su paso y vio grandes columnas de humo, esto hizo que corriera directo al campamento, se preocupó tanto que ignoró la falta de la guardia que debía estar montada en la zona. Corrió, y al llegar, no creía lo que sus ojos estaban viendo, todo lo que podía llamar hogar en estos últimos meses había quedado reducido a cenizas. Recorrió los retos del campamento en busca de que alguno de sus compañeros hubiera sobrevivido. A su paso, solo veía cuerpos calcinados y algunas de las casas aun ardiendo, con esto supuso que el ataque había sido reciente. En estos momentos se culpaba por ser tan terco e insistir en hacer la expedición y gracias a eso no haber estado para ayudar a defender su hogar.

Todos estaban muertos, o al menos es lo que pensaba Samuel al no haber encontrado a ninguno de los que fuesen sus compañeros. Había regresado al campamento después de una semana de haber estado en una expedición a la búsqueda de provisiones que tanta falta les hacían. Decidido a ir solo para no disminuir más el pequeño grupo del que formaba parte, ya que recientemente habían perdido muchos miembros a causa de un extraño virus que se estaba empezando a propagar entre los pocos supervivientes. En ese momento el pánico se apoderó de él, y opto por correr lo más rápido que pudo a través de bosque, sin dirección alguna, solo quería alejarse lo más posible de ahí, sabía que después tendría tiempo de lamentar su perdida, por ahora necesitaba salir de ahí cuanto antes. No quería encontrarse con los causantes de aquello y supuso que aún podrían estar cerca.


Cuando ya no pudo correr más, y había logrado alejarse lo suficiente de aquel lugar, se recargo en el árbol más cercano, mientras recuperaba el aire, sus piernas simplemente dejaron de funcionar y cayó al suelo. El cansancio que sentía y el shock que sufría, surtieron efecto y así en el suelo, sencillamente cerro los ojos y se quedó profundamente dormido, mientras sus mejillas se humedecían por las lágrimas que inconscientemente se derramaban de sus ojos.

Samuel despertó al sentir que alguien lo sacudía levemente, y desorientado abrió los ojos, encontrándose con un grupo de extraños armados, con dificultad se incorporó e intento retroceder hasta que su espalda topo con el árbol detrás de él. Instantáneamente Samuel adopto una pose defensiva mientras buscaba el cuchillo que siempre tenía en una de sus botas.

-¿Buscabas esto?- Le dijo uno de los dos hombres que lo tenían rodeado. Era un joven alto y corpulento de cabello castaño y ojos marrones. Samuel miro su bota y efectivamente el cuchillo que tenía el hombre era el de él. Desesperado veía como el hombre jugaba despreocupadamente con el cuchillo entre sus manos mientras ideaba alguna manera de salir de aquel lio.

-Tranquilo, no te haremos nada, al menos no por ahora.- dijo otro de los hombres. Este era más pequeño y delgado, Samuel no sabría determinar a simple vista su edad pues el apocalipsis los había hecho madurar en todo sentido.

Samuel sabía que estaba en desventaja así que intento calmarse y buscar una manera de salir de allí.

-¿Qué quieren de mí?- Pregunto Samuel con voz seria.

Los hombres empezaron a reír al escuchar el peculiar tono de voz de Samuel. Lo que lo hizo enfurecer, salió disparado como un resorte hacia arriba, dándole un buen puñetazo en la mandíbula al hombre más corpulento. Este molesto por el golpe de Samuel le regreso el puñetazo, dando de lleno contra el cráneo de este, ocasionando que cayera inconsciente al suelo. El que parecía el menor de los dos y el más pequeño, le dio un pequeño golpe en la cabeza en forma de reprimenda.

-¿Ya viste lo que ocasionaste Frank?!- le recrimino el hombre más pequeño.

-Bueno, al menos será más fácil llevarlo.- dijo soltando una sonora carcajada llevando sus manos atrás de la cabeza.

Ambos hombres levantaron al inconsciente Samuel del suelo y lo llevaron arrastrando hasta su vehículo.

Aturdido y con un gran dolor de cabeza Samuel despertó, cuando intento levantarse, noto que estaba atado a una silla y pudo ver que se encontraba en una especie de celda.

-Veo que por fin despiertas.- dijo un hombre alto con unos peculiares ojos rasgados.

Samuel lo miro detenidamente analizando cada rasgo de aquel hombre que le estaba hablando.

-Siento lo que te hicieron mis hombres, a veces pueden ser muy impulsivos.- dijo aquel misterioso hombre con un tono de voz tranquilo.

-Soy Willy, el líder de este campamento, y ahora que conoces mi cara, ya no hay vuelta atrás...-

Samuel se quedó analizando esas palabras, había algo en ese hombre que lo inquietaba y pensaba descubrir que era.




Hasta El Final - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora