It.

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JungKook siempre había sido alguien raro, en ocasiones su madre temía de el, de sus comportamientos violentos, bruscos y descuidados, en casa, en la escuela, o mejor dicho en todas partes, así que cuando el ingresó a la universidad en London fue casi un alivio.
Sus amigos decían que sólo era el pero muchas veces ni ellos se lo creían.
Pero eso no pareció importarle a Taehyung, llevaban más de dos años juntos y su relación era más estable que una mesa de cuatro patas o más, JungKook era atento a el siempre, cada que Taehyung se sentía mal, JungKook lo consolaba, al igual que cuando se enojaba el lo calmaba, siempre era así. El no creía en lo que solía contarle Namjoon o Yoongi, para el su novio siempre ah sido la persona más atenta.
Claro que, nadie sabía que cosas ocultaba, no siquiera el mismo, pero las evidencias lo delataban, y esa noche fue la gota que derramó el vaso.

Taehyung había peleado con un hombre mayor que correspondía al hombre de Minhyuk tras recibir insultos sin argumentos coherentes hacia su segundo libro publicado.
JungKook trato de calmarlo y animarlo, pero era inutil, el castaño hervía en rabia, y su novio literalmente lo sentía.

Al llegar la noche el pelinegro regresaba del supermercado mientras su novio salía del banco a recoger su paga del mes, cuando una voz llamó su atención, y al notar quien era sólo pudo sentir disgusto.

- Hug... Tu.

JungKook trató de ignorarlo, pero su sola presencia hacia que su estomago se revolviera.

-¿Porque estas solo? ¿Tu noviecito te ah dejado? ¿Se suicidó como le propuse?

El pelinegro no respondió y únicamente apretó los puños con fuerza, su mandíbula se tensó al igual que el resto de su cuerpo, ¿que se creía al insultar de tal manera a su novio?

-Que desperdicio de tiempo, dos años de tu vida con esa basura...

-Callate.

JungKook comenzaba a alterarse sentía su sangre hervir desde la punta de sus pies a su cabeza, quería arrancarle la cabeza a aquel bastardo.

-Pfff... No se que le ves, es un asco, al igual que lo que escribe, eres igual de idiota que el.

Con cada insulto JungKook sólo podía sentir su coraje crecer, quería controlarse, realmente quería, pero las ganas de matar a aquel tipejo eran mayores.

-Es un desperdicio.

-Dije que te callaras.

-Es un puto marica.

El ruido de las bolsas caer al pavimento se hizo presente en ese momento, el pelinegro giró sobre sus talones, observando la expresión de miedo y sorpresa.

Los ojos de JungKook no tenían color, ¿la luz le jugaba una broma pesada? Todo era negro donde se supone serían sus ojos, lo que causó que Minhyuk retrocediera un paso, lo que se asimilaban a venas de tonalidades frías aparecieron en la parte externa de la zona marcándose en su piel perfectamente, sus labios perdieron el peculiar tono rosado a uno más frío. Caminó hasta el sujeto el cual entró en pánico y corrió en dirección a su auto, sin embargo no tuvo tanta suerte pues el pelinegro se lanzó a este haciéndolo caer, su cabeza golpeó bruscamente contra el concreto provocándole un fuerte dolor. Fue girado a tiempo para presenciar la sonrisa que se formó en los labios de JungKook.
El cuello de Minhyuk fue estrangulado por las manos del joven clavando sus uñas en el proceso como una aguja a una almohada desgarrando su garganta.

-¿Te gusta hablar?

Cuestionó JungKook apretando aún más aquella zona hasta sentir aquel familiar liquido sobre sus dedos. Minhyuk quería gritar, quitarlo de encima, correr y nunca más volver, pero el ruido de huesos rompiéndose se lo impidió siendo decapitado en cuestión de segundos.

-Ya no podrás...

Remató JungKook inclinándose hacia el hombro, sus dientes tomaron una suave capa la cual aún era blanda lo que le hizo más fácil halarla y comer degustando el horrible pero raramente satisfactorio sabor de la piel humana, con sus uñas rasgo el pecho haciéndolo trizas, busco entre piel, órganos y restos de tela lo que más le gustaba, rompió un par de huesos con las manos y tomó el corazón del tipo entre sus manos estrujandolo al igual que al cuello hace unos minutos hasta que esté sólo fueran trizas disfrutando de la sensación de la sangre sobre sus manos.

Detuvo su juego al escuchar una agitada respiración cerca, levantó la cabeza para observar a su novio respirando de manera agitada apretando su mochila entre sus brazos, al conectar miradas este retrocedió.

-¿Que eres? -Cuestionó el mayor en lo más similar a un sollozo.-

El pelinegro se colocó de pie, volviendo sus ojos a su estado normal. Con cautela se acercó a su mayor pero este retrocedió al instante.

-Alejate...

-Sólo quería protegerte... El no podía hablar así de la persona más importante para mí

-No me mates -Suplico Taehyung mirando de reojo la sangre en la ropa de su novio.-

-Jamás lo haría...

-Así que Hoseok...

-No quería que interviniera en lo nuestro...

-¿Que eres? -Volvió a cuestionar.-

-Un monstruo enamorado.

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