Proyecto escolar

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-¿Qué es esa cosa?- preguntó con escepticismo y el entrecejo fruncido, sus ojos castaños evaluaron el objeto y luego al chico de cabellos negros de 10 años que lo sostenía.

-Es tu bebé, nuestro bebé- le informó, recordándole que uno de los proyectos que les habían asignado era cuidar a un pequeño saco de harina con cara deforme que según su hyung era "linda" y todo porque los adultos de la escuela así lo decidieron después de una junta de emergencia por la que tuvieron el día lunes libre.

-Yo no voy a tener hijos y si los tuviera, no serían tan feos como ese, además ¿cómo un bebé puede verse como un rectángulo?-

-No digas esas cosas, puede oírte-

-Esa cosa no escucha-

-No es una cosa, es tu hijo-

-Yo nunca elegí tener un hijo contigo-

-La maestra dijo que teníamos que cuidarlo...-

-Esa maestra está loca- refunfuñó e hizo una pataleta, no quería hacer ese tonto proyecto y lo peor es que le habían asignado con ese niño raro que se quedaba como babo viendo la nada.

Tenía ojos que miraban feo y su piel también era extraña, además de que le hablaba a la mascota de la clase –una tortuga- como si esta le pudiera entender.

-¡Renunció a esta familia!- exclamó poniéndose la pequeña mochila color azul en la espalda.

-No puedes hacerlo, nuestro bebé necesita una mamá- el pequeño detuvo sus pasos y le fulminó con la mirada.

-Yo no soy la mamá-

-Pero...- le miró –tu piel es bonita y clara como la de las noonas, eres menor que yo y eres muy bonito- y sonrió como si aquel argumento fuera suficiente.

Le miró con un pucherito y las mejillas rojitas, era un niño tonto, ¿por qué le decía que era bonito? El lo sabía pero los niños no les decían eso a otros niños; era raro.

-¿Y tú eres el papá?- preguntó con cierta burla.

Asintió.

-Eres un papá muy extraño y feo, con una cabeza gigante-

-¿Entonces si me vas a ayudar?- preguntó aludiendo su comentario.

-Solo porque si sacó una mala calificación appa no me comprará el videojuego que quiero... pero yo también soy un papá no una mamá- se dio la vuelta y empezó a avanzar siendo seguido por un niño de cabellos negros que revoloteaban en el aire.

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Rascó su mejilla, se abanicó con la mano y sujetó mejor al bebé. Sus mejillas estaban coloradas por el sol debido a que ese día el calor quemaba la piel, además de que quedarse perdido en las nubes en el autobús e ignorar al conductor –al que su madre le había encomendado que le avisara cuando tuviera que bajar-, bajando cuatro calles después de la que debía no le había ayudado mucho a no asolearse.

Limpió el sudor de su frente con su manita y presionó el botón del timbre.

Cuando la señora Cho abrió la puerta se encontró con un lindo niño sonriente que le avisó que había ido a hacer tarea con su hijo.

–Kyuhyunie-ah, tu amigo ya llegó- le avisó, asomándose a la habitación donde su pequeño jugaba con una de sus consolas.

-No es mi amigo- hizo un puchero –solo somos compañeros de trabajo porque la maestro nos asignó juntos- dijo, dejando en claro que aquello no le había agradado mucho.

Su madre solo negó con la cabeza, su hijo parecía seguir siendo un poco antipático con sus compañeros –no debes ser tan antisocial... y ¿no te había dicho que te bañaras?- suspiró –te esperaremos abajo, no tardes mucho-

Kyuhyun apagó su aparato y pasó al baño tomando su cambio de ropa limpia, más temprano había jugado con Minho en el patio de la casa de este y había ensuciado su ropa, además de que se había llenado de sudor.

***

-Eres muy amable Jongwoonie...- le sonrió abiertamente al pequeño parado en un banquito a un lado de ella que estaba ayudándole a pelar un par de verduras –pero no tenías que hacerlo-

-Está bien, me gusta ayudar, además así será más rápido, ¿verdad?-

-Me gustaría que mi Kyuhyunie fuera tan amable como tú- se acercó y le susurró –a veces parece un adulto pero otras veces es un cascarrabias- se rió, teniendo 9 años cuidando al pequeño castaño le había enseñado muchas cosas.

El pequeño le imitó y siguió con lo suyo. Pensó que sería más agradable que su compañero fuera más como su omma aunque en realidad no le molestaba, no creía que le dijera las cosas con la intención de hacerle sentir mal, además de que el castaño le agradaba.

Kyuhyun bajó y entrecerró los ojos viendo a SU OMMA riendo con Jongwoon, ¿por qué se reía con él? Él no era su hijo, además de que pensaba que ese niño era raro y feo.

Hizo un puchero y se acercó al par –jum-

-Hola Kyuhyun-ah- le saludó alegremente, recibiendo un ceño fruncido y una expresión de pocos amigos como respuesta.

-Vamos a comer- el castaño miró con enojo como su madre se quitaba el delantal y jugaba con las mejillas del mayor, dándole una sonrisa como lo hacía con el, ¿por qué lo hacía? No es que a el le gustara que le apretujaran los cachetes pero no tenía porque hacerlo con otros niños y más específicamente con "ese" niño.

Le lanzó pequeñas miradas de odio mientras comía pero el bobo solo le miraba con esos ojos feos que se sentían raro y hacía muecas alegres, ¿qué no se daba cuenta que no le agradaba? ¿Por qué tenían que haberlo asignado con el niño nuevo? Hubiera preferido que lo asignaran con alguno de sus amigos como Jonghyun, Minho o Changmin o cualquiera, pero no con la persona frente a el en la mesa.

Proyecto escolar {YeHyun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora