The Peter Pan Syndrome ┼Cameron Dallas┼

The Peter Pan Syndrome.

El chico pelinegro caminaba por los pasillos del colegio, llevaba un pequeño peluche abrazado a su pecho, era Ellie el pingüino que llevaba con él desde sus primeros meses de nacido. El pingüino era tan importante para él como su mejor amigo, Cameron. Ellie tenia hasta un pequeño closet de ropa que su abuela cosía con hilo y aguja para el pingüino.
El pelinegro comenzó a caminar más rápido cuando sintió unos pasos rápidos desde atrás, su mente repetía constantemente "Solo no mires atrás." El pequeño chico cerro sus ojos al sentir un fuerte jalón. De nuevo los chicos de su grado superior habían logrado encontrarlo, y él solo rogaba que sus mejores amigos llegaran a tiempo.

-Miren a quien tenemos aquí, ¡Vaya y ahora está solo!-Hans, el típico capitán del equipo de fútbol: egocéntrico y sobre todo, mujeriego. -Supongo que no hay problema si juego un rato con tu... ¿Pingüino de peluche? bueno no me importa.-Chasqueó los dedos y uno de sus amigos intentó sacar a Ellie de los brazos de él, por suerte, un grito hizo que Hans mirara hacia la dirección de donde provino y rodara los ojos. El castaño Cameron junto con su otro amigo Nash, estaban caminando hacia ellos, el agredido sintió un alivio enorme cuando ellos llegaron. -Pero miren quien llego, ¡El novio y héroe de su marica!-Hans dijo en tono afeminado.

-Suelten a Ezio, pedazos de mierda -escupió Cameron con fastidio, uno de los amigos de Hans soltó una risita y pronuncio con brusquedad:

-¿Y si no?

-Bueno, tal vez podría hablar con el entrenador del equipo y ustedes puedan ser expulsados de él, ¿qué tal?-Cameron lanzó una sonrisa hipócrita y tomó a Ezio de lo hombros para ponerlo detrás de él. Ezio podía ver su gran espalda, la cual de alguna manera lo hizo sentir seguro, Cameron le transmitía todo lo que el pelinegro necesitaba en ese momento; seguridad.
-No puedes amenazarnos sólo porque el capitán es tu padre, Cameron.-Hans estaba rojo de la impotencia, la vena de su cuello parecía que iba a explotar en cualquier momento. En cambio, Cameron tenia una expresión divertida y se reía por el hecho de tener esa gran ventaja en Hans y sus estúpidos amigos.
-Yo creo que si, ahora si me disculpan. Tengo cosas más importantes que hacer que hablar con ustedes.-Y junto con eso, Los tres chicos salieron de los pasillos directo a la casa de Ezio. Los viernes acostumbraban a reunirse en alguna de sus tres casas, esta vez era el turno de el pelinegro el cual se había esforzado bastante en hacer galletitas de chocolate con glaseado rosa para sus amigos.

Una vez en la habitación de su pequeño amigo, los 3 chicos comenzaron a hablar de sus días. Pero de un momento a otro, dio un pequeño salto, asustando a los 3 chicos a su lado y procedió a hablar:

-¡Ezio, tu cumpleaños es en 3 días! -Exclamó el castaño y sonrió -¿Que vamos a hacer?-

-Yo planeo hacer una pequeña fiesta de té, con ustedes dos y Ellie.-El pequeño alzó su peluche y arrugó su nariz de una manera demasiado tierna, Cameron tuvo que controlarse para no saltarle encima y abrazarlo hasta que se le salieran los ojos, tal vez también quisiera besarlo hasta que no hubiera un mañana. Pero Dallas sabía que su Ezio solo era un pequeño niño y por más que quisieras explicarle lo mucho que Cameron lo amaba desde que tenían 5 años, no podría entenderlo.
Eso cargaba al borde de la depresión a Cameron, básicamente el ojimiel se enamoro de su mejor amigo. El cual sufre de ''El Síndrome De Peter Pan.''

-¿Cameron? -La suave voz de Nash interrumpió la conversación mental que tenia el castaño. -¿Estás escuchando, hermano?-

-No, lo siento ¿Que decían?-

-Es hora de irnos amigo, los padres de Ezio ya llegaron.-Nash extendió su mano con la intención de que Cameron la agarrara, pero él negó y se levanto del piso por sí solo. -Adiós Ezio.-

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La noche pasa algo lenta, luego de haber salido de la casa de Johanson, el castaño se encuentra recostado en la pared.
Su teléfono vibra, pero no hace caso, está demasiado ocupado pensando en el pelinegro que siente como si todo a su alrededor desapareciera. Pero de nuevo la vibración de su molesto teléfono hace que vuelva a la realidad y gruñe, eso cambia cuando ve sus mensajes; Ezio esta teniendo un ataque de pánico y le pide que lo ayude.