Anneke

DÍA 1

El día era frió, y con un cielo muy negro, que parecía que fuera haber una tormenta. Pensaba que solo era mi imaginación, pues claro, mis padres habían muerto y estaba en juego mi custodia. Sé que era triste, o al menos eso decían pero por alguna razón, cada vez que hablaban sobre eso, me daba risa. 

Mis compañeros me decían que lo sentían por la muerte de mis padres y otros solo lloraban, creían que yo estaba triste y como era muy querida les daba melancolía. 

Mis amigas sabían que yo estaba bien, soy una chica alegre, que a pesar de todo sonríe y hace sonreír a las demás personas así que un pequeño accidente donde mueren personas no me iba a poner triste.

Salí de la escuela, ya era tarde y tenía que ir a casa a recoger las cosas que había dejado mis Padres. Fui a la parada de autobús, el cielo se estaba despejando y se veía un poco el sol. Solté una sonrisa, pues me pareció que el día todavía podría estar bonito.

Cuando puse la mirada hacia un lado para ver si ya venía el autobús, vi a un chico, no era guapo y tampoco feo, pero hubo algo en el que me causaba sentirme rara...ah, tan solo de recordar nuestro primer encuentro...Me llamo la atención de una forma peculiar, de forma en la que nunca nadie lo hizo. 

Él volteo y me miro, le solté una sonrisa, quise ser amigable, pero el rápidamente se volteo y tomo su autobús. No era el que yo iba a tomar pero pasaba por mi casa, me puse feliz porque sabía donde era. 

Llego mi autobús, me subí y me senté hasta el fondo, era la ultima en bajar, siempre me dormía. 

Al llegar a casa, estaba el auto de mi hermano, Argus, abrí la puerta y estaba él, rápidamente corrí a abrazarlo y le dije: 

-Me alegra tanto que estés aquí, eso significa noticias buenas ¿no es así?

-No, lo lamento mucho - me respondió con una voz temblorosa y llorando

-¿Perdiste?- pregunte quitando la sonrisa que tenia

-¡No!, nunca haría eso, pero... son tus estudios del laboratorio

Me enseño una hoja, pensaba que era mentira, pero no lo era...claramente decía "Lupus".