Nos mantenemos aun en tierra, vivimos encadenados a esta hermosa realidad, pero en cualquier momento podemos ser libres.
Observo al abismo, él también contempla a mi espíritu, no se quien se desea más, no se quien tiene más hambre, todo es sombrío ahora, creo que no podría estar más inmerso, siento como la luz del sol toca mi nuca, pero solo puedo ver oscuridad. Solo admirar al abismo.
No creo que algo más vaya a pasar, solo espero el momento de partir, no me queda más vida, solo espero caducar; he examinado mi situación y no creo que este sea el final que hubiera deseado, nunca vi llegar el momento en el que mi vida se acabó, tantos años, tantos momentos llenos de vigorización, tantas historias, todos los hermosos placeres que se me concedieron en el momento, en mi antiguo presente, en mi pasado, en todo lo que me ha llevado a estar aquí.Escucho a lo lejos uno de esos sonetos viejos que me gustaban, de música para dolidos, de personas apasionadas, que me llenan el corazón de sentimiento, es demasiado hermoso, es lo único bueno en estos momentos; la añoranza. En este tiempo ya ni siquiera recuerdo si había pasión, si es que en verdad hay algo que me guste de verdad. Sin darme cuenta me encuentro cantando, cantándole a la casa, este lugar vacío, frío y lúgubre, que en su época tuvo a mi mayor amor, ahora es olvido, no hace honor a todo lo que había aquí, no lo puedo admirar como todos los lugares que tienen historia, en serio es un vacío, no siento que las grietas en la pared sean dignas de admirarse, el paso de los años hizo más sombrío este lugar y aunque ahora todo esto es parte de mí, lo único que puedo admirar es el mundo de allá afuera, ver como las nubes se mueven en el cielo, los atardeceres, la vida en las personas que pasan, ver cómo avanza el tiempo a paso lento, admirar todo ese espectáculo, mientras espero el cierre.
Claro que sé que no me encuentro abandonado, de vez en cuando me vienen a visitar, para ver cómo me encuentro, preguntándome como me siento, yo finjo que bien, estoy acostumbrado a ser fuerte, a no mostrarme débil y mantener la cabeza alta ante todos, pero... el dolor en serio es insoportable, ya se me están acabando las fuerzas, estoy exhausto, si no fuera por el alcohol o las malas personas de mi pasado... no. No es que sea el alcohol o los demás, fui yo, culpar al vino es culparme a mí, culpar mi sed incontrolable, mi bestia, a quien no podía gobernar, a quien sufría y amaba, igual a todas las oportunidades que no visualice en mi pasado, es solo darme cuenta de que tan despierto me encontraba en ese momento, solo quiero expresar todo este sentimiento de pena que tengo, de puta culpa, de impotencia, de dolor.
Cuando las personas me hablan... son tan humanas, quieren comprender mi dolor, quieren atenderme, pero simplemente conciben una realidad diferente a todo el rojo que veo en las cosas, sangre, caliente aún; ellos intentan darme consuelo, buscan eliminar según ellos mi tristeza, pero eso es ya irrealizable, el dolor y la incoherencia son propiedad mía, su pretensión es amputar una extensión de mí, ya soy esto, no puedo cambiar, al menos no considerando el tiempo que queda. Ya no hay nada nítido, todo es absurdo, no comprendo las cosas, ya no pienso en las cosas que hay a mi alrededor, solo siento que caigo eternamente, solo hay dolor, veo las cosas intangibles a través de las cosas, no sé en qué momento soy o dejo de ser, no tengo nada, estoy consciente, pero solo de mi dimensión, como en esos libros que leía y sigo leyendo.
Es hermoso sentir, ahora lo comprendo, sé que sigo vivo, sigo sintiendo, de hecho siento cada día que pasa, siento como el viento me abraza, siento como el sol calienta mi cuerpo, siento como mi piel envejece y se llena de manchas, siento el azul del cielo, siento a mis hermosos y cariñosos perros ladrar, siento la aspereza de las paredes del lugar en el que duermo, pero sobre todo siento como el dolor aumenta y carcome mi alma, limando la costra de lo que es mi ser, fundiéndome con él, abrazándome, dando su calor, enseguida siento que no podría sentirme diferente y se va. Dejo de pensar en cuanto me cuesta caminar y solo me muevo, debe ser la costumbre ya, todo maquinizado, no siento que sea yo, pero esa es la única forma que encuentro a mi vida, de vez en cuando intento algo distinto, pero siento que ya todo lo hice, ya viví todo lo que tenía que vivir, al menos eso supongo, ya no siento nada real más que cuando mojo mi cuerpo y lo lavo, escucho el chorro de agua de mi regadera, el bello sonido de todas esas gotas cayendo, siento como solo soy yo, siento que solo existo en conjunto de toda esta soledad.
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Narraciones y Lamentos
Short StoryEscritos creados con deleite sobre las mas puras formas del pensamiento de entes dichosos por tener vida a través de las páginas.