LU

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LU-GAR-ES

Parte 1:

~LU~

De repente no reconoces en donde te encuentras, escuchas pájaros cantar y voces a lo lejos, sientes el pavimento duro en tus muslos y la brisa golpear tu cara, observas el cielo gris, teñido de rosa atardecer, el sol ya toca la cima de las montañas frente a ti.

Esperas una relación de tu persona con lo que te rodea, pero es inútil, solo sabes hablar español y consideras que el color de los árboles y su baile con el viento es lo mas hermoso que has visto en la vida.

Con y sin nombres adoras todo lo que se encuentra cerca de tu cuerpo, observas a las personas sentadas en bancas de madera hablar algo que te recuerda a los colores que se reflejan en el río que hay cerca del pueblo en el que te encuentras, o en el que te pierdes.

Estás desconcertado, impresionantemente sabes que significan las cosas, pero te cuestionas si lo que sientes puedes pronunciarlo, tu ropa está sucia y es anticuada (lo que sea que signifique para ti). Mientras escuchabas a un niño llorando y siendo callado por una voz gruesa y agresiva, un olor denso llegó a tus narices.

Todos te observan, nubes, estrellas, zapatos y humanos, te extrañas desde luego, tomas del momento tu voluntad, la llevas a lo lejos e intentas tocar el sol sin resultados, solo te sientes más caliente, entonces cierras los ojos para poder interpretar mejor lo que te pasa.

Recuerdas a que nombre respondes, Timoto, te parece algo extraño pero te identifica por alguna razón, es reconfortante como el abrazo de la mamá que nunca tuviste y a la vez extrañas.

Te meneas suavemente por unos instantes, sientes la sintonía de tus latidos con la existencia, carraspeas suavemente y comienzas a levantarte del piso, todo tu alrededor es calmado pero muy extraño, las personas de las bancas se comienzan a levantar, fingen ignorarte y comienzan a hablar otra vez, tratas de reconocer sus palabras pero solo escuchas sonido carente de significado.

Caminas hacia el atardecer y tropiezas con un zapato que no parece un zapato, un zapato que es mas bien un joven murciélago, un murciélago que trata de llevar alimento al otro lado de la calle, al cual le pides sus disculpas y escuchas a alguien acercarse. El murciélago que no es zapato levanta su cabeza en alto y finge que te ignora para continuar con su camino. Volteas al frente y observas la inmensa tormenta que se avecina, igual ves al hombre sonriente que te estrecha la mano y genera sonido con su boca. Tu respondes al apretón colocando tu mano debajo de la suya, para afianzar el control que este sujeto ahora tiene sobre ti y así, suben a la banqueta.

Después de caminar un rato comprendes que sucede, él es cercano a ti, es sin disparates alguien a quien llevas conociendo por mucho tiempo y con quien has disfrutado demasiados momentos en tus otras vidas, te platica cosas curiosas que te causan una sensación de bienestar, cuestiona el porque es que estábamos en medio de la calle, y tu no respondes, sabes que no puedes platicar con nadie sobre nuestros asuntos.

Entonces insiste preguntando de nuevo sobre tu paradero, de donde vienes? en donde estabas? a donde ibas? como si en verdad fueran cosas que pudieran importarle o que pudieras saber tu misma. Le respondes amablemente que no estás seguro de como habías llegado ahí, sabe algo que nosotros tal vez no, así que le preguntas que significa familia y el extrañado te pregunta si te sientes bien, tu respondes adecuadamente que sigues algo atolondrada por todo lo que ha pasado.

En pocos segundos estás en un lugar frío y luminoso, te dice que es su casa y te sugiere que pases para entrar en calor, tu con total confianza entras a la hermosa casa, con decoraciones majestuosas, con sillas por todas partes y con una hermosa mesa café en el centro de cada habitación del piso inferior.

Sé que tienes algo de miedo pero eso no existe a menos que tu mismo lo generes, así que tomamos el café con prisa, entre el círculo de almas vacías próximamente, esperanzadas en encontrar algo de auténtica luz en este lúgubre pueblo, olvidado por su dios y despojados de su propio reino, caídos y ya nunca mas levantados.

Bueno, es hora de subir, miramos como de costumbre los ojos chispiantes con los que cargan todos los seres de la especie mamífera, para poder liberarnos de su cadena de recuerdos y llevamos nuestras alas al cuarto de arriba, no sin antes agradecer gentilmente al sujeto que supones es familiar tuyo, por hacerte un lugar en su casa. De nada.

Afuera cae una lluvia torrencial, con gotas gordas que son como granizo, llevamos algo de prisa así que el sueño tiene que venir a nosotras rápido, las cobijas son calientes y el colchón es suave, el sabor a acero en tu boca no se ha quitado desde la tarde, así que en tu sueño vamos a la mina, a aquel tunel olvidado en tu hogar, ahora nuetro.

Encuentras tu gemas finalmente, es esta cueva en la declaramos que se ocultarían todos los deseos, pero no sabes que deseos, no sabes que razones, solo conoces el desear, lo que brilla, mas no a la luz... no comprendes nada de este nuevo mundo, pero estas agradecido, porque no podría ser mejor existir en un momento tan mágico, pues te tengo cerca y tu me tienes a mi para poderte encontrar... para encontrarnos.

Narraciones y LamentosWhere stories live. Discover now