—¡Mía!— Gritó el niño de ocho años.
—¡No! ¡Mía! — Exclamó el hombre de más de treinta.
—¡Mamá! — Dijo el pequeño— ¡Dile que tú eres mía!
—¡No Chichi! ¡Dile que eres mía!
—Pero si yo los quiero a los dos— Dijo la mujer por la que estaban peleando.
—¡Mi mami!
—¡Mi esposa!
Goku y Goten se encontraban abrazando a Chichi, peleando por de quien era ella.
—Yo la conozco mucho más tiempo que tu— Utilizó como argumento el saiyajin.
—¿Ah sí? ¡Pues a mí me quiere más porque soy su niñito!
—Pero ya dije que los quiero a los dos— Replicó ella.
—¡Pero me quieres más a mí! ¿no? — Preguntó su esposo.
—¡No es cierto! ¡A mí!
—Vamos, si ya les dije que los quiero a ambos.
—¡Ajá! ¡Nos quieres a ambos! ¡Pero a mí me amas Chi, me lo dices a diario!
—A mí también me lo dice— Argumentó Goten sacando la lengua.
—¿Te lo dice a diario? ¿Hee? — Presumió su padre.
—¡Por supuesto! Y seguro más veces que a tí-i
—Ya dije que— Fue interrumpida.
—Estamos resolviendo algo Chi.
—Pues déjame terminar. Ya dije que los amo— Besó a Goten en la frente— A los dos— Y a Goku en la mejilla.
—Y nosotros de amamos— Dijeron ambos al mismo tiempo.
—Pero yo más— Replicó el niño.
—Por favor Goten, yo la amo desde mucho más tiempo antes que tú, antes de que tú nacieras ya la amaba.
—Pero la amo más que tú.
—No, no es cierto.
—Sí, si es.
—Oh vamos, los dos me quieren igual ¿podemos dejarlo así y soltarme ya?
—El que la abrace más tiempo gana— Propuso Goku.
—Hecho— Aceptó Goten.
Y así comenzaron con una competencia tras otra, por demostrar cuanto la querían, a la mujer de sus vidas. Esa mujer que los mantenía, los alimentaba, los cuidaba, pero más que nada, los amaba.
—Yo también juego— Decidió Gohan.
—No por favor— Exigió Chichi —Los amo a los tres, déjenme ya por favor.
—¡No!— Dijeron los tres.
—Yo la amo más— Aseguró el saiyajin.
—Nope, yo más papá— Dijo el más pequeño.
—Por supuesto que no, yo quiero más a mamá que ustedes— Siguió el joven.
Una competencia por saber quién quería más a la mujer de la casa, Chichi. ¿Quién ganó? Pues eso es algo imposible de saber, pues continuaron haciendo competencias todo el día hasta que se fueron a dormir, sin haber tenido un ganador.
La mujer que dicho antes, los amaba, con todo su corazón a los tres y por igual.