Nunca permitas que tus triunfos se te suban a la cabeza, ni que tus fracasos vallan a tu corazón.
Nunca.
Nunca permitas que tus triunfos se te suban a la cabeza, ni que tus fracasos vallan a tu corazón.
Nunca permitas que tus triunfos se te suban a la cabeza, ni que tus fracasos vallan a tu corazón.