-Tabatha Andreotti- Le dije al escuálido policía que tenía su linterna apuntada a mi cara, provocando una molestia en mis ojos.
-¿De LOS Andreotti?-
Pregunto con un tono de preocupación, acercándose un poco a la ventanilla del carro.
Mi padre, Fabio Andreotti, es un abogado litigante que defiende a gente "importante" con mucho dinero y fama que se salen con la suya gracias a mi padre.
-Esa misma- Rodé los ojos.
-Señorita, por favor discúlpeme, no era mi intención detenerla-
Monta su carro y se va.
Normalmente eso me hubiera molestado, no disfruto de que las autoridades pasen por alto una falta por esa clase de cosas, pero hoy era diferente, necesitaba llegar a la beneficencia que estaba haciendo mi madre en la casa.
Arranque el motor del carro, prendí la radio y salí a toda velocidad; estaba sonando Highway To Hell de AC/DC, perfecta para mi situación.
Al llegar, quedo impactada con la exagerada decoración que habían mandado a organizar, se podía ver el malgasto de dinero en cada uno de los adornos puestos, y eso que solo era por fuera.
Mi madre, Grace Andreotti, es la persona más irritante, pretenciosa y falsa que he conocido nunca; normalmente hace estas beneficencias para mostrarle a la gente que tenemos dinero y hacemos lo que queramos con el, por lo que no me molesto en asistir, al menos no ahora que tengo el derecho de tomar mis propias decisiones. Pero mi hermano, Theo, había llegado de Alemania y no lo veía hace 8 meses, así que debía venir.
Lo primero que hago al entrar es tomar una copa de champán, esta noche será larga.
Me adentro a la sala donde encuentro a mi hermano, quien al verme me envuelve en un abrazo que devuelvo con intensidad.
-¡Theo! Te he extrañado bastante! Como te fue? Tienes alguna novia? Lograste hacer tu trabajo?? Cuéntame cuéntame-
Digo emocionada, a lo que él se ríe con ternura.
-Bájale un poquito, te contaré todo en su debido momento, pero primero quiero que sepas que me alegro de verte, te extrañaba mucho Baths-
-Esta bien, pero tienes que contarme porque yo sé que después de 3 copitas te vas a olvidar completamente de mi-
Él se ríe y me vuelve a abrazar. De lejos veo a un chico rubio acercarse a nosotros.
-Tabatha, chica, no me mires así, ¿es que no te acuerdas quién soy yo?-
Era Mathew, el mejor amigo de Theo, que no había visto mucho desde aquel encuentro sexual para nada trascendental.
-Matt, chico, como olvidarte-
Dije con un tono de burla mientras analizaba su apariencia. Vaya que se ha puesto bueno.
-Me alegro que no estés resentida conmigo, tú sabes que yo te quiero mucho-
Puso su mano en mi mejilla mirándome a los ojos.
-Yo sé que si-
Moví mi cara y me retire, oyendo las risas de mi hermano en el fondo.
Encontré a mi madre cerca del bar con una copa de rosé, no me sorprendía. Desde que tengo memoria ha utilizado el alcohol como escape, hace mucho tiempo que no la veía totalmente sobria.
-Hola-
Le sonreí con disgusto.
-Tabatha, querida, estás aquí!-
Me abrazó y su hedor a alcohol inundó mis fosas nasales.
-Este es TU evento, no puedo creer que ya estés así-
