La dueña de mi corazón

4.- Una buena amiga

Ya pasó una semana desde que los vi y todavía no puedo evitar dejar de sentir tristeza por Alexa y odio por Lysandro. Necesito despejar mi cabeza, no puedo atender a la gente más así, ellos no se lo merecen.

-doctor Walker-

-hola Sara, ¿que te trae por aquí?-

-vine a ver cómo estaba el doctor más guapo del mundo-

-jeje deja tus juegos-

Sara es una chica muy extrovertida y un poco infantil, excepto cuando se trata de algo serio, la conocí un año después de la tragedia que pasó. Tiene 23 años, es un poco más bajita que yo apenas debería medir como 1'60, tiene ojos verdes, es rubia, de tez blanca labios finos, y aunque parece un ángel cuando la conocen piensan lo contrario jejeje bueno eso solo sus enemigos.

Al principio solo hablábamos poco, pero un día se me confesó y salimos por dos meses, aunque era divertido estar conectado ella seguía sintiéndome mal y ella notó eso, por lo cual ella decidió terminar lo nuestro y solo ser otra vez amigo... Aunque a veces me usa para alejar a sus pretendientes, por eso decidí cuidarla ya que la quiero como una hermana más.

-ahhh yo que quería animarte con eso- se sienta en la silla de al frente y hace un puchero -Pho, feo-

-jeje perdón- le acarició la cabeza

-bueno... Ya casi es hora de tu descanso, ¿te parece si vamos a comer al nuevo restaurante que abrió? Desde hace una semana quería ir-

-¿y porque no has ido?-

-porque no tenía a nadie con quien ir-

Me la quedé viendo y me empecé a carcajear - jajaja jajaja ¿tú? Si más de la mitad de tu escuela quiere contigo, al menos le hubieras dicho a uno que te invitara y lo pensabas-

-oye, yo no soy tan mala como para darle alas a alguien. Tú perfectamente sabes que siempre voy enserio- bufé - y ¿entonces?

-si te digo que no vas a seguir viniendo a molestar ¿verdad?-

-y si me llevas voy a seguir viniendo de todos modos- sonreímos los dos -sabes que siempre estaré contigo como una hermanita que busca a su hermano mayor-

-está bien ya que no tengo de otra... Vamos entonces-

Ambos agarramos nuestras cosas y salimos del hospital al dichoso restaurante que según la gente es el mejor que han puesto hasta ahora. En el camino habana os de cualquier cosa, eso me agrada de ella, siempre sabe cómo hacer que me distraiga del resto de las cosas que pasan alrededor. Si tan solo no siguiera perdidamente enamorado de Alexa, Sara sería la persona con la que quisiera estar.

Al llegar me quedo viendo la fachada parece algo rústico y sencillo, pero al entrar era hermoso y elegante.

-Sara, ¿estás segura de que no es tan caro?-

-mmmm... Caro, caro.... No se jeje te dije que nunca había venido-

-solo a mí se me ocurre creerte en esto-

-vamos, de seguro todo estará delicioso-

Me jaló del brazo y nos sentamos en una mesa del fondo, al poco rato se nos acercó una mesera y tomo nuestros pedidos.

-¿entonces me vas a decir que tienes?-

-¿a que te refieres?- sabía perfectamente a que se refería

-no te hagas el tonto, sé perfectamente que algo tienes-

-¿y cómo sabes eso?-

-lo sé porque esa mirada tan perdida no la tienes desde que nos conocimos. Cuéntame, ¿qué pasó para que volvieras a estar así?-

-tal parece que con el paso del tiempo me has conocido perfectamente-

-por algo somos como hermanos, ya cuéntame-

-puff, lo que pasa es que... La volví a ver- no pude evitar bajar la vista-

-¿a quién?-

-a Alexa, ¿te acuerdas de que te hable de ella?-

-aaaa, ¿la que no te creyó, se fue con tu mejor amigo y por la que sufriste?-

-si, la vi el día de la fiesta que tuvo mi madre... Realmente sigue igual de hermosa-

-y... ¿Que pasó?-

- bueno verás...-

Mientras comíamos le conté todo lo que había pasado ese día, deberás dolía el solo recordarla ya que fue y sigue siendo la única persona a la que mis ojos y corazón siguen pero creo que ella ya olvidó todo lo que pasamos juntos. Después de comer Sara decidió que era mejor que me distrajera antes de regresar así que anduvimos paseando por toda la ciudad y fuimos al parque de diversiones, a veces me siento mal de no poder corresponder sus sentimientos ya que es una buena persona ojalá la persona que se quede a su lado sepa lo que vale. Al llegar a mi casa eran alrededor de las 10:00 pm, y rogaba porque mis alegrías siguieran despiertos.

-madre, ya llegue-

-estamos en la cocina hijo-

Al entrar no pude contener una carcajada, mi madre estaba llena de harina al igual que los gemelos de mis hermanos.

-Phoenix no te burles de nosotros-

Me dijo mi hermanita Eleanor y se cruzó de brazos haciendo un pucherito, al contrario de su gemelo Narcissus que nada más al verme corrió a abrazarme llenándome el pantalón de harina también.

-que bueno que llegas, ¿me cargas de caballito?-

Ambos tienen 6 años, apenas tenían unos meses de vida cuando murió nuestro padre y desde ese momento decidí volverme su figura paterna para que crecieran felices aunque saben que él no está pero su sonrisa siempre es sincera al igual que nuestra madre. Ellos tienen ojos cafés al igual que nuestro padre, cabello castaño, de tez blanca son parte de mi alma, los que me dieron las fuerzas de seguir adelante y ser quien soy ahora.

-Nar deja de Phoenix vaya a descansar de seguro está cansado por el trabajo-

-no te preocupes madre, mejor ve a darte un baño para que descanses tu, yo los cuido-

-¿estás seguro?-

-si, corre antes de que este par de revoltosos sigan ensuciando-

-bueno, te tomo la palabra porque todavía tengo asuntos de la empresa que tengo que resolver - antes de irse me da un beso en la mejilla y se despide de los niños.

-bueno... Ahora que estamos los tres solos, ¿alguien más quiere ver alguna película?-

Perdón por no publicar antes pero es de que hubo unos asuntos personales... Y aparte no tengo internet. Espero les gusten los capítulos