« El Paraguas » - | Ladynoir |

1.

Habían acabado de luchar contra uno de los muchos supervillanos que aterrorizaban a la ciudad de París, y una lluvia torrencial se hizo presente, para bien o para mal, tenían tiempo para que no acabaran sus transformaciones, así que decidieron caminar, Ladybug y Chat Noir caminaban, y a cada paso que daban, se oía el chapoteo en los charcos.

-¿No te gusta la lluvia, gatito?-. Ladybug dijo burlona, sonriendo levemente y mirando a su compañero.

-Nah, estoy bien, My Lady-. Afirmó, aunque se había pasado casi todo el camino sacudiéndose para quitarse el agua de encima.

-Pfft, claro, vamos, deberíamos conseguir un paraguas -. Sugirió, ¿pero de donde conseguirían uno?, las calles de París estaban vacías, nadie en su sano juicio saldría a la calle en momentos así, y bueno, ellos son héroes, podían hacerlo.

Continuaron caminando, parecía que la lluvia nunca acabaría, y seguro ambos terminarían resfriados, ¿quien salvaría la ciudad entonces?

-My Lady, pescarás un resfriado, deberías mantenerte abrigada -. En un intento torpe, Chat Noir intentó abrazarle, pero ella en seguida lo detuvo.

-Que caballeroso eres, Ja, gracias, pero no-. Sonrió, siguiendo con su camino, Chat estaba empezando a molestarse por el agua, porque bueno, es un gato.

-Veo que el dicho de que a los gatos no les gusta el agua también aplica para ti-. Ella había volteado a verlo, Chat tenía todo el cabello húmedo y cubriendo sus ojos, Ladybug no pudo evitar soltar una carcajada por lo gracioso que se veía.

-Uh. . . -. El sólo hizo una mueca parecida a una sonrisa, aunque no parecía ser una, intento varias veces arreglar su cabello, pero el resultado era el mismo.

Ladybug seguía riendo, Chat rió igualmente, se veía más hermosa cuando reía, pensó.

Cuando ya la lluvia había decidido calmarse un poco, y Ladybug dejo de reírse, no habían notado lo tranquila que estaba la ciudad, y lo relajante que era estar solo los dos.

Oh, no, esto es porque somos amigos, no es que me guste estar sola con el, se convenció la de traje rojo, aunque no tenía claro lo que sentía por Chat Noir, ella estaba enamorada de Adrien, estoy enamorada de Adrien, ¿no?

Chat inútilmente buscaba algún tema de conversación, pero ya que la lluvia seguía, era mejor buscar un paraguas, resulta que convenientemente un señor estaba regalando varios paraguas, porque con la lluvia, cualquier idiota que estuviera en la calle necesitaría uno [?].

-¿Puedo tomar uno?-. Preguntó el gato.

-Claro, ¿no le gustaría tomar otro también para la dama?-. El Señor apuntó a Ladybug, entonces a Chat se le ocurrió una idea, que probablemente no iba a funcionar.

-Oh, no, le daré este a ella-. Mintió, sonriendo levemente y despidiéndose del señor. -¡Merci beauccup!-.

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Chat volvió con Ladybug y con el paraguas, y al abrirlo, la lluvia dejo de caer sobre ellos, soltaron un suspiro.

-¿No pudiste tomar dos?-. Preguntó algo irritada, por que al estar ambos bajo el mismo paraguas, el espacio entre ellos era corto.

-Eso hubiese sido muy grosero de mi parte, ¿no lo crees, Ladybug?-. Claro que lo había hecho a propósito, no era tonto, pero si molesto.

-Si . . .-. Volteo a verle unos momentos, y el hizo lo mismo, esbozando una sonrisa, Ladybug entonces no pudo despegar la mirada de los ojos verdes brillantes del "felino".

El sonido de los Miraculous.

Las transformaciones iban a desactivarse, lamentablemente ninguno de los dos lo notó, y ninguno de los dos notó tampoco cuando fue que sus rostros se acercaron tanto.

Se habían perdido en los ojos del otro.

¡Marinette, Marinette!

Esa era Tikki, hablando mentalmente.

Plagg no dio tanta importancia.

Ladybug enseguida volteo, apartando la vista de Chat.

-Mi transformación...bueno, debo irme-. Ladybug estaba a punto de irse, pero Chat le tomó de la mano antes de que lo hiciera.

-¡Espera!, uh, bueno...yo esperaba...-. ¿Un beso?, claro, pensó ella, Chat Noir sabía que ella lo rechazaría, y tampoco quería obligarla a besarlo, sólo...no quería que se fuera.

Ella suspiro, se le acercó, y besó su mejilla, luego tomó el paraguas. -Gracias, gatito~-. Y utilizando el Yo-yo, trepó por los edificios, despareciendo de la vista de Chat.

El no pudo evitar sonreír de forma casi exagerada, la transformación ya iba a desactivarse, y cuando iba a comenzar a caminar, se percató.

-¡El paraguas!-.