Capitulo 1

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- CIERRA EL PICO ESTÚPIDA MONJA!-Le grite lanzándole una silla de plastico que tenia a mi lado.- NUNCA SERE LO QUE DICES!, JAMÁS ME OLVIDARÉ DE ÉSTO!-Me senté en la ventana que tenia detrás, y apretando los dientes, dije- Recuerda esto, monja de cuarta, ten bien en cuenta de que me vengaré de esto, mas te vale que reces por tu vida, Por que voy a volver -Le apunté con un dedo tembloroso- Por ti.
Y sin mas que decirle me tiré por la ventana del edificio, rasgando mi vestido de novia, ensuciándolo, y con la madre María gritandome que era una irrespetuosa y que estaba loca.
Puede que este loca.
Pero ella lo estaba mucho mas.
Lo único que se me ocurrió, fue darme vuelta en plena caida, solo para hacerle "Fuck you" con los dedos y dedicarle una sonrisa de Psicópata.
Fue ahí cuando sentí, con una leve puntada, que mis alas se desplegaban a mi espalda.
Podía sentir como el viento acariciaba mis alas, negras y suaves.
La expresión de la madre al verlas no tenia precio.
Estaba boquiabierta, mirándome completamente asombrada.
Los Anteojos le hacían los ojos mucho mas grandes en una cabeza tan pequeña.
Cada vez que la miraba me recordaba cada cosa que me había dicho ella.
Sus palabras de ese mismo día resonaban en mi cabeza.
"Si te casas hoy, te convertirás en una mujer, una linda y adinerada mujer..."
Esa fue la gota que rebalsó el vaso.
Esa vieja estaba loca, quería que me casara a los Dieciséis años con un empresario de veinticinco que me quería por mi físico, y yo, yo simplemente no quería eso.
Hice todo lo posible para dejar de gustarle al tipo, cortarme el pelo en partes desiguales, vestirme mal, beber hasta emborracharme cuando me invitaba a el bar del señor Brandell y la señora Edwards, discutir con el, ser fría, y muchas cosas mas que no funcionaron.
Cuando la gente se obseciona con algo, lucha para conseguirlo, y eso estaba haciendo el tipo.
Pero yo no iba a dejar que lograra.
No iba a dejar que pusiera un dedo sobre mi pero ni muerta.
Y mucho menos, que me arruine la vida a los Dieciséis años.
Más de lo que ya estaba.
Mis padres me abandonaron al tener mi primer año, no tenia muchos amigos, los únicos amigos que tenia eran cuatro.
Danielle, Emma, Max y Will.
Eran los únicos a los que realmente apreciaba, mas que nada a Emma, ella era mi compañera de cuarto cuando me cambiaron a el orfanato en el que estaba la Madre María y el famoso, frío y oscuro ático.
El grito de una chica y las preguntas de otras personas me saco de mis pensamientos.
- Michelle!.
Al oír eso, abrí los ojos.
- Es ella? -Preguntó Will, mirándome embobado
- Como hizo eso? - Preguntó Max a su lado.
- Mágia negra - Respondió Danielle con un tonito como si quisiera darles miedo y agitando los dedos de las manos por encima de la cabeza de ellos dos, haciendo que los dos se encojan en sus hombros.
- Tiene algo especial en su sangre, no es como cualquier persona.- Respondió Emma
- Ya veo- Dijeron, todavia embobados, los dos al mismo tiempo.
- Cierren la boca, no querrán que ella entre en la de alguno de ustedes dos- Dijo Danielle con una sonrisa pícara en sus labios, mientras les daba palmaditas en los mentones a cada uno.
No pude evitar sonreír al escuchar todas esas estupideces que decia Danielle, se notaba que la separación de su hermana y ella no le afectaba en nada. Era la Danielle de siempre, la hermosa y alegre Danielle que todos conocíamos.
Fui hacia ellos, hice una mortal en el aire, plegando mis alas, las guardé, y caí en el suelo aún con los tacos puestos, ninguno de ellos se había roto.
Levanté la mirada del suelo hacia ellos cuatro, que seguían vestidos de manera formal. A lo que me hizo preguntarles:
- Todavía estan de gala?, ya les había avisado que no iba a haber boda. Lo tenia todo plane...- En ese momento, me quedé mirando a Will, sus ojos marrones verdosos estaban clavados en mi cuerpo, sin quitar la vista sobre él, agregué- Ehhm, en fin, gracias por venir. Will, este, te sientes...bien?
El seguía mirándome, de arriba hacía abajo aún embobado.
- Will? -insistí yo
Levanto la vista hacia mis ojos
- Eh?
- Me estas incomodando.
- Yo... Yo, em, lo siento.
- Ya, puedo hablar contigo luego?
Will Tragó saliva y se acarició el brazo mientras volvía a mirarme de arriba para abajo y volvía su mirada hacia mis ojos.
- Ehm, supongo. -respondió mientras sus mejillas se le encendían.
Frunci el ceño y los miré a los demas
- Bien, ahora, necesito que salgamos rápido de aquí, Antes de que...
En ese momento, fui interrumpida por la puerta de la iglesia, que se abrió, dándole paso a un novio molesto, a su padre y a María.
- Te referias a "Antes de que eso pasara"?- Pregunto Max en un susurro, apuntando a las personas que estaban en la puerta de la iglesia, mientras se acomodaba a mi derecha.
- Se supone- Le reprendí pegándole en la mano para que la baje y lanzándole una mirada fulminante- que si hablas en susurros, no, deberías, apuntar a la gente de la cual estas hablando, Max.
Danielle se puso a mi izquierda junto a Will. Y Emma, Emma solo fue Emma, pegó un grito y se escondió detrás de Max señalando y gritando a la madre María:"LA BRUJA FEA!!" y "AL ÁTICO NO MÁS, AL ÁTICO NO MÁS!".
No pude evitar reirme al escuchar eso otra vez.
Me mantuve firme y valiente frente a mis amigos, mientras que por dentro, me estaba muriendo, quería salir corriendo de ese lugar.
Pero no podía quedar como una cobarde enfrente de ellos.
- Tienes un plan "B"? - Preguntó Danielle susurrando.
- No exactamente -Le respondí- Pero ya se me va a ocurrir algo.
En ese momento, el empresario habló.
- Mi querida novia! -Dijo con un toque de alegría falsa- Pensabas en irte tan rápido sin siquiera darme el sí? -Bajó unos escalones, acercandose más a mi. Y haciendo un ademán con la mano me dijo- Vamos!, yo se que quieres venir conmigo, se muy bien lo que quieren las chicas...
- Pues entonces yo no soy una chica de las cuales a ti te gusta -Le repliqué casi a los gritos y apretando los dientes- Tengo Dieciséis años, no tengo mas que eso, y ni siquiera te conozco.
El puso una sonrisa pícara y me tomó de la muñeca
- Me conocerás más hoy a la noche, cuando todo esto termine.-Diciendo esto, me abrazó por la cintura, haciendo que esté mas cerca de el, y me guiñó el ojo.
Justo cuando iba a separarme de el, Will explotó.
- YA, ESTO ES SUFICIENTE! -Lo tomó por el hombro y lo apartó de mi, haciendo que me tambaleara y que Will me agarre por la cintura para que no me caiga- ALEJATE DE ELLA, NO QUIERE CASARSE CONTIGO, ES QUE NO LO ENTIENDES?!?, QUE CLASE DE HOMBRE OBLIGA A UNA MUJER A QUE SE CASE CON EL?!?.
Yo estaba dura como una piedra, esto no era parte del plan.
Pero, hice como hacia siempre que el me abrazaba.
Le devolvía el abrazo rodeándole el tórax con los brazos, apoyando mi cabeza en su pecho.
El empresario nos miró incrédulo, y luego frunció el entrecejo.
- Así que, me estas engañando con esto? -Dijo examinando a Will con la mirada.
Fruncí el entrecejo y levanté la cabeza del pecho de Will, apoyando una mano en su lugar.
- Engañarte? -Pregunté- Engañarte con quien?, Explicame con quien te estoy engañando, por que no entiendo, no tenemos nada, y en ese caso, yo puedo estar con quien yo quiera. -Lo miré entrecerrando los ojos, y de manera desafiante dije- Te opongas, o no.
El empresario bajó las escaleras a regañadientes, me tomó de la muñeca y me pego un tirón con brusquedad, separándome de Will, llevandome escaleras arriba hasta la entrada.
- Te vas a casar conmigo quieras o no quieras, por que sabes quien soy yo?. Yo soy Daniel Huchwel, el empresario mas grande de todo estados unidos...
- Me importa una mierda quien seas -le interrumpí-, me estas lastimando la muñeca, así que me sueltas...
En ese momento, tire de mi muñeca hacia abajo para poder soltarme, a lo que Daniel me apretó mas fuerte la muñeca, causandome un dolor impresionante.
Lo miré fulminante y fría
- Sueltame.
- Te vas a casar...
Le interrumpí sin quitarle la mirada de encima.
- SUELTAME!
- Shh, no grites.
- ENTONCES SUELTAME ME ESTAS LASTIMANDO!
- No grites te eh dicho.
- Eres un imbécil, ahora ya entendí por que estas divorciado.
Esta vez, me apretó mucho mas la muñeca, hasta que se me salieran las lagrimas y me arrodillara ante el.
- Cierra el pico huérfana estúpida.-Dijo apretando los dientes con odio.
Eso.
Eso que dijo.
Hizo estallar a mi ira.
Nadie... Nadie tenia derecho a llamarme así.
Tenia ganas de golpearlo hasta que corriera sangre de ese estúpido empresario por las escaleras.
Recordé que tenia una mano libre.
La mano derecha, la cual el no había agarrado.
Aproveché que no estaba prestandome atención
Y le di una cachetada que hizo que me soltara y que él cayera dentro de la iglesia.
No, no tengo tanta fuerza, la puerta de la iglesia estaba justo al lado de nosotros.
Me levanté y bajé las escaleras corriendo hasta llegar al lado de Will para tomarle la mano he irnos de ahí con los demás.
Pero tuve un impulso, hice algo mas que tomarle la mano para poder irnos de ahí.
Desplegue mis alas, le tomé la mano, y le besé la mejilla, haciendo que Will se sonrojara.
- Vamos! -Le dije tirando de su muñeca hacia mi- Necesito tomar carrera para levantar vuelo en tierra!
Me miraba embobado mientras se tocaba la mejilla en la cual lo había besado.
Miré hacia la puerta de la iglesia y vi que Daniel estaba levantándose.
- WILL! -Le grite con pánico.
- Eh?, ah sí.
Empezamos a correr por toda la cuadra hasta llegar casi a la mitad de la calle, cuando me puse detrás de el y lo sujeté por debajo de los brazos.
- Preparate, por que vas a tener un pequeño vuelo en la Aerolínea Hunter-Le dije poniendo una sonrisa.
A lo que el suspiró.
- No me gusta nada esto.
- Shhh, Tu solo confía en mi.
Agité mis alas y con el impulso del viento, dejé de tocar el suelo y empecé a sentir el aire.
Me costó al principio, nunca había soportado el peso de otra persona mientras estaba en el aire.
Simplemente me pesaba, y mucho.
Yo solo seguía a los chicos por el cielo, mientras que ellos iban por tierra, corriendo como nunca los había visto hacerlo.
Miré atras, solo para asegurarme de que no los estaba siguiendo el imbécil de Daniel.
Y por suerte, no era así.
Suspiré con alivio al saber que todo estaba bien.

~The Last Angel~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora